Vodafone, tus móviles contaminan el planeta
Sólo en 2012 se vendieron 1.750 millones de móviles. El ciclo de vida de los productos tecnológicos cada vez es más corto. Mudamos de móvil y de ordenador como de camisa. Las compañías sacan productos nuevos cada año para que cambiemos nuestro equipo, aunque no lo necesitemos. Estos días, en nuestras pantallas, tenemos un caso real de este despropósito. Vodafone acaba de lanzar la campaña 'Nuevo cada año', en la que una chica muy moderna y ecológica, que va a trabajar en bici, alaba el placer que supone estrenar móvil cada año.
Lo que no cuentan en el anuncio, irresponsablemente, es la consecuencia que ese hábito tiene para el planeta.
Cada mes, cientos de miles de piezas de basura electrónica se acumulan en países pobres cargadas con componentes electrónicos que contienen mercurio, plomo, cadmio y otras sustancias tóxicas. Eliminar dichos residuos en Europa o EEUU es muy caro. Como está prohibido exportar basura a los países pobres, la carga llega bajo la “excusa” de donaciones solidarias de material electrónico. Pero la mayoría de esos componentes no funcionan. Enormes cementerios de residuos electrónicos procedentes de los países ricos son creados junto a pantanos, bordes de las carreteras o terraplenes.
En Nigeria, cada mes entran 500 contenedores con material electrónico para ser procesado, pero el 75% de esos elementos están averiados y son apilados en montañas de residuos que se queman a cielo abierto. En muchos casos, los encargados del reciclaje son niños, que se exponen, así, a niveles de contaminación muy elevados. La consecuencia de estos vertederos para el medio ambiente es lamentable, ya que causa cada año miles de refugiados ambientales.
El coltán (un mineral que contienen estos residuos electrónicos) financia guerras encubiertas en países africanos, como la República Democrática del Congo, que tienen graves consecuencias para su población: niños explotados, mujeres violadas, miles de desplazados.
Hasta ahora, son pocos los organismos oficiales que reconocen la figura del refugiado ambiental. Lo que está claro es que la comunidad internacional necesita dotarse de nuevos instrumentos jurídicos para afrontar estos desplazamientos masivos de población que son causados, en muchos de los casos, por la agresiva explotación de la naturaleza que hemos creado los países ricos.
Desde Alianza por la Solidaridad, ONG que trabaja por el desarrollo sostenible junto a estas poblaciones que sufren los “malos hábitos del norte”, le pedimos a Vodafone que reconsidere esta campaña y fomente una compra más responsable de los móviles promoviendo un consumo responsable.