El desplome de precios del petróleo no llega al surtidor
La cotización del petróleo Brent, de referencia para Europa, ha caído esta semana por debajo de los 80 dólares por primera vez desde 2010 y, desde junio pasado, acumula una bajada de cerca de un 30%, en una tendencia que, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y los analistas del sector, podría continuar, pero que no termina de trasladarse al surtidor. El denominado “efecto pluma” (las tenues bajadas de precios de los carburantes cuando el crudo se abarata) vuelve a repetirse, y quizás con mayor virulencia que nunca.
Los datos del Boletín Petrolero de la UE muestran cómo los precios de la gasolina en España se han mantenido estables en la última semana, mientras que los del gasóleo han subido incluso levemente, un 0,07% (0,1 céntimos), en unos días marcados por un aumento de los desplazamientos por la festividad de la Almudena en Madrid.
La caída de precios de la gasolina desde los máximos anuales de finales de junio se ha quedado en el 8,5% y en el diésel, el carburante más consumido en España, ha sido hasta ahora de sólo el 6%. Los precios de los carburantes están en niveles de 2011.
La situación actual dista bastante de la de 2008, tras la burbuja de precios del crudo que acabó con el oro negro en máximos históricos, en julio de ese año. Entonces (con los carburantes sometidos a menor presión fiscal que ahora), los precios del Brent se derrumbaron un 68% desde ese récord hasta finales del año, mientras que los de la gasolina cayeron un 35% y los del gasóleo, un 37%.
Los gráficos que acompañan esta información ilustran hasta qué punto el crudo se ha desplomado desde junio mientras que la caída era mucho menor en los carburantes. Para calcular el aumento y decrecimiento del precio del petróleo y combustibles, también se ha tomado como referencia la semana del 13 de agosto de 2007, que marcó el inicio de la crisis de las hipotecas subprime, germen de la gran crisis global que vino después.
Las petroleras españolas, agrupadas en la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), defienden que los precios de venta de las gasolinas y gasóleos reflejan “claramente” el abaratamiento de la cotización del crudo. La organización advierte de que “los precios de los carburantes no tienen una relación directa con la cotización del barril de petróleo”, sino que dependen de la cotización de la gasolina y el gasóleo en los mercados al por mayor. En concreto, la cotización internacional de la gasolina ha caído desde finales de junio un 20,3% y la del gasóleo, un 11,8%.
Hay que tener en cuenta que en la gasolina el 56% del precio final son impuestos y, en el gasóleo, ese porcentaje es del 49,8%. Desde finales de junio, el precio antes de impuestos de la gasolina se ha reducido un 14,8% y el del diésel, un 9,4%. En los precios finales también influye la devaluación del euro con respecto al dólar, ya que el petróleo se negocia con la divisa estadounidense.