'Los asquerosos' o cómo una historia gestada en la España vaciada llega al Teatro Español y (próximamente) a la gran pantalla
Santiago Lorenzo (Portugalete, Vizcaya, 1964) abandonó el mundo del cine, se pasó a la literatura y se mudó a una pedanía segoviana de quince habitantes. En 2018 publicó su cuarta novela, Los asquerosos (Blackie Books), que cuenta 150.000 ejemplares vendidos y que se está traduciendo al francés, alemán, portugués y chino. Ahora Los asquerosos sube a las tablas del Teatro Español y, pronto, al cine: la editorial ha informado de que Los asquerosos se convertirá también en un largometraje.
Las 222 páginas de Los asquerosos se pasan a la dramaturgia mediante la adaptación realizada por Jordi Galcerán y Jaume Buixó, bajo la dirección de David Serrano e interpretada por Secun de la Rosa y Miguel Rellán, que encarnan a los protagonistas de la novela, Manuel y su tío, respectivamente. Un elenco iluminado por Juan Gómez-Cornejo y Pilar Valdelvira. Con números y currículums en la mano, la plantilla de la adaptación teatral es primera plana nacional. La metamorfosis de esta novela sencillamente compleja se puede ver en la sala principal del Teatro Español hasta el 24 de enero.
La trama gira en torno al personaje de Manuel, un risueño antihéroe, que acaba de cometer, en defensa propia, un acto violento contra un antidisturbios y, gracias al apoyo de su tío, decide que lo mejor es el exilio. La historia transcurre en 2015, cuando la Ley Mordaza entró en vigor, por ello se ha dicho que Los asquerosos es la novela más política de Lorenzo. No obstante, la adaptación teatral se centra más en el aspecto cómico sobre la vida misántropa de su protagonista que en la crítica política.
Asimismo, esta obra tiene algo de artefacto artístico-social dado que el texto señala constantemente a “la mochufa” –uno de los varios términos que el autor gestó en su libro– la cual, fácilmente, puede encontrar su símil con ese dominguero castizo que sube a la Sierra de Guadarrama en riesgo de aludes. O, en palabras de Santiago Lorenzo, “[mochufa] sería la gente que se las da de patriota y no sabe colocar Almería en un mapa y si son de Almería no sabrían colocar Ourense”.
Un best seller rural en la urbe navideña
Santiago Lorenzo llevaba diez meses sin ir a Madrid, consiguió los permisos pertinentes para poder viajar a la capital e ir a ver la libre adaptación teatral de su, a día de hoy, más exitosa novela. “Lo normal es que no te guste (...) pero, objetivamente, la función es fantástica, estaba bastante claro porque estaba de por medio Jordi Galcerán y Jaume Buixó, y estos actorazos”, cuenta desde el teléfono fijo de su hogar. Lorenzo lleva ocho años viviendo en un pequeño pueblo de Castilla y León, allí, como el personaje de Manuel, “en vez de cumplir años cumple con ellos” y se dedica a hacer manualidades, dar paseos y a escribir, entre otras muchas cosas. Eso sí, no enciende el ordenador hasta cuatro horas después de levantarse y, según confiesa, “aquí, en el pueblico donde vivo, me seguiré sintiendo siempre un impostor”; pues antes nunca había habitado un lugar con tan baja densidad de población y venía de vivir casi treinta años en Madrid “estando muy implicado en la ciudad”.
Santiago Lorenzo admira el elenco artístico que se ha encargado de llevar a sus 'asquerosos' sobre las tablas. De hecho, con uno de los dos protagonistas, Secun de la Rosa, tiene una relación que viene de largo. En los primeros años que Lorenzo y de la Rosa vivieron en Madrid se conocieron siendo trabajadores de un 7-Eleven. Allí, en una franquicia de supermercados, iniciaron su relación de amistad entre cortometrajes y salas de teatro hasta que Lorenzo dejó la capital.
“Cuando llegué a la aldea donde vivo los que llevaban el bar del pueblo eran los padres de Secun”, cuenta Lorenzo, que lo descubrió gracias a un cartel que tenían colgado en el bar que promocionaba un espectáculo off que había dirigido e interpretado De la Rosa en Madrid. “Por supuesto que yo no participé en el casting, pero cuando me dijeron lo de Secun dije: qué bien”, recuerda Lorenzo sobre cómo fue informado de que su amigo iba a interpretar Manuel, el protagonista de su novela. Lorenzo destaca el carisma y la retórica en la dramaturgia del actor y autor barcelonés: “Si hay algo que entender en lo que yo he escrito este tío lo va a entender”.
“Muchas de las frasecicas que dicen Secun de la Rosa y Miguel Rellán en el teatro están escritas en un sitio que no se parece en absoluto a la brillantez del Teatro Español de Madrid o del Teatro Arriaga de Bilbao. Sino que son todo lo contrario, son agujeros negros en mitad del bosque de aquí. Es muy gracioso que una cosa que tú te estás imaginando en un puto bosque, que ya verás cómo te arreglas para volverte luego a casa, pero esto lo vas a apuntar, te la encuentras, como decía Jean Cocteau, bajo el marco dorado del escenario”, cuenta Lorenzo.
La lírica de su escritura es uno de sus puntos fuertes. Los asquerosos es una novela con mucho ritmo interno y con una musicalidad que se percibe en cada página y, ahora, también en las tablas. Las frases complejas cargadas de palabras inventadas y el sentido del humor de la novela la convertían en un texto difícil de ser interpretado. Un reto especialmente para Rellán y De la Rosa, y el tándem dramatúrgico Galcerán y Buixó, que contaron con la libertad y la confianza del autor. “Es su proyecto, estos tíos saben lo que hacen. Todas las soluciones escenográficas y dramatúrgicas que han planteado han funcionado”, opina Lorenzo, que prefiere estar “en los orígenes, es decir, en las fases más previas, en lo que es hacer un argumento, en esas estoy y aquí estoy como Dios. Esto no lo cambio por nada”.
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