El fútbol español no es un juego para niños extranjeros sin papeles
Hace unos años, la FIFA (el organismo mundial que rige con más sombras que luces el fútbol mundial) sancionó al Fútbol Club Barcelona sin poder fichar jugadores durante un año por vulnerar la normativa de traspasos de menores. Poco después también fueron sancionados por esta misma razón otros dos referentes del fútbol español, el Real Madrid y el Atlético de Madrid, igual que lo habían sido antes otros grandes clubes europeos. Pues bien, esta normativa de la FIFA no sólo afecta a los grandes trasatlánticos mundiales.
La legislación de la Federación Internacional de Fútbol es aplicable en todas las categorías del fútbol federado, y por tanto, es de obligado cumplimiento en cualquier entidad que participe en las competiciones organizadas por la Federación Española (RFEF) o las diferentes federaciones territoriales españolas.
Pero, ¿qué significa esto? Principalmente, esta medida afecta a los menores de origen extranjero, independientemente de que hayan nacido o no en España. Así, un niño, para poder jugar al fútbol en cualquier club, por modesto que este sea, debe tener toda la documentación en regla. Los papeles que deben presentar son: el certificado de empadronamiento; el pasaporte del menor y de sus tutores; el NIE del niño y de sus padres o tutores; el permiso de trabajo de sus progenitores o responsables legales; sus contratos de trabajo o el certificado de estar apuntados al paro; la nómina, si están trabajando; y el certificado de escolarización del menor. A esta documentación hay que añadir el 'transfer' internacional si el menor ha competido de forma federada en su país de origen o cualquier otro, requisito imprescindible para tramitar la ficha federativa.
En la Comunitat Valenciana, cada año hay cientos de niños que no pueden participar en competiciones oficiales por no disponer de toda la documentación necesaria, de los que aproximadamente una decena de casos suelen acabar en recursos o denuncias ante la administración. Precisamente, la Sindicatura de Greuges (el defensor del pueblo valenciano) resolvía el pasado mes de enero la reclamación presentada por un equipo de Sagunto ante la imposibilidad de inscribir a tres niños en la competición en la que participaban con una serie de recomendaciones dirigidas a la dirección general de Deportes de la Generalitat Valenciana.
“Nuestro objetivo es que todos los niños, sean españoles o extranjeros, puedan competir, es decir, jugar, practicar el deporte que deseen y no queden excluidos por una cuestión burocrática”, explica el director general de Deportes, Josep-Miquel Moya, quien comenta que desde la Administración “acompañamos a quienes sabemos que han tenido algún tipo de problema”. Así, indica Moya que en la mayoría de los casos que les han llegado a la conselleria -y no sólo de fútbol, sino también en otros deportes y con otras federaciones- la tarea de “mediación” que han realizado ha surtido efecto.
Además de la mediación, también existe la posibilidad de recurrir a la vía legal. “Hemos instado al Consejo Superior de Deportes (CSD) a que resuelva este tema”, explica Moya, quien apunta que esta normativa está fuera del ordenamiento jurídico español: “El CSD ya ha actuado varias veces de forma individualizada y confiamos en que, por analogía, sirva de jurisprudencia para crear norma”. Así, insiste el director general de Deportes en que no se puede discriminar a nadie por su origen, “es un tema muy importante para nosotros”.
Desde la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana (FFCV) reconocen que la reglamentación FIFA es “muy estricta” y que, por tanto, su margen de maniobra es “mínimo”. “Nosotros podemos asesorar, ya que nos limitamos a tramitar la ficha ante la Federación Española. Si se cumplen los requisitos, adelante, si no, no se puede”, sostienen, al tiempo que aclaran que la normativa es la misma para jugadores nacionales que extranjeros, aunque reconocen desde este organismo que han visto casos “en los que piensas que es una faena, pero no puedes hacer absolutamente nada que no sea lo que se recoge en la legislación”. Actualmente, en la Federación Valenciana hay unos 95.000 jugadores federados, de los que aproximadamente el 70% son menores de dieciséis años.
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