Así será el parque temático del Bioparc: barranco acuático de 24 metros, tirolina, rapel y ambientado en el Extremo Oriente
Angkor es una región de Camboya que alojó las sucesivas capitales del Imperio jemer durante su época de esplendor, principalmente entre los siglos IX y XV. Sus monumentos y templos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1992.
Este es el entorno que recreará el parque fluvial de atracciones de aventura que ejecutará Bioparc Valencia en unos terrenos de 30.000 metros cuadrados contiguos a sus actuales instalaciones mediante una concesión a 50 años.
El director general de la entidad, Luis Ángel Martínez, ha informado a eldiario.es de que presentarán el proyecto “el próximo mes de septiembre con la idea de que las obras pueden iniciarse antes de final de año”.
De esta forma, si se cumplen los plazos “la previsión es que el parque se pueda abrir al público en verano del año 2021”. Su ejecución supondrá una inversión de 15 millones de euros, aunque la firma se guarda una zona de reserva para una posible ampliación.
“Va a ser un parque icónico, no existe nada igual en España, tendrá un 'cañoning' (barranquismo) de 24 metros de altura (equivalente a un edificio de seis pisos) que incluirá 13 saltos sobre 13 estanques con rapel y tirolina, es algo que actualmente no existe en ningún otro sitio”, explica Martínez.
La instalación tendrá una decena de atracciones y abrirá en dos fases. La primera (operativa en verano de 2021) incluirá un río lento de 500 metros para piraguas, otro rápido,un conjunto de atracciones de adrenalina con una altura de 20 metros de altura para deslizarse en flotadores para cuatro personas (solo existe uno similar en Madrid), un circuito tipo 'racer' de competición con dos calles, un conjunto de actividades con toboganes para deslizarse en flotadores de dos personas, una playa de olas y dos zonas de niños, una para edades entre cero y seis años, y otra para entre seis y doce años.
Para la segunda fase, cuya apertura está prevista en noviembre de 2021, queda la atracción del 'cañoning'.
Martínez comenta que “el parque fluvial seguirá ese concepto tan característico de Bioparc Valencia basado en despertar conciencias para cuidar el medio ambiente y en vivir la experiencia de una forma más intensa”.
El director general añade que “no solo se trata deslizarse por un tobogán, sino que todo el entorno y la recreción va a tener una similitud a los templos de Angkor, se va a tallar piedra, se van a hacer montañas con el ladrillo rojo típico de las construcciones, se van a hacer una serie de paseos con multitud de vegetación para simular una selva, se han traido puertas y ventanas de madera de la India para recrear un templo, en definitiva, no podíamos quedarnos con ese concepto de parque acuático convencional, teníamos que ofrecer algo singular y experiencial, como pasa en Bioparc”.
En cuanto al funcionamiento del parque, explica que hay una previsión de 800.000 visitantes al año. Además, la previsión a largo plazo es “que pueda estar abierto todo el año aprovechando el río lento con piraguas, así como el canyoning puesto que incluirá neoprenos para los visitantes”.
En este sentido, afirma que baranjan “la posibilidad de calentar el agua par alargar la temporada de las atracciones de agua”. En una segunda fase, barajan ampliar la oferta “con actividades de aire como tirolinas y puentes tibetanos que saldrían de la parte del canyoning y que sí que podrían funcionar todo el año”. Además, estudian también la posibilidad de abrir por las noches.
Durante el primer año de funcionamiento, “Bioparc Valencia y el parque fluvial funcionarán de forma independiente, después se estudiará la posibilidad de sacar abonos o entradas conjuntas o combinadas”, explica Martínez. Aspectos como el precio de las entradas aún están por definir.
Un parque sostenible
Una de las señas de identidad de Bioparc Valencia es la sostenibilidad y el compromiso con el medio ambiente. La compañía acaba de iniciar la campaña 'esto no plástico' mediante la cual se informa a todos los visitante de que todo el menaje desechable que sus tiendas, cafetería y restaurantes es de material orgánico compostable.
Además, están en proceso de instalación de caldera de biomasa en la que invertirán 300.000 euros para quemar la poda de su vegetación e incluso la del Ayuntamiento con el objetivo de calentar los cobijos de gorilas, de elefantes y calentar el agua de la cueva de hipopótamos.
En esta línea, el parque fluvial incluirá un sistema de abastecimiento de agua que permitirá “el aprocheamiento máximo del agua de la lluvia que se recogerá, se almacenará y se depurará para su uso”.
Así, explica que es imposible “hacer un círculo cerrado porque siembre hay una mínima cantidad de agua que se pierde por el chapoteo propio de las atracciones y por la evaporación, pero todo el parque se ha diseñado para que se pierda lo mínimo posible y para aprovechar al máximo las aguas pluviales”.
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