A mi perro le aterrorizan las tormentas y no deja de ladrar, ¿cómo le ayudo?
Si tu perro lo pasa fatal durante las tormentas, no para de ladrar, corre de un sitio a otro, o busca refugio en el cuarto de baño, no es el único. “De hecho, hay muchos perros que tienen miedo a las tormentas; y el problema no solo es el ruido de la lluvia o del viento intenso: los perros también pueden anticipar los cambios de presión que implica la llegada de la borrasca: y antes de que nosotros sepamos que tenemos la tormenta encima, tu perro ya puede estar mostrando síntomas de ansiedad por ella”, afirma la veterinaria y etóloga canina Virginia Rueda.
Es más: una investigación del Centro para el Estudio del Comportamiento Canino de la Universidad de Tufts revela que uno de cada seis perros tiene fobia a las tormentas. Es decir: experimenta un miedo intenso en presencia de esta perturbación atmosférica violenta.
Las reacciones más frecuentes de un perro que siente miedo a las tormentas son: esconderse, jadear, incluso correr de un lado para otro. O quedarse pegado a su humano. “Otros perros, sin embargo, muestran su ansiedad con ladridos de estrés: es decir, en lugar de mostrar su miedo con sumisión y timidez, su reacción es la contraria: ladrar a la tormenta”, apunta Nicholas Dodman, coordinador de la investigaación, y cofundador del centro de estudios del comportamiento canino.
Una respuesta que, desde luego, no funciona. “Por mucho que tu perro ladre desesperado para intentar protegerte a ti del supuesto gigante que se encuentra al otro lado de la ventana, tu amigo también está experimentando estrés”, incide Dodman. Por lo que nuestro modo de acercarnos a él, o de comportarnos, debe ser similar a cómo actuamos con un perro que está completamente aterrorizado.
No solo es que el cielo se oscurezca, que sople viento intenso o que el fuerte estruendo de los rayos le sorprenda: “Además, los perros sienten la bajada repentina de la presión atmosférica que precede a las tormentas, lo que puede incrementar las respuestas de miedo en muchos de nuestros animales”, añade Dodman.
Mi perro tiene miedo a las tormentas, ¿qué hago?
Si tu perro tiene miedo a las tormentas, puedes ayudarle a pasar el trago de la mejor manera posible. Primero: prepara para tu amigo peludo una habitación refugio y tranquila; con una cama perruna agradable, premios comestibles y sus juguetes favoritos. Pero no le obligues a permanecer ahí: lo use o no, sí conviene que tu perro sepa que este espacio está disponible: poder hacer uso de él si lo necesita, le reconfortará.
Además, ayuda cerrar las persianas: de este modo, el ruido de la tormenta se reducirá; pero, sobre todo, logras atenuar y bloquear la visión de los rayos y los destellos de luces intensos habituales en las tormentas con rayos.
También puedes probar a poner música calmante, que puede funcionar como distracción para tu perro; pero que también ayudará a camuflar el ruido del viento y de los relámpagos. Hace unas semanas, en esta columna, os hablamos de la música para perros, y de cuáles son los estilos musicales que más les ayudan a calmarse. Incluso añadimos enlaces de algunas canciones relajantes para perros: así que puedes usarlas en estos momentos también.
Más trucos: chaleco antiansiedad y premios
Si a tu perro le funciona, puedes intentar además jugar con él o proponerle un rompecabezas de comida que le mantenga ocupado y no tan pendiente de lo que ocurre detrás de esa ventana. Dodman también asegura que los llamados chalecos antiansiedad que incluyen tejidos metálicos (o conocidos como thundershirt, en inglés) pueden ayudar: este tipo de prendas funcionan como una jaula de Faraday, es decir, anulan el campo magnético en su interior.
Por lo que, en principio, cuando tu perro lo lleva puesto, puede ayudarle a no ser tan sensible a esas bajadas de presión atmosférica, ni a los efectos de la electricidad estática que le asustan. Y si tu perro lo pasa realmente mal, puedes hablar con su veterinario, para que te recomiende algún tranquilizante natural que le ayude a pasar la tormenta más tranquilo.
En cualquier caso: nunca obligues a tu perro; y menos aún, cuando está muerto de miedo. “No hay que forzar al perro a que esté con nosotros, pero tampoco hay que echarle de tu lado: si tu perro necesita estar contigo, pegado, deja que lo haga, porque tu compañía le hará sentirse más tranquilo”, incide Rueda.
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