Inyecciones para adelgazar: ¿son realmente eficaces?
La obesidad es un problema que va en aumento en España. Según los resultados de la última encuesta realizada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), casi el 54% de los entrevistados sufren exceso de peso (un 36,6% con sobrepeso y más de un 17% con obesidad).
Esto significa que la búsqueda de formas para lograr adelgazar en personas con problemas de peso es intensa. Y aquí es donde entra en juego Saxenda, un fármaco aprobado en España en 2016 y el nombre comercial de liraglutida.
Se trata de un medicamento indicado para la diabetes mellitus tipo 2 que se ha visto que también puede ayudar a adelgazar a personas con sobrepeso y obesidad que cumplan una serie de requisitos. Funciona haciendo que la persona sienta menos hambre, ralentizando el vaciado del estómago y favoreciendo que se sienta más llena durante más tiempo.
Los resultados de un gran ensayo clínico internacional publicado en New England Journal of Medicine demuestran que, tras 56 semanas de estudio, los pacientes del grupo de liraglutida habían perdido una media de 8,4 kg frente a 2,8 kg en el grupo placebo. El 63% de los pacientes que se inyectaron liraglutida perdieron más del 5% de su peso corporal frente al 27% en el grupo placebo.
Cómo un medicamento para la diabetes ayuda a bajar de peso
La liraglutida es una versión sintética de la hormona natural del cuerpo llamada GLP-1, que se libera dentro del cuerpo en respuesta a la ingesta de alimentos y actúa como un regulador fisiológico del apetito.
Se considera que la liraglutida es un 97% similar al GLP-1 y actúa en el cerebro disminuyendo el apetito y, por tanto, reduciendo la ingesta de alimentos, lo que provoca la pérdida de peso. Aunque existen otros agonistas de GLP-1, como exenatida y semaglutida, solo la liraglutida se ha usado para la obesidad hasta el momento.
Según la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que autoriza el uso de liraglutida para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y también para el tratamiento de la obesidad, se trata de un medicamento que, junto con una dieta equilibrada y ejercicio físico regular, ayuda a controlar el peso en adultos.
De forma especial en aquellas personas obesas con un Índice de Masa Muscular (IMC) de 30 o más; personas con sobrepeso, con un IMC entre 27 y 30; personas con diabetes, niveles anormalmente altos de grasa en la sangre, presión arterial alta o apnea obstructiva del sueño.
La Agencia Española del Medicamento (AEM), que autorizó también estas inyecciones en 2021 para perder peso en adolescentes a partir de 12 años, especifica que estas inyecciones tienen que utilizarse para perder peso siempre con una dieta adecuada y la realización de ejercicio y bajo prescripción médica.
Cómo se usan estas inyecciones
Este medicamento viene en forma de pluma precargarda con el principio activo liraglutida. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aclara que cada caja de Saxenda contiene cinco plumas precargadas y cada una de ellas contiene medicación para seis días.
Hay que tener en cuenta que no es un medicamento que se pueda adquirir sin prescripción facultativa
Se administra mediante inyección subcutánea cada día, si es posible a la misma hora. Suele ponerse debajo de la piel en el muslo, la parte superior del brazo o el abdomen. Se suele partir de una dosis inicial de 0,6 mg al día, que aumenta cada semana en 0,6 mg hasta un máximo de 3 mg por día.
El Comité Europeo de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) recomienda que, tras 12 semanas de tratamiento a unas dosis de tres miligramos al día se evalúe a cada paciente. Si no ha perdido al menos el 5% de su peso inicial, debería suspenderse el tratamiento.
Estas inyecciones no están financiadas por la sanidad pública, por lo que el precio es elevado (283,05 euros el tratamiento mensual).
Tiene efectos secundarios
Los efectos secundarios más comunes se relacionan con el estómago y el intestino, como náuseas, sensación de pesadez, diarrea, estreñimiento, vómitos, flatulencia y reflujo gastroesofágico.
Para reducir precisamente estos efectos, que suelen ser temporales y desaparecen al cabo de unos días o semanas, al iniciar el tratamiento los expertos aconsejan que la dosis vaya aumentando de forma paulatina cada semana.
Es un medicamento con bastantes advertencias y precauciones, y si se utiliza sin una buena supervisión o sin seguir las indicaciones de un nutricionista o un médico, se corre el riesgo poner en peligro la salud en algunos casos, si bien no mayoritarios.
Hay que tener en cuenta que no es un medicamento que se pueda adquirir sin prescripción facultativa, por lo que siempre deberá ser un profesional sanitario quien nos lo prescriba.
El uso de Saxenda no está recomendado para personas que sufren insuficiencia cardíaca grave
Cuándo no se debe aplicar
El uso de Saxenda no está recomendado para personas que sufren insuficiencia cardíaca grave. Desde la AEM advierten además que no hay muchas evidencias de este medicamento en pacientes mayores de 75 años con problemas de riñón o hígado. Por tanto, no se trata de un producto mágico.
Ante estos efectos secundarios, su uso debe ir acompañado de un seguimiento de los acontecimientos clínicos adversos. Además, para pacientes con sobrepeso u obesos, debería ser una terapia complementaria y no sustitutiva de una dieta hipocalórica y actividad física regular.
Para los expertos, debe pensarse en su uso como apoyo para que las personas cambien a un estilo de vida más saludable.
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