Enagás supera sus previsiones de beneficio y pide una retribución regulada para la red de hidrógeno
Enagas, dueña de la red de gasoductos y operador del sistema gasista, ha reclamado este martes al Gobierno una retribución regulada para la red troncal de hidrógeno para “hacer posible una infraestructura como la que nos ha marcado Europa como objetivo”. El grupo redujo su beneficio un 8,8% en 2023, hasta 342,5 millones de euros, pero ha cumplido sobradamente sus objetivos anuales, que fijaban sus ganancias en una horquilla entre 310 y 320 millones.
En una conferencia con analistas para presentar los resultados, el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, ha explicado que la “mejor hipótesis” de la compañía “es que podamos ir a un sistema regulado” para la red de hidrógeno. Esa es la vía por la que otros países europeos “están optando” para cumplir la directiva comunitaria sobre esta materia, que marca que en 2033 haya un sistema regulado “como muy tarde”.
Aunque “es una decisión que lógicamente le corresponde al Gobierno y al Parlamento”, que “se esté contemplando una planificación vinculante hace pensar ” que esa va a ser la vía “para hacer posible una infraestructura como la que nos ha marcado Europa como objetivo”.
Según Gonzalo, con ese marco regulado, que supondría una rentabilidad garantizada, una retribución financiera antes de impuestos en el entorno del 7% sería “algo muy razonable y prudente”.
Se trataría de la retribución para la denominada red troncal, pero “no necesariamente” para el hidroducto con Francia, Barmar, “que previsiblemente se financiará de otra manera”, ya que la inversión previsiblemente va a recibir fondos europeos.
El ejecutivo ha aventurado que “seguramente” esa retribución regulada se recogería en una modificación de la Ley de Hidrocarburos. “Por lo que sabemos, el Gobierno español, que ha tenido un papel decisivo en el acuerdo político de la directiva” logrado durante la presidencia española de la UE, le da “una gran prioridad a una rápida transposición de la directiva” sobre el hidrógeno, que según Gonzalo es “una gran oportunidad de país”.
La compañía, que recientemente cerró una consulta que ha detectado un interés de las empresas por los proyectos de hidrógeno que incluso supera las previsiones del Gobierno, destacó que en 2023 batió todos los objetivos establecidos para el año, gracias a la efectividad del plan de eficiencia en gastos, financieros y operativos, al buen comportamiento de las sociedades participadas y al alto grado de ejecución del Plan Estratégico 2022-2030, superior al previsto inicialmente.
Dividendo “sostenible”
Para hacer el dividendo “sostenible” y compatible con su plan de inversiones en hidrógeno, la compañía ha anunciado un recorte de la retribución al accionista hasta 1 euro por acción para el periodo 2024-2026, frente a los 1,74 euros por título de 2023. En ese periodo, la compañía contempla unas inversiones del entorno de los 550 millones.
Enagás ha cifrado la inversión total bruta estimada en la red de hidrógeno en las infraestructuras de transporte de hidrógeno presentadas a Proyectos de Interés Común (PCI) -incluyendo la parte correspondiente del corredor europeo de hidrógeno H2Med- en unos 5.900 millones. De ellos, unos 4.900 millones corresponderán a la infraestructura española de hidrógeno y otros 1.000 millones de euros a la parte de España de los 2.500 millones de euros a que ascenderá el H2Med.
Considerando unas ayudas públicas del entorno del 40%, se estima así una inversión neta para Enagás de aproximadamente 3.200 millones de euros en el periodo 2026-2030.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Enagás en 2023 fue de 780,3 millones, un 2,2% menos, aunque también superior al objetivo anual de 770 millones que se había marcado.
Gonzalo ha dicho que en Enagás estará “atentos a las oportunidades de desinversión” o “de inversión”, para “ajustar progresivamente” su cartera de participadas a sus objetivos estratégicos, aunque no ha precisado qué activos podría vender. En 2023, la contribución de las sociedades participadas por Enagás ascendió a 199,5 millones de euros.
El año pasado los beneficios del grupo se vieron impulsados por las plusvalías netas por el cierre de la venta del gasoducto de Morelos, por importe de 42,2 millones, mientras que el beneficio de 2022 incluía el ajuste del valor contable de la participación en la estadounidense Tallgrass Energy (TGE) por importe de 133,8 millones y las plusvalías netas por la venta de GNL Quintero (132,1 millones ) y la entrada de socios en Enagás Renovable (49 millones de euros).
Los ingresos fueron de 919,6 millones, un 5,2% menos, debido principalmente a la reducción en 48 millones de los ingresos regulados en el ejercicio derivados de la aplicación del marco regulatorio 2021-2026.
El consejero delegado de Enagás ha reconocido que se ha producido una fuerte caída de los precios del gas y una menor demanda tras un invierno mucho menos frío de lo habitual. Pero ha defendido que con las siete regasificadoras flotantes que ya existen en Europa, las plantas en tierra, de las que España es líder en el continente, toman un “valor adicional”.
En España, la demanda total de gas, incluyendo exportaciones, descendió un -7,3%, pese a la recuperación del consumo industrial, del 3,9%, tras repuntar el 22% en el segundo semestre. La demanda de gas para generación eléctrica descendió en un -30,7%, después de registrar en 2022 el valor más elevado desde 2010, como consecuencia del aumento de la generación con energía renovable y al descenso de las exportaciones de luz a Francia.
En lo que respecta a las deuda neta, en el ejercicio 2023 se redujo 122 millones, hasta 3.347 millones. El grupo confía en lograr “el 100% de la recuperación” de la inversión realizada en Perú en el Gasoducto Sur Peruano (GSP), de 236 millones. El proyecto, de más de 1.000 kilómetros, fue paralizado tras el escándalo de corrupción de su socio en ese consorcio, la brasileña Obredecht. Se espera que el laudo por el arbitraje que ha abierto Enagás se dicte antes de julio.
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