Alimentos a tener en cuenta para no perjudicar la salud de tu gato
Es muy común creer que los gatos son todoterrenos. Creemos que sobreviven a todo y que su estómago puede digerir cualquier cosa, pero lo cierto es que estamos muy equivocados.
De hecho, los gatos son un poco más exigentes y precavidos que los perros a la hora de comer. Quien conviva con un felino habrá podido comprobar que antes de ingerir cualquier alimento olisquea y prueba una pequeña parte del mismo hasta asegurarse de que está dispuesto a comérselo.
Este chequeo hace más difícil que nuestros gatos se intoxiquen, pero lo cierto es que no están exentos de que esto ocurra. Existen alimentos tóxicos para ellos y otros que pueden suponer un peligro para su salud si su consumo es excesivo.
1. Pescado y carne crudas, sobre todo vísceras
La dieta BARF, que consiste en aportar carne, pescado y otras fuentes de proteínas crudas, cada vez coge más fuerza en el mundo de las mascotas. Aunque esta dieta tiene algunos beneficios, en ella reina un inconveniente principal.
“Las mascotas alimentadas con vísceras, carnes y demás alimentos crudos tienen mayor riesgo de exposición a agentes microbiológicos y parasitarios”, explican en la web de Clínica Veterinaria Puerta del Sur.
En un estudio publicado en la revista de medicina veterinaria Veterinary Record, coordinado por el veterinario Paul Overgaauw, se encontraron en diferentes productos crudos congelados bacterias como el E-coli, Listeria Monocytogenes y Salmonella, entre otras. El estudio llegó a la conclusión, no solo de que las infecciones bacterianas se pueden dar incluso en la carne congelada, sino de que esta “dieta cruda puede implicar una deficiencia de nutrientes en el animal”.
Además, como explican en la web de alimentación animal Nutro, “la ingesta de vísceras de pescado en gran cantidad o con mucha frecuencia puede provocar al gato parálisis o rigidez muscular. Esto es porque las vísceras de pescado contienen un componente que destruye la vitamina B1. Sin esta vitamina, los músculos se paralizan”.
Ante el riesgo que esto supone para la salud humana y animal, profesionales como Marta Hervera, veterinaria especialista en Expert Pet Nutrition, afirman que “cocinándolos reducimos el riesgo de patógenos, pero aun así debemos tener cuidado con las espinas y los huesos, pues pueden provocar lesiones a nivel de esófago o intestino si el animal se los traga”.
2. Embutidos
Los embutidos son alimentos procesados con una alta cantidad de sal y grasa perjudicial para nuestro gato. Cierto es que no se intoxicará si come de vez en cuando un trozo de jamón york o salami, pero sí supondrá un inconveniente para él que esta ingesta se prolongue en el tiempo.
Por ejemplo, si un felino ingiere demasiada sal, puede llegar a sufrir cúmulos de la misma en el riñón, originándole problemas urinarios. También puede suponerle problemas como enfermedades cardiacas, diabetes, obesidad, pancreatitis y otros problemas intestinales.
3. Huevos crudos
Los gatos podrían incluso beneficiarse de un consumo moderado de huevo: son fuente de proteínas magras y puras y aportan minerales esenciales, ayudándoles a mantener su sistema inmunológico saludable, explica la técnica en psicología, educación y adiestramiento canino y felino Eduarda Paramore en Experto Animal.
Eso sí, nunca crudo. Además de ponerlo en riesgo de sufrir problemas intestinales debido a bacterias como la Salmonella, “la clara del huevo crudo tiene un factor antinutritivo que puede llegar a destruir ciertas vitaminas como la vitamina B, provocando una deficiencia de estas y perjudicando así la salud de nuestro gato”, explica Hervera.
4. Comida para perros
No pasa nada si nos hemos despistado y nuestro gato se ha lanzado al cuenco de comida del perro, no se va a intoxicar. Aun así, debemos tener en cuenta que “cada raza de perro tiene unas necesidades de nutrientes diferentes y, por tanto, muy dispares a las de un gato”. Alimentarlo durante mucho tiempo con comida para perros le hará sufrir carencias nutritivas, llegando a enfermar“, explica Hervera. Por ejemplo, la taurina es un aminoácido que los gatos no pueden generar por sí mismos, a diferencia de los perros.
Darles comida para perros puede provocar una falta de este aminoácido y otros nutrientes pudiendo llegar a desencadenar una degeneración retiniana. “Esta es una enfermedad irreversible de la retina, que, a la larga, puede provocar ceguera”, explican en la web de la línea de alimentos y suministros para mascotas Zooplus.
5. Atún enlatado de consumo humano
Dicha taurina, que también es inexistente en alimentos enlatados como el atún de consumo humano, supone además un peligro para su corazón, pues este compuesto orgánico ayuda a su buen funcionamiento. Así que, aunque el atún de consumo humano no es tóxico para ellos, su consumo frecuente puede provocarles problemas cardíacos.
6. Sobras
Los expertos coinciden en que los gatos tienen una necesidad de nutrientes específica que dista mucho de la de los humanos, por lo que su buena salud requiere comida adaptada a sus necesidades alimentarias.
“Otra cosa diferente a darles las sobras es cocinarles específicamente para ellos”, pues nuestra comida lleva mucha más sal de la que deben ingerir y otros alimentos como el aceite son aptos para nosotros, pero perjudiciales para los gatos, “por lo que, en el caso de querer darle una dieta casera, debería estar formulada de manera específica por expertos”, explica Hervera.
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