El servicio de estudios de BBVA, uno de los más prestigiosos de España, se ha desmarcado de las previsiones generales y se ha apuntado al optimismo económico. En sus previsiones publicadas hoy, los expertos de la entidad financiera anticipan una subida del 0,9% de la economía en 2014, por encima de la previsión oficial (0,7%) o de las estimaciones de Bruselas (0,5%).
Los expertos de BBVA creen que hay datos suficientes como para decir que la fase expansiva que comenzó en el verano de 2013, con una décima de mejora del PIB, será “sostenido” y que en este último mes del año la economía crecerá al menos un 0,3%. “La recesión ha tocado fondo”, celebran. En opinión de los economistas del banco, se están dando los factores que anticipan una recuperación con el “patrón clásico”, esto es, por la vía de la ganancia de competitividad y las ventas al exterior.
En su informe, “Situación de España”, la entidad recuerda que se ha logrado devaluar los precios sin haber recurrido a la tradicional devaluación de la moneda. Pese a no haber contado con este apoyo, lo que ha llevado a bajar precios ajustando márgenes y costes laborales, BBVA cree que el dinamismo de las exportaciones españolas está aquí para quedarse, y que seguirá siendo uno de los principales motores de la recuperación en los próximos trimestres.
Es más, el servicio de estudios recuerda que “siguiendo el orden que lleva la recuperación, el incremento de la productividad y la moderación salarial han mejorado la situación de las empresas, lo que ha incrementado el excedente bruto de explotación”. Es decir, que las empresas están logrando mejores beneficios. Para el banco este es el paso previo inequívoco de que retornará en los próximos meses la inversión, una palanca que pondrá en marcha al resto de la economía.
En esta visión positiva de la economía, la entidad apuesta porque en 2014 no se destruirá empleo, algo en lo que tampoco confían los organismos internacionales. El Ejecutivo defiende que sí podría haber una tímida creación de empleo, pero gracias a los contratos precarios.
En cualquier caso, el propio banco reconoce que para afianzar la recuperación es indispensable que regrese “la financiación a proyectos solventes”.
En cuanto a los objetivos de déficit marcados por Bruselas, el banco no lo tiene tan claro. Así, dice que con la información disponible, debería acelerarse “el ajuste” en los últimos tres meses del año para poder cumplir con la meta fijada por Bruselas del 6,5% de déficit.
La entidad insiste en la necesidad de aplicar “más reformas” que sean “ambiciosas” y reconoce que el ajuste “pendiente” es significativo“.