La compra de material sanitario, una “cueva de piratas” para la Generalitat: mil toneladas de material, 63 contratos y 75 millones de euros

“Nos hemos enfrentado a unas reglas cambiantes e imposibles de planificar”. La comisionada de la Generalitat para las compras de suministros de Covid-19, define el trabajo de los últimos meses como una batalla en alta mar. “Muy pronto descubrimos que muchos estaban aprovechando nuestra tragedia para rentabilizar sus negocios, en muchos casos poco fiables. Y que el mercado mundial se había convertido, si me permiten la expresión, en una ‘cueva de piratas’ y charlatanes que vendían productos milagro que resultaban ser un fraude”.

La secretaria autonómica Maria José Mira fue nombrada comisionada para centralizar la compra de material sanitario y ha comparecido este lunes a petición propia en la comisión de Economía de las Corts Valencianes, donde ha cifrado en mil toneladas el volumen de compra del Ejecutivo hasta ahora. El balance de compras es el siguiente: mil toneladas, de las cuales 700 proceden de China, 63 contratos firmados y ejecutados y 73 millones de euros invertidos en material para la lucha contra la COVID-19. Antes de su nombramiento, la conselleria de Sanidad invirtió otros 40 millones de euros en compra de material con varios contratos autorizados a finales de febrero. Con esta cifra, considera, “hemos logrado cubrir las necesidades de material para luchar contra el Covid-19”. “Calcular la reserva estratégica necesaria es complicado, pero para los próximos meses tenemos suficiente material adquirido”, ha indicado.

El comisionado está integrado por el subsecretario de Sanidad, David Fernández; la secretaria autonómica de Economía, Rebeca Torró -uno de los vínculos principales con las firmas chinas-; la directora general de Coordinación del Diálogo Social, Zulima Pérez ; y la directora general del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial, Júlia Company.

En el mercado pirata, la Generalitat, como otros Gobiernos autonómicos, sufrieron alguna estafa. Mira ha reconocido de 160 respiradores, 500.000 mascarillas, dos millones de guantes, 140.000 buzos y 1.000 termómetros, cuyos importes han sido recuperados, aunque no ha detallado la cifra. Detectar los fraudes ha sido posible, ha expresado, por los protocolos de seguridad efectuados por profesionales del INVASSAT, entre otros centros, que trabajaron de forma voluntaria.

La brutal guerra por obtener equipos sanitarios obligó a sacar partido de la picaresca. La Generalitat tuvo que cambiar el etiquetado de algunos productos en Turquía para evitar que el Gobierno confiscara el material, como sucedió con un cargamento de respiradores adquiridos por varias comunidades autónomas que los turcos retuvieron en sus fronteras. Otros países como Alemania cesaron en la exportación de material, lo que dificultó notablemente el acceso en el mercado.

Sobre los precios de las mascarillas, que han ido fluctuando en los dos últimos meses, Mira ha respondido al diputado del PP Rubén Ibáñez que “El precio lo ha marcado el mercado”. “Las primeras mascarillas fueron a 0,65 porque no había otro precio y los profesionales no tenían mascarillas. Han ido bajando porque hemos podido ir negociando”, ha indicado.