Erdogan dice que Turquía no puede recibir más refugiados y pide un “reparto de responsabilidades” en la crisis afgana
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado este martes en la Asamblea General de la ONU que su país no tiene “la capacidad de absorber nuevos flujos migratorios” como el que podría ocurrir tras la caída de Afganistán en manos de los talibanes después de la retirada de las fuerzas de Estados Unidos.
“Debido a la evolución actual en Afganistán, nos enfrentamos a la posibilidad de una nueva afluencia de migrantes de ese país (...), pero ya no tenemos el potencial ni la capacidad de absorber nuevos flujos migratorios”, ha dicho el presidente turco, cuyo Gobierno ya se ha expresado en términos similares ante representantes de la Unión Europea.
Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, en Turquía hay unos cuatro millones de migrantes, de los que el 90% son sirios, aunque hay también una gran comunidad de afganos.
En su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Erdogan ha subrayado que “ya es hora de que todas las partes interesadas asuman su parte en esta cuestión” y ha pedido que la absorción de los flujos migratorios se haga “sobre la base de una carga justa y un reparto de responsabilidades”.
El líder turco ha aprovechado también su discurso para criticar la reciente presencia estadounidense en el país asiático y ha declarado que “los problemas no se pueden resolver imponiendo métodos que no tengan en cuenta las realidades y el tejido social sobre el terreno”.
“El pueblo de Afganistán se ha quedado solo. Fueron abandonados con las consecuencias de la inestabilidad y los conflictos que duran más de cuatro décadas”, ha agregado.
Conflicto con Grecia
Sobre las tensiones en la región mediterránea con sus vecinos europeos, Erdogan ha mostrado su esperanza de que “los problemas relacionados con las fronteras marítimas” se resuelvan “en el marco de la ley internacional y de las relaciones de buena vecindad”.
El pasado sábado, el Gobierno turco criticó la declaración conjunta adoptada el 17 de septiembre en Atenas por nueve países mediterráneos de la UE, señalando que “bajo el pretexto de la solidaridad entre miembros de la UE se sigue ciegamente a Grecia y a la administración griega de Chipre”.
En los últimos años, barcos turcos han perforado el fondo marítimo entre Creta y Chipre en busca de yacimientos de gas en una zona que Turquía considera parte de su zona económica exclusiva, en oposición a las reclamaciones de Grecia y Chipre basadas en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS)“ (que Ankara no ha firmado).
En este sentido, y como es habitual, Erdogan ha pedido a la comunidad internacional que escuche al Chipre turco, territorio del tercio norte de la isla cuyo Gobierno está respaldado por Ankara, pero no reconocido por la ONU.
Por otra parte, Erdogan ha anunciado que su Gobierno planea presentar el próximo mes ante el Parlamento el Acuerdo del Clima de París para su aprobación.
“Antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará (en noviembre) en Glasgow (Reino Unido), prevemos completar la fase de ratificación del acuerdo focalizado en emisiones neutras de carbono”, ha dicho.
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