Bruselas responde a Alemania: “Si queremos salir de esta crisis, necesitamos ser solidarios”
Una salida solidaria con herramientas comunes. Es lo que ha pedido este martes el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, a su llegada al Ecofin en Luxemburgo: “Si queremos evitar la fragmentación, si queremos enfrentar esta crisis, creo que necesitamos un mayor nivel de solidaridad y necesitamos establecer algunas herramientas comunes adicionales”.
¿Y a qué herramientas se refiere Gentiloni? “Por ejemplo, lo que hicimos con el mecanismo SURE durante la pandemia fue una propuesta interesante. Se basa en préstamos, y creo que podría ser realista. Por supuesto, no es algo que discutiremos hoy. Pero quiero dejar muy claro que nuestro objetivo es aumentar la solidaridad, evitar riesgos de fragmentación, no criticar a tal o cual Estado miembro”.
El mecanismo SURE fue una herramienta de 100.000 millones de euros captada por la Comisión Europea en los mercados, distribuidos entre los Estados que lo pedían para sufragar ERTE y suspensión temporal de la actividad de los autónomos durante la pandemia del coronavirus. España tenía adjudicados 21.300 millones de euros del SURE.
Alemania es la mayor economía de la Unión Europea. La que más músculo financiero tiene. Y ha decidido poner en marcha un “paraguas”, como lo ha bautizado el Gobierno para afrontar los disparados precios energéticos. Son 200.000 millones de euros para 2022, 2023 y 2024, “para que los jubilados, los empleados, las familias, la gente del campo y de la ciudad puedan pagar sus facturas”, en palabras del canciller alemán, Olaf Scholz.
Mientras, junto con Países Bajos, está frenando la posibilidad de imponer un tope al precio del gas importado a la UE, algo que piden 15 países, entre ellos España, por temor que pueda ponerse en peligro el suministro y a sabiendas de que su músculo económico puede hacer frente a los precios disparados mientras se subvenciona a la ciudadanía para pagar las facturas. Alemania, que todavía tiene mucho dinero, apuesta por una salida nacional y prefiere asegurarse el suministro, aunque eso signifique pagar un precio elevado.
Y esta iniciativa divide a los 27, que ven en ello un riesgo para la unidad de mercado y la igualdad de competencia, algo que también preocupa a Bruselas.
El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, por su parte, ha publicado en varios medios europeos un artículo este lunes firmado con el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, en el que expresan varias objeciones: “Para las empresas, debemos continuar nuestros esfuerzos coordinados de apoyo a fin de ayudarlas a preservar su competitividad y sus puestos de trabajo, teniendo mucho cuidado de mantener la igualdad de condiciones dentro de nuestro mercado interior. En este contexto, el plan de ayudas masivas de 200.000 millones de euros decidido por Alemania (5% del PIB) responde a esta necesidad de sostener la economía, lo cual deseamos, pero también plantea interrogantes. ¿Cómo pueden los Estados miembros que no tienen el mismo margen de maniobra presupuestario ayudar también a las empresas y los hogares? Porque, ahora más que nunca, debemos evitar que se fragmente el mercado interior, que se cree una carrera por las subvenciones y que se cuestionen los principios de solidaridad y unidad que son la base del éxito de nuestro proyecto europeo. Y más en un momento en que Estados Unidos está tomando, en el marco de la Ley de Reducción de la Inflación, medidas de un atractivo sin precedentes”.
Gentiloni explicaba este martes: “No estamos culpando a los países. No estamos discutiendo el hecho de que los países individuales y los Estados miembros inevitablemente están apoyando sus economías. Por supuesto, pedimos, que las medidas sean temporales y específicas. El punto no es criticar a ningún estado miembro, sino encontrar la posibilidad de dar algún paso más, porque si queremos evitar la fragmentación, si queremos enfrentar esta crisis, creo que necesitamos un mayor nivel de solidaridad y necesitamos establecer algunas herramientas comunes adicionales”.
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