Consumo fantasma de electricidad: el goteo de gastos que hace que tu factura suba cada mes

Según explica la OCU, “pese a que durante 2023 se va confirmando una tendencia a la baja, la prórroga ya confirmada de la medida del tope de gas hasta diciembre de 2023 y las reformas planteadas en la Unión Europea, tanto de la tarifa regulada PVPC como del mercado eléctrico, determinarán la factura eléctrica de los hogares”.

En otras palabras, aunque se prevé una moderación en los precios, no se pueden descartar eventuales subidas por numerosas circunstancias como malas condiciones para la producción de renovables y subidas en el precio del gas.

En este sentido, el portal de información y divulgación Energía y Sociedad, que colabora con la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao ya avanza una moderación en el descenso del precio de la luz mes a mes desde comienzos de año. Y si bien la caída fue importante de febrero a marzo, la misma se limitó a un 8% entre marzo y abril.

Pero lo cierto es que lo que pagaremos en nuestra factura de la luz va tan ligado al precio kilovatio hora kWh como al consumo más o menos racional que hagamos de la electricidad en el hogar.

Y a este respecto tienen mucho que ver los consumos fantasma de electricidad ahora que llega el calor y, por lo tanto, habrá que tirar de aire acondicionado o ventilador en buena parte de España.

Qué es un consumo fantasma

Se trata de pequeños descuidos habituales con el efecto acumulativo, que se acaban convirtiendo en un sumidero de kilovatios hora consumidos. Son hábitos que tenemos de forma inconsciente y que, hora a hora, día a día, producen un gasto innecesario que en algunos caso puede ser importante.

El portal de consumo de la Comunidad de Madrid lo define como “un tipo de consumo que realizamos en el hogar y que nos genera un gasto casi sin darnos cuenta”.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), en España cada hogar consume unos 300 kWh de electricidad al año, y entre el 7% y el 11% corresponden al consumo fantasma.

Por su parte, la energética Endesa asegura en su portal que los consumos fantasma nos cuestan en España cinco euros al mes por hogar y añade que en algunos casos exagerados “puede rondar los 400 kWh al año y es como tirar tu dinero a la basura”.

Los principales consumos fantasma en el hogar

Tanto IDAE como Endesa enumeran en sus páginas los siguientes consumos fantasma en los hogares españoles:

1. El brazo del grifo en el centro

Suele ser normal en los grifos de brazo modulable a izquierda y derecha, para el agua caliente y la fría, que después de usar el agua caliente (brazo a la izquierda), dejemos el grifo en el centro o no totalmente a la derecha (agua fría).

Con ello, conseguimos una temperatura tibia e innecesaria, sobre todo en verano, que no nos permite percibir que estamos gastando agua caliente tontamente. Después de usar agua caliente, procuremos siempre dejar el brazo en el lado de la fría.

2. El ordenador en modo reposo

Un clásico que provoca que en muchas oficinas se pongan carteles ordenando que al terminar la jornada se apaguen todos los ordenadores hasta el día siguiente, ya que el modo reposo en que quedan cuando no se usan, tienen un consumo nada desdeñable.

Si en el trabajo los apagamos, ¿por qué no hacemos lo mismo en casa? Hagamos una prueba con nuestro portátil, si lo tenemos: carguémoslo, desconectémoslo de la alimentación y dejémoslo en modo reposo toda una noche. Para ello deberá quedar abierto, no plegado. Por la mañana, la cantidad de batería gastada nos hará tomar conciencia.

Endesa va más allá y recomienda, además, en caso de portátiles y otros aparatos con batería autónoma, desenchufarlos siempre de la corriente cuando no se usen. “Un portátil absolutamente apagado consume, por el mero hecho de seguir enchufado, alrededor de 35 kWh al año, lo que en tu factura puede llegar a convertirse en 6 euros”, explican.

3. Ventanas mal selladas

Puede que las puertas y ventanas de nuestra casa no sean demasiado nuevas y, por tanto, la madera esté reseca y agrietada, o bien, si son de aluminio, las gomas estén desgastadas y hayan perdido flexibilidad.

Sustituir gomas, barnizar maderas y colocar tiras de espuma aislante puede ahorrarnos bastantes frigorías o calorías perdidas, en función de la época del año.

4. Las juntas de la nevera resecas

Al igual que en las ventanas, las juntas de la nevera, si esta es demasiado vieja -bastan 20 años- pueden ser un coladero de kilovatios hora. La razón es que unas juntas resecas aíslan muy mal y pierden frigorías a chorro, con lo que la nevera está en continuo estrés para reponerlas.

Es importante revisar las juntas y si las vemos poco flexibles, pedir que nos las cambien o mejor: buscar según el modelo alguien que nos las venda por internet y cambiarlas nosotros mismos.

También podremos detectar el mal funcionamiento de las gomas porque el frigorífico tendrá gotas de agua en su interior y en el congelador se formarán capas de hielo.

5. Los stand by encendidos

Los electrodomésticos que se quedan en stand by, con la lucecita verde para que podamos encenderlos siempre que queramos con el mando a distancia, son los reyes del consumo fantasma y pueden llegar a suponer hasta el 11% del gasto mensual, según el citado portal de la Comunidad de Madrid.

En algunos casos es inevitable tenerlo activado, pero en otros es innecesario. Tal es el caso de cadenas de música, televisores y otros aparatos de ocio que podemos apagar totalmente cuando nos acostemos o salgamos de fin de semana.

Por ejemplo, el portal de Endesa atribuye a un descodificador encendido un gasto de entre 41 y 64 kWh al año, o lo que es lo mismo, de 7 a 10 euros anuales. Una televisión de plasma de 42 pulgadas tiene un consumo fantasma de 26 kWh al año, que en la factura se traducen en aproximadamente 4,5 euros, también según Endesa.

Con los equipos de música pasa algo similar a lo que sucede con el ordenador portátil. El consumo ronda los 53 kWh y afectará a tus bolsillo en alrededor de 9 euros al año, de acuerdo con la citada compañía eléctrica.

Por su parte, la OCU ofrece unas tablas para calcular el gasto de cada electrodoméstico en stand by.

6. Los filtros del aire acondicionado sucios

Si los filtros del aire no se han limpiado jamás, puede que acumulen unas capas de polvo considerables que obliguen a que el aire trabaje más de lo deseado para ser eficaz en su tarea de climatizar la casa. Por lo tanto, es preceptivo cada año extraerlos y limpiarlos, es uno de los preceptos de la puesta a punto del aire.

Se pueden someter, con cuidado, a la aspiradora, o bien limpiar con agua y jabón o vinagre blanco, pero en este último caso deberemos esperar a que se sequen completamente antes de volver a colocarlos.

7. Los radiadores no purgados

Un clásico del consumo fantasma de invierno es el radiador que no se purga de aire y, por tanto, pierde eficacia de una manera creciente, pues el agua caliente no puede cubrir toda la superficie.

Como consecuencia, la caldera tiene que trabajar extra, proporcionalmente a la superficie que ocupa el aire para ofrecer el calor que le pide el termostato.

Cómo evitar el consumo fantasma

La Comunidad de Madrid propone en su portal de consumo las siguientes estrategias:

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