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De los disturbios a la respetabilidad del museo: así se celebran los 50 años de Stonewall

Imagen de la exposición 'From Riot to Respectability', cortesía del museo. Foto: © Paul Sleev/Schwules Museum.

Aldo Mas

En plena resaca por las festividades del Día del Orgullo Gay -una fiesta que se celebra en Berlín el 27 de julio-, el Museo Homosexual de Berlín abría una exposición que invita a la reflexión sobre qué ha sido y en qué se ha convertido el movimiento gay. Lo hace especialmente en una muestra titulada From Riot to Respectability o “De los disturbios a la respetabilidad”, y estará abierta hasta finales del próximo mes de septiembre.

La exhibición sirve para celebrar el reciente 50º aniversario de los conocidos como “Disturbios de Stonewall”, que enfrentaron en Nueva York a activistas del movimiento LGBTI con las autoridades a raíz de un altercado en el bar gay Stonewall Inn, en el barrio de Greenwich Village. Se tiene asumido que con esos disturbios surgió el movimiento de lucha por los derechos del colectivo LGBTI.

La muestra berlinesa, que ocupa uno de los grandes espacios del centro de exposiciones de la capital germana, la firma un colectivo de artistas que no suelen tener una voz predominante en el movimiento LGBTI. “El grupo de artistas y comisarios son personas transgénero salidos del colectivo people of color. Son creadores que no suelen estar muy representados aquí”, dice a eldiario.es Daniel Sander, uno de los responsables del Museo Homosexual de Berlín.

“Hasta ahora no habían tenido mucha voz en el museo, pero ahora tienen la oportunidad de alzar esa voz”, añade este responsable del centro de exposiciones berlinés, uno de los pocos que hay en el mundo centrado en la temática LGBTI.

Cerca de unos cuarenta creadores han participado en la organización de la muestra. Apenas aparecen nombres propios en la misma. “Para ellos lo que es importante es el colectivo, no los nombres”, apunta Sander. De ahí que nada más entrar en la exposición llame la atención que todo un muro del museo se haya convertido en un espacio para un collage de gran tamaño. En él se han expresado buena parte de los artistas participantes en la exhibición a través de recortes, pegatinas, pósters o parafernalia de protesta.

Esa es una obra aún en formación. “Este collage seguirá haciéndose durante los próximos dos meses, se hará tanto como dure la exposición. Tendrá que crecer y crecer”, avanza Sander. En uno de los materiales de mayor tamaño pegados en ese mural se leen cosas como “Queers por una Palestina Libre” y “Terminen con la ocupación israelí”.

En otro recorte, con un dibujo en él, un personaje de rasgos afroamericanos exclama: “¿Por qué no haces algo?”. Otro de los mensajes es una foto en blanco y negro de una antigua manifestación. Una gran pancarta reza en ella: “Stonewall significa contraatacar y acabar con la opresión”.

De precisamente ese espíritu de protesta parece beber directamente el colectivo de artistas que está detrás de From Riot to Respectability. Pero, según se cuestiona en la exposición, el espíritu de protesta de Stonewall parece haber dado paso a una supuesta “normalización” del movimiento LGBTI.

Vinculadas a esas ideas de “protesta” y “normalización” están los interrogantes de los artistas convocados a participar en la exposición del Museo Homosexual de Berlín. La actual “apropiación” de lo queer en instituciones o empresas también les ha ocupado. Los artistas se hacen preguntas en la muestra como, por ejemplo, “¿Quién busca hacer negocio? Me refiero a esas marcas de ropa que utilizan el arco iris, o esos ayuntamientos en Alemania que estos días han llevado la bandera arco iris”, explica Sander.

En From Riot to Respectability ocupan un papel central retratos de reciente factura hechos en honor a Marsha P. Johnson, mujer transgénero y activista implicada en los disturbios de Stonewall. En el mismo nivel de importancia hay un retrato de otra figura del movimiento LGBTI, la lesbiana Stormé DeLarverie. Su detención por la policía fue la chispa que hizo prender los disturbios de Stonewall. De ahí que se la considere la “Rosa Parks de la comunidad gay”.

La muestra berlinesa presenta guiños al espíritu más combativo del movimiento LGBTI. Y, de hecho, se asocia incluso al del movimiento de Black Lives Matter, que rechaza la violencia hacia las personas negras, en el trabajo del artista Elliot Blue titulado “Black is me!”. Se trata de un cortometraje en el que se ve a una mujer de rasgos afroamericanos bailar en una secuencia de movimientos precedida de imágenes captadas por la policía de una manifestación en la que se grita repetidamente “¡Black Lives Matter!”: “¡Las vidas negras importan!”.

Entender cómo es ser transexual y de color

El de Elliot Blue es uno de los pocos nombres propios que destacan en la exposición, aunque también sobresale el de Manuel Ricardo García, un reputado activista transexual y artista fotográfico. Su montaje The pain of transactivism o “El dolor del activismo trans” muestra un retrato de una mujer transexual. La imagen presenta un marco hecho con bocas abiertas como si gritaran.

En una última sección de la exposición, una habitación oscura, a la que hay que entrar con gafas para ver en tres dimensiones, permite estar muy cerca las confesiones hechas a cámara por personas transexuales no blancas. “Sus testimonios explican cómo es ser transexual y de color hoy”, comenta Sander, el responsable del Museo Homosexual de Berlín.

El optimismo de esos testimonios mezclado con el pesimismo de otros protagonistas de esas grabaciones terminan generando una sensación de cierta incertidumbre, un sentimiento similar al que despierta el objeto que ha dejado el artista Yori Gagarim en la exposición. Es uno de esos expendedores de bolas con pequeños juguetes que funcionan con monedas.

En la parte de arriba unas letras indican en letras mayúsculas dreams -sueños-. En los días de enfrentamientos en Stonewall, muchos de los derechos ya adquiridos por el colectivo LGBTI en las democracias occidentales parecerían eso, sueños.

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