La actriz pacense Mariana Cordero, premiada en el Festival de Cortometrajes KM 666

Villafranca de los Barros (Badajoz), 19 oct (EFE).- La actriz Mariana Cordero, conocida por películas como ‘Princesas’, ‘La novia’ o ‘Techo y comida’ y series como ‘La que se avecina’ o ‘La chica de nieve’, recibirá este sábado el que califica como “el premio más importante” de su carrera en el IV Festival de Cortometrajes km 666 de Villafranca de los Barros (Badajoz), su ciudad natal.

Mariana Cordero ha vuelto a revivir momentos de su infancia y adolescencia en esta localidad pacense, en la que hizo su primera actuación en una representación teatral de su colegio, ‘Las Carmelitas’, y donde a sus 75 años recoge este premio especial en reconocimiento a su trayectoria profesional de este festival de cine.

En una rueda de prensa acompañada por la concejala de Cultura, Miriam García, ha hecho un repaso por sus trabajos entre los que ella misma destaca la serie ‘Padre coraje’ o la película en la que hacía de madre de Candela Peña, ‘Princesas’, pero ha confesado que lo que ama “más profundamente” es el teatro.

“Por la relación directa con el público y porque en teatro estamos todos unidos, volcados en crear y producir”, ha declarado Cordero, que después de más de 35 años de carrera se ha mostrado bastante crítica con cómo “algunos productores, no todos” lo que más valoran son el número de seguidores y no la formación de los actores.

“Cuando escucho a una influencer con un millón de seguidores decir que ahora está interesada por el cine o que quiere ser actriz, yo le daba una hostia”, ha manifestado indignada porque, como profesora de teatro durante más de 10 años en Madrid, le parece “muy triste” que haya tantos buenos actores en el paro o trabajando en bares.

De sus múltiples proyectos ha subrayado “la belleza del trabajo de investigación” para construir sus personajes, que le ha permitido acercarse a distintas realidades como la prostitución en ‘Princesas’, el trabajo de los mineros en ‘La torre de Suso’ o la inmigración, gracias a una gira que realizó en sus primeros años como actriz por los centros de inmigración de países como Alemania, Francia, Holanda y Bélgica, donde conoció la realidad de muchos migrantes españoles.

Aunque hace tiempo que se jubiló, sigue haciendo algunos trabajos porque ni quiere, ni puede retirarse por completo, según ha confesado, porque cada vez que recibe la llamada de su representante o le llega un nuevo guion su cuerpo se “llena de vida”, por lo que seguiremos viéndola en la pantalla o sobre el escenario de un teatro haciendo lo que más le gusta, actuar.