Las dos alas del Gobierno de coalición se encuentran en plena negociación para los próximos Presupuestos Generales del Estado. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya expresó este lunes que las cuentas del próximo año incorporarán una subida fiscal para que las rentas altas aporten más a los ingresos públicos. Entre las opciones que ganan enteros en la negociación se encuentra un aumento de la fiscalidad en los rendimientos del capital en el IRPF, según ha avanzado La Vanguardia y ha confirmado este medio en fuentes de las conversaciones.
Tal y como ha explicado este medio en su especial sobre La Gran Brecha, el IRPF tiene un sistema doble. El primero, grava a los ingresos procedentes del trabajo, así como las pensiones o las prestaciones sociales. El segundo, más bajo, se aplica a los rendimientos del capital, lo que incluye el cobro de intereses, alquileres o ganancias patrimoniales. Esta diferenciación provoca que el IRPF pierda su progresividad entre las rentas más altas ya que tienen un peso de estos ingresos mucho mayor que el 90% de la población.
El Gobierno tantea así elevar el tipo de IRPF para gravar a las rentas del capital que superan los 140.000 euros, según ha avanzado el diario catalán. Sería la segunda vez en esta legislatura que el Ejecutivo de coalición decide incrementar la presión fiscal de estas rentas, ya que ya aprobó en los Presupuestos de 2021 un nuevo tipo marginal que gravaba a las rentas más elevadas.
La negociación sobre esta pequeña reforma fiscal emprendida por el Gobierno se está negociando en el seno de las conversaciones entre PSOE y Unidas Podemos para formalizar un nuevo acuerdo para los Presupuestos Generales del Estado del año 2023, los que serán presumiblemente los últimos de la legislatura. Sin embargo, no todas las medidas fiscales que se apliquen en esta reforma fiscal irán incluidas en los Presupuestos, ya que algunas precisarán de una tramitación independiente.
En pleno debate sobre la fiscalidad de las rentas altas, el Gobierno ha respondido a las rebajas en el Impuesto sobre el Patrimonio en Comunidades gobernadas por el PP con una propuesta para crear un impuesto a las grandes fortunas. Es una idea que ha expuesto Montero en los últimos días y que gravaría a los grandes patrimonios de manera temporal. Por el momento no se ha planteado la letra pequeña de este nuevo tributo, que en su día había sido rechazado por el PSOE cuando fue propuesto por Podemos en el Congreso.
Se espera que en los próximos días se concreten las medidas fiscales que se acuerden en el seno del Gobierno. Para explorar los cambios, se ha desempolvado el acuerdo de Gobierno de coalición sellado por PSOE y Unidas Podemos a finales de 2019. En él, se incluía un apartado con algunos comentarios genéricos por parte de los firmantes para un “aumento de la progresividad del sistema fiscal”. “El tipo estatal sobre las rentas de capital se incrementará en 4 puntos porcentuales para dichas rentas superiores a 140.000 euros”, exponían los dos partidos en el acuerdo. Además, se añadía que “se estudiará la fiscalidad de las grandes fortunas al objeto de que contribuyan a un sistema fiscal más justo y progresivo”.
La ministra de Hacienda confirmó este martes que habrá una subida selectiva de impuestos coincidiendo con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado al referirse a un “paquete de medidas fiscales” que dará a conocer “en los próximos días”. Montero avanzó detalles de ese paquete más allá de que los retoques a impuestos que ya existen irán en el propio proyecto presupuestario y que las nuevas se plantearán a través de leyes concretas que se tramitarán por la vía de urgencia, según explicó.