La organización SOS Racismo Madrid ha denunciado este jueves una presunta agresión por parte de agentes de la Policía a un joven internado en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, en Madrid. Según la ONG, los hechos se remontan al 10 de agosto.
La organización relata que aquel día el interno se quedó dormido en la celda a primera hora de la mañana. Cuando se despertó y quiso ir a desayunar, dicen, se encontró la verja cerrada. Entonces, explican, aunque llamó al timbre y gritó para le abriesen, “sus demandas fueron ignoradas hasta las 10 de la mañana”, apunta SOS Racismo, que se basa en el testimonio del migrante.
Fue en ese momento cuando, aseguran, se produjo la supuesta agresión. “Un numeroso grupo de agentes la Policía Nacional se personó en la celda, le empujaron al interior y le propinaron diversos golpes por todo el cuerpo causándole lesiones en el ojo, la nariz, la barbilla, la espalda, la pelvis y el brazo”, sostiene la ONG, cuyos activistas confirman que han podido “ver los hematomas y marcas que tiene en el cuerpo”. Estas celdas, recuerda SOS Racismo, no cuentan con cámaras de videovigilancia.
El joven, de origen argelino, relata a la ONG que fue trasladado al servicio médico del CIE tras los hechos. No obstante, como suele ser habitual en los casos de denuncias de agresiones en estos centros, el interno no cuenta con una copia de su informe médico, “incumpliendo una vez más los autos del Juzgado de Control”, puntualiza Sos Racismo en un comunicado. Posteriormente, el joven “fue encerrado en la celda de aislamiento durante aproximadamente 24 horas”, continúa la ONG, que recuerda que estos departamentos especiales “apenas cuentan con ventilación y espacio”.
Fuentes de la organización han explicado a eldiario.es que el Juzgado de control abrió diligencias sobre lo sucedido y el caso ha sido remitido al Juzgado de Instrucción correspondiente. La ONG exige que se lleven a cabo “las diligencias necesarias” para esclarecer estos hechos, “dirimir las responsabilidades y reparar el daño causado” al migrante.
Estas mismas fuentes también han confirmado que el joven ha quedado en libertad, pero alertan de que “todavía puede ser expulsado mediante prácticas como las deportaciones exprés que se realizan sin garantías judiciales en menos de 72 horas”.
Esta nueva denuncia por agresiones llega apenas tres semanas semanas después de la presentada el 1 de agosto, cuando la ONG aseguró que otro migrante recibió “una patada en la pierna” y varios puñetazos por parte de tres agentes horas antes de la protesta de 86 internos en el CIE de Aluche.
El Defensor del Pueblo, tras una visita al centro, pidió una copia de las grabaciones de estas protestas. El joven que denunció esta supuesta agresión policial no fue finalmente expulsado de España, tal y como alertó la ONG. El Ministerio de Interior decidió finalmente “sacarlo de la lista” del vuelo de deportación.
“Los CIE son espacios de opacidad e impunidad y, tal y como el propio Defensor del Pueblo advertía ante la anterior denuncia por agresiones presentada este mismo mes de agosto, hay diferentes prácticas que conllevan el sobreseimiento de este tipo de denuncias”, comenta SOS Racismo.
Las personas son encerradas en estos centros por encontrarse de manera irregular en España. Allí pueden permanecer privadas de libertad durante un máximo de 60 días, con el objetivo de materializar su expulsión a su país de origen. Si en ese tiempo no han sido devueltas, quedan en libertad.