Contrapoder es una iniciativa que agrupa activistas, juristas críticos y especialistas de varias disciplinas comprometidos con los derechos humanos y la democracia radical. Escriben Gonzalo Boye (editor), Isabel Elbal y Sebastián Martín entre otros.
Mahmoud Abbas y el futuro de Palestina
Una sesión ordinaria del Consejo Nacional Palestino, el parlamento que representa a todos los palestinos, ha sido llamada para este 15 de Septiembre. Se ha señalado que el Presidente Mahmoud Abbas ha mostrado su intención de no continuar al frente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y que la decisión más importante de esta reunión sería elegir un nuevo Comité Ejecutivo para la organización, que a su vez es el gobierno interino del Estado de Palestina. Algunos mensajes han llegado desde varias capitales a Ramallah pidiendo al presidente Abbas que continúe.
Mahmoud Abbas nació en Safad, Galilea, y a los 13 años fue expulsado de su hogar por terroristas sionistas, debiendo caminar junto a su familia hasta Siria, donde se convirtieron en refugiados. Siendo uno de los miembros fundadores de Al Fatah, no existe ningún registro en que Abbas haya apoyado la lucha armada. De hecho su nombre no aparece en las legendarias gestas de los combatientes de la OLP de Al Karamah en Jordania o en el cerco de Beirut del Líbano. Su nombre sobresale cuando se trata de buscar una solución pacífica, iniciando los primeros contactos con sectores israelíes opuestos a la ocupación. Mahmoud Abbas fue reconocido como uno de los arquitectos del llamado “Proceso de Paz”, convertido en el segundo de Al Fatah luego de Yasser Arafat en 1993, durante la firma del Acuerdo de Oslo.
Israel ya había asesinado a otros líderes como Khalil Al Wazir (Abu Jihad) y Salah Khalaf (Abu Iyad). Al momento de la muerte de Yasser Arafat en Paris el 11 de Noviembre de 2004, Mahmoud Abbas se encontraba en una línea de sucesión que probablemente nunca buscó. Pero asumió el desafío que significaba reconstruir a Palestina luego de la destrucción de 4 años de Intifada, donde el Ejercito Israelí por primera vez desde 1967 había bombardeado áreas civiles en Palestina ocupada, incluyendo la sistemática destrucción de la infraestructura de gobierno y una serie de proyectos pagados por la comunidad internacional, incluyendo el Aeropuerto Internacional de Gaza.
Mahmoud Abbas ganó las elecciones presidenciales de Enero del 2005 con un 62% de los votos. Acostumbrado a un trabajo más sutil que el de un político tradicional, Mahmoud Abbas nunca escondió su agenda: No violencia, negociaciones y desarrollo económico e institucional. Esta fue una situación nueva para la que Israel no estaba preparado. No importaban los ataques israelíes, o el sangriento golpe propiciado por Hamas en Gaza, para Mahmoud Abbas el uso de las armas no era una alternativa en ningún escenario.
Mahmoud Abbas impulsó un proceso de internacionalización que llevó a 136 naciones a reconocer el Estado de Palestina y a una de las peores pesadillas para algunos oficiales israelíes: El ingreso de Palestina a la Corte Penal Internacional. Pero, independientemente de una serie de victorias internacionales que han pavimentado el camino para otros pasos, la comunidad internacional en general, y Europa en particular, no fueron nunca los aliados que el presidente Abbas buscaba para su agenda no violenta. No importan los crímenes cometidos por Israel, las relaciones entre Tel Aviv y Europa continúan, en contradicción con la propia legislación europea, normalmente, como si la ocupación, colonización y el bloqueo a Gaza no existiesen.
Mientras en Europa siguen discutiendo el simple etiquetado de los productos de las colonias israelíes, el comercio entre Israel y la UE sigue creciendo, mientras las colonias en territorio ocupado y la violencia contra los palestinos también lo hacen. Hoy parecemos escuchar más de lo mismo: Un anuncio para una reunión del fallido Cuarteto en Nueva York en unas semanas para ver como “relanzar el proceso de paz” sin asumir que el principal escollo para lograr la paz es que Israel simplemente no tiene incentivos para terminar con una ocupación militar que más que traerle costos le trae beneficios tanto económicos a nivel internacional y consiguientemente políticos a nivel interno.
¿Qué pensarán los palestinos del supuesto llamamiento de ciertas capitales europeas para que el Presidente Abbas continúe? Muchos se acordarán de que Yasser Arafat realizó el histórico y doloroso reconocimiento a Israel sobre el 78% de la Palestina histórica e inició un proceso de paz para luego ser cercado por tanques israelíes en la Mouqatah de Ramallah por negarse a claudicar la capitalidad palestina en Jerusalén Oriental y el derecho a retorno.
También recordarán que Europa ha tenido en Mahmoud Abbas al líder palestino que nadie podía cuestionar en su compromiso con una solución negociada, y que no fue suficiente para detener la cultura de impunidad que han garantizado a Israel. Como diría Saeb Erekat “Si Madre Teresa fuese nuestro presidente y dijese que quiere un estado palestino sobre la frontera de 1967 con Jerusalén Oriental como su capital, Israel le buscaría un parentesco con Bin Laden y la declararía no apta para negociar.”
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Contrapoder es una iniciativa que agrupa activistas, juristas críticos y especialistas de varias disciplinas comprometidos con los derechos humanos y la democracia radical. Escriben Gonzalo Boye (editor), Isabel Elbal y Sebastián Martín entre otros.