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Refugiados, retenidos y atados por voluntarios “caza-inmigrantes” en la frontera búlgara
En la frontera búlgara con Turquía han surgido grupos de voluntarios que “cazan” refugiados e inmigrantes que cruzan ilegalmente al país. Estas 'patrullas' han pasado de recibir los agradecimientos del primer ministro, el conservador Boiko Borisov, a ser investigados por las autoridades en cuestión de una semana. Entre ambos hechos ha tenido lugar la publicación de un vídeo en el que se refleja la actuación de una de estas “patrullas”: tres jóvenes permanecen maniatados y atemorizados y reciben los gritos de estos ciudadanos.
Las autoridades han intervenido después de que un nuevo grupo nacionalista, denominado 'Destacamentos civiles para defender a las mujeres y a la fe', difundiera el lunes el vídeo sobre la “detención” de los tres aterrorizados migrantes.
En ese vídeo, grabado el domingo, se observa a varios individuos enmascarados y vestidos con ropa militar esposando a tres jóvenes a los que amenazan en un precario inglés con frases como “Volved a Turquía” y “Bulgaria no es para vosotros”. Los nacionalistas confesaron más tarde que devolvieron a los migrantes a suelo turco, algo ilegal.
La ministra del Interior, Rumyana Bachvarova, condenó esa acción y aseguró que a partir de ahora la policía vigilará tanto que migrantes y refugiados no crucen la frontera como que esos grupos nacionalistas no actúen. “Es inaceptable que cualquier civil que pretende ser patriota y que dice estar de paseo en una zona fronteriza, decida retener y devolver a inmigrantes”, escribió Bachvarova en su cuenta de Facebook.
Uno de los responsables de este vídeo y del maltrato a los tres jóvenes es Petar Nizamov, de 31 años, un vecino de la ciudad de Burgas, condenado en el pasado por palizas y venta de drogas. “Saltaron de los arbustos y nos atacaron. Los inmovilizamos con técnicas de defensa personal, sin golpearles. Los atamos con tiras de plástico porque eran agresivos”, explicó este martes Nizamov a la televisión Nova tras reconocer que es el autor del vídeo.
Este miércoles la Fiscalía de la ciudad de Burgas ha imputado a Nizamov los delitos de detención ilegal y hurto a uno de los controvertidos “caza-inmigrantes”.
“Los detenidos de forma ilegal fueron registrados por los nacionalistas, que buscaban dinero en metálico y posesiones de valor. Tras establecer que no se les podía robar nada, el imputado Nizamov y sus compañeros decidieron devolverlos a Turquía”, declaró hoy el fiscal Kaloyan Kaloyanov en rueda de prensa.
Según el fiscal, Nizamov -vecino de Burgas y condenado en el pasado por palizas y venta de drogas- será juzgado por tres delitos de detención ilegal, cada uno de ellos penado con un máximo de seis años de cárcel. “Hablamos de arrojarlos al suelo con violencia, esposarlos con cintas de plástico, patadas, amenazas con cuchillos y una pistola, y registrarles los bolsillos y las mochilas”, indicó.
Añadió que el imputado ya ha sido reconocido por los tres inmigrantes afganos como uno de los agresores y aseguraron que iba acompañado de una decena de personas a las que se intenta identificar y localizar.
Según el relato de Nizamov, intentó llamar a la policía y como no había cobertura decidieron acompañar a los migrantes hasta la frontera turca, situada a un kilómetro, donde los liberaron y obligaron a cruzar en dirección a Turquía. “Paseamos por la zona fronteriza para proteger a la patria de inmigrantes ilegales y policías corruptos”, explicó Nizamov.
La policía condecoró a una patrulla similar
La semana pasada otro grupo de nacionalistas, que se define como “Organización para la protección de los Ciudadanos Búlgaros”, retuvo a 23 personas de Afganistán en una zona cercana.
La misma organización convocó a finales del marzo una manifestación en apoyo de Dinko Valev, un vendedor de piezas de repuesto de autobuses que detuvo en la misma zona a un grupo de refugiados sirios y se convirtió en una celebridad nacional, apodado por los medios como “el cazador de inmigrantes”.
Valev, que se presenta como un patriota y dice que el país necesita a más gente como él, ha sido entrevistado por numerosos medios internacionales y solo era cuestión de tiempo que salieran otros émulos a la búsqueda de fama.
En una encuesta de la televisión estatal BNT difundida el lunes el 84% de los interrogados apoyaron estas milicias civiles y sólo el 16% se mostró en contra.
El Gobierno búlgaro teme que los refugiados y migrantes bloqueados en Grecia puedan dirigirse a su territorio, por lo que ultima una valla de 160 kilómetros en la frontera turca.
El primer ministro, el conservador Boiko Borisov, lejos de escandalizarse por la acción de estas bandas, les dio las gracias e incluso ordenó condecorar la semana pasada a los que detuvieron al grupo de 23 inmigrantes afganos.
“Hablé personalmente con ellos y les di las gracias. El Estado es de todos y aquel que nos ayude en su protección merece agradecimiento”, declaró Borisov a los medios el domingo.
Tras una orden del mandatario búlgaro, el director de la Policía Fronteriza, Antonio Angelov, se entrevistó con miembros de esa organización y los condecoró.
Más tarde, Borisov escribió en su cuenta de Facebook que sus declaraciones habían sido malinterpretadas. “El Estado no tolerará ninguna violación de los derechos y ningún tratamiento inhumano”, escribió el mandatario búlgaro.
No obstante el Comité Búlgaro de Helsinki, una ONG de defensa de los derechos humanos, criticó que Borisov haya “expresado apoyo a las redadas de caza de inmigrantes”.