El Parlamento Europeo aprueba reforzar las fronteras con 10.000 guardias con capacidad para intervenir en terceros países
El Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles –por 403 votos a favor, 162 en contra y 44 abstenciones– reforzar las fronteras con hasta 10.000 guardias de aquí a 2027 con capacidad para intervenir en terceros países. “Proponemos un reforzamiento de la guardia costera y de fronteras, financiado por el presupuesto comunitario, que se aumente en 10.000 efectivos hasta 2020”, decía el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en septiembre durante el Debate sobre el Estado de la UE.
Siete meses después, el aumento en personal de Frontex no será en 2020, sino siete años más tarde, en 2027. La eje central del Frontex reforzado, aprobado este miércoles en el Parlamento Europeo con los votos de socialistas, populares y liberales, será un cuerpo permanente de 10.000 guardias de fronteras, listos para apoyar a los Estados miembros en cualquier momento.
La agencia también tendrá un mandato más fuerte sobre los retornos y cooperará más estrechamente con los países no pertenecientes a la UE, incluidos aquellos más allá de la vecindad inmediata de la UE, explica la Comisión Europea.
La eurodiputada de Izquierda Unida Marina Albiol ha criticado duramente la reforma de la Guardia Europea de Fronteras y Costas, y ha acusado a conservadores, socialdemócratas y liberales de “hacer realidad el sueño de la extrema derecha”, al haber pactado con el Consejo y la Comisión Europea unos términos que convierten a esta Agencia en “un cuerpo paramilitar” con la capacidad de desplegar efectivos tanto en la propia UE, como en terceros países.
La Guardia de Fronteras y Costas de la UE vio la luz en 2016 con el objetivo de superar progresivamente Frontex. Sin embargo, el año pasado tanto los gobiernos de la UE como la Comisión Europea decidieron proponer una reforma que diera muchos más poderes a la agencia de los que ya tenía en un inicio.
Albiol no ha dudado en afirmar que “los responsables de estas políticas deberían ser juzgados algún día por las al menos 18.297 muertes que se han producido durante los últimos cinco años en el mar Mediterráneo. Sus políticas de cierre de fronteras, que les obligan a jugarse la vida en el mar, han asesinado a una media de 10 personas al día”. La Guardia Europea de Fronteras y Costas, ha afirmado Albiol, “es un cuerpo paramilitar con 10.0000 efectivos, con un presupuesto que ronda los 2.000 millones de euros al año para blindar fronteras, practicar deportaciones y detener a los migrantes para encerrarlos en los centros de internamiento”.
El Ejecutivo comunitario describe así las características del cuerpo: “La nueva Guardia Europea de Fronteras y Costas representa un cambio radical en la capacidad de la UE para proteger colectivamente mejor las fronteras exteriores de Europa”.
Un cuerpo permanente de 10.000 guardias de fronteras: El cuerpo permanente reunirá al personal de la agencia, así como a los guardias de fronteras y a los expertos en devolución adscritos o desplegados por los Estados miembros, que apoyarán a los más de 100.000 guardias de fronteras nacionales en sus tareas. Además, la agencia tendrá un presupuesto para adquirir su propio equipo, como buques, aviones y vehículos.
Poderes ejecutivos: El cuerpo permanente podrá realizar tareas de control y devolución de fronteras: controles de identidad, autorización de entrada en las fronteras exteriores y vigilancia de fronteras con el acuerdo del Estado miembro.
Más apoyo en el retorno: Además de organizar y financiar operaciones de retorno conjuntas, Frontex ahora también podrá apoyar a los Estados miembros en todas las etapas del proceso de retorno, y los Estados miembros seguirán siendo responsables de tomar decisiones de retorno. Este apoyo incluirá, por ejemplo, la identificación de nacionales de países no pertenecientes a la UE sin derecho a quedarse o adquirir documentos de viaje.
Cooperación más estrecha con países no pertenecientes a la UE: Frontex podrá, previa aprobación del acuerdo del país en cuestión, lanzar operaciones conjuntas y desplegar personal fuera de la UE, más allá de los países vecinos de la UE, para la gestión de fronteras y migración.
Centros de radio control: la agencia podrá establecer oficinas de control en los Estados miembros y en un país que no sea miembro de la UE (sujeto a un acuerdo) para respaldar logísticamente sus actividades operativas.