Las hipotecas ofrecidas por la banca en España han logrado ser este año más baratas que la media de la zona euro. Es la primera vez en casi 10 años que sucede este cambio, ya que desde la pasada crisis financiera contratar un préstamo en España para adquirir una vivienda era sensiblemente más caro que en la media de los países del euro. Las estadísticas del BCE señalan que el aumento de los precios de estos créditos desde el pasado mes de febrero ha sido más acusado en otros países que en España, lo que ha llevado a este cambio de tendencia tras más de una década.
Según los datos del supervisor comunitario, una hipoteca firmada en abril en España a más de 10 años (el periodo más habitual) tuvo un tipo de interés medio del 1,44%. La diferencia es sensible con la media comunitaria, ya que se situó en el 1,55%. En ambos casos, las estadísticas ya muestran una tendencia al alza de los precios de este tipo de préstamos, en línea con la evolución que está teniendo el euríbor tras más de un lustro en el terreno negativo y ante la inminente subida de tipos de interés del BCE.
La gran batalla de precios que ha vivido la banca española en los últimos años en materia hipotecaria para intentar atraer a más clientes en un negocio que tenía más problemas de rentabilidad que en el pasado no había servido para que los costes se igualaran a la media europea. Si bien los márgenes se habían estrechado, las diferencias seguían siendo notorias. Justo antes de que empezara la pandemia, en España una nueva hipoteca se firmaba de media al 1,86%, frente al 1,38% de la media de nuestro entorno. A comienzo de este año la distancia se había estrechado, aunque la diferencia seguía siendo en contra de las hipotecas españolas.
Tanto la evolución en España como en el conjunto de la zona euro se aprecia cómo se está viviendo la subida de precios —hasta el mes de abril, último dato del BCE— en las hipotecas desde los mínimos alcanzados a finales del año pasado, en plena ebullición del mercado inmobiliario en todo el continente tras el inicio de la recuperación económica y el levantamiento de las restricciones. En el caso español, por ejemplo, ya se ha vivido una subida de la media, de 1 décima, mientras que a nivel europeo el crecimiento ha sido de un cuarto de punto desde los niveles más bajos, alcanzados el pasado año.
La asociación de consumidores financieros Asufin ha tratado de poner en cifras qué supone las subidas que se están viendo en el euríbor a los hogares. Según la última estimación, publicada esta semana, el índice europeo podría cerrar el mes en el 1%, cuando hace pocos meses estaba en el -0,5%. El alza sería hasta el 1,5% a finales de año. Esto se plasmaría en un aumento de 830 euros anuales si toca revisar ahora el contrato variable y de más de 1.100 euros si toca revisarlo a finales de año. Asufin toma de referencia para estos cálculos una hipoteca de 100.000 euros a 25 años con euríbor más un punto.
La normalización de la política monetaria con el fin de las compras de deuda y las subidas de tipos de interés van a provocar el final de los préstamos baratos, como se había visto durante los últimos años. El caso de las hipotecas es el que más afecta a las familias, especialmente a aquellas que tienen un préstamo firmado a tipo variable, que son la mayoría de los hipotecados, y para aquellos que vayan a firmar ahora un nuevo préstamo. En la banca se está normalizando en los últimos meses un paso de la apuesta comercial por los tipos fijos, como hasta ahora, a los tipos variables. De hecho, en el sector se ve con buenos ojos las subidas de tipos para mejorar la rentabilidad del negocio de prestar dinero. No son pocos los banqueros que en los últimos años han señalado que los tipos negativos eran una excepcionalidad que tenía que acabar en algún momento.
Pese a la subida de precios que se ha observado en los últimos meses, con los datos del BCE en la mano, los intereses que se pagan por las hipotecas están, de momento, lejos de los que se pagaron antaño. Especialmente, tras la crisis financiera. En el año 2013, justo después del rescate, las pocas hipotecas que se firmaban tenían un interés medio en España que superaba el 5,6%. En ese mismo momento, en Europa, la media estaba algo por encima del 3%.
En sus estimaciones, Asufin señala que el euribor podría llegar el próximo año al 1,9%, lo que dependiendo del diferencial contratado en la hipoteca, los intereses podrían volver a rondar el 3%. Ese nivel no lo había alcanzado España desde el año 2015, justo antes de que los tipos cayeran a terreno negativo.
Los datos del INE sobre la firma de hipotecas todavía no permiten comprobar cómo evoluciona la concesión tras la subida de tipos, ya que sus últimos datos son de marzo. En aquel mes, cuando ya había comenzado la guerra de Ucrania y crecía la incertidumbre sobre la inflación y la economía, se formalizaron en España 43.378 hipotecas, el dato mensual más alto desde comienzos de 2011. Casi tres cuartas partes, se hicieron a tipo fijo.
Las familias son las primeras damnificadas por el aumento del coste de las hipotecas, especialmente las más vulnerables, que tendrán que dedicar una mayor renta disponible al pago de estos préstamos. Un reciente informe del Banco de España alertaba de que un aumento de entre uno y tres puntos en el coste de las hipotecas elevará la carga financiera de las familias endeudadas más pobres a cerca del 35% de su renta disponible. Se acercarían así al nivel que el supervisor considera “elevado”, del 40%.
Los créditos al consumo siguen siendo más caros
Las hipotecas son la principal deuda de los españoles con los bancos, aunque no la única. La otra son los créditos al consumo, que son aquellos que no tienen una garantía —como la vivienda, en el caso de las hipotecas— y que se utilizan para adquirir bienes de consumo como los electrodomésticos o los automóviles. En este caso, España no ha convergido con Europa, de hecho la diferencia con la media de la zona euro sigue siendo importante, según las mismas estadísticas del Banco Central Europeo.
En abril de este año, la media de los préstamos al consumo en España para devolver entre uno y cinco años se cerraron en el 7,18%. En la zona euro, sin embargo, la media europea estaba en el 4,82%. Por compararlo con otros países, en Alemania se financia al 4,4% y en Francia, al 3,62%, la mitad que en España. Al igual que ocurre con las hipotecas, el coste de los préstamos al consumo han comenzado a subir desde los mínimos alcanzados a final de año. Entonces, se podía contratar este tipo de financiación por debajo del 6,5% en España. Pese al avance, los niveles se mantienen por el momento en la misma horquilla de los últimos dos años. a nivel europeo también se están encareciendo estos créditos y se encuentran actualmente a sus niveles más altos desde antes de la pandemia.