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Iberdrola blinda a su cúpula en EEUU con 25 millones en caso de despido tras pagarles 18 millones

Iberdrola ha tirado de chequera para compensar a la nueva cúpula de su filial estadounidense, Avangrid. Sus cinco ejecutivos mejor pagados se repartieron el año pasado, entre sueldo y acciones, 20,8 millones de dólares, unos 18 millones de euros, según la documentación remitida a los accionistas de cara a la junta del pasado 22 de junio. Esas cinco personas acumulan blindajes en caso de despido que suman casi 30 millones de dólares (más de 25 millones de euros al cambio actual). Todos proceden de compañías adquiridas por Iberdrola en la última década.

Las cifras corresponden al primer año de andadura de Avangrid, surgida tras la fusión, a finales de 2015, de la antigua filial de la multinacional española en el país, Iberdrola USA, con la eléctrica local UIL, cuya adquisición anunció Iberdrola en febrero de 2015 por unos 2.650 millones de euros. Recientemente, esta empresa ha advertido a la SEC estadounidense (equivalente a la CNMV) del “riesgo” que supone para su modelo de negocio la eclosión del autoconsumo eléctrico en EEUU.

De sus cinco ejecutivos clave, el mejor pagado fue James P. Torgerson, consejero delegado y único que pertenece al consejo de administración de Avangrid, donde se sientan, entre otros, el expresidente mexicano Felipe Calderón (fichado hace un año y con una retribución de 65.000 dólares por esos seis meses de 2016); el exembajador de EEUU en España Alan Solomont y John Baldacci, ex gobernador del Estado de Maine (2003-2011).

Torgerson, presidente y consejero delegado de UIL desde 2006 hasta la fusión con Iberdrola USA, tuvo una retribución de 9.626.578 dólares en 2016 como primer ejecutivo de Avangrid. La mayor parte (6.590.645 dólares) correspondió a un incentivo a largo plazo en acciones para el periodo 2016-2019 que fue aprobado el 16 de junio de 2016 por la junta de accionistas de Avangrid y que consiste en la entrega a un grupo de 80 personas (consejeros ejecutivos y directivos) de hasta 2,5 millones de acciones cuyo valor de mercado actual ronda los 113 millones de dólares.

Al cambio actual, Torgerson recibió el año pasado unos 8,35 millones de euros, cifra que está a años luz de las retribuciones de los ejecutivos mejor pagados de EEUU (los diez con mejores sueldos se repartieron más de 916 millones de dólares en 2016, según Bloomberg), pero está cerca de los 9,351 millones de euros que cobró en 2016 el presidente ejecutivo de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.

Robert D. Kump, presidente y consejero delegado de Avangrid Networks y ex director financiero y exvicepresidente de Energy East (adquirida por Iberdrola en 2007), tuvo una retribución de 4.346.966 dólares, de los que 2.877.709 dólares correspondieron a un bonus en acciones; y Richard J. Nicholas, vicepresidente y director financiero de Avangrid (antes lo fue en UIL), recibió 3.305.322 dólares (2.066.364 dólares en acciones).

A gran distancia se situaron Sheila Duncan, vicepresidenta de Avangrid, directora de Recursos Humanos y Administración y ex directora de Recursos Humanos de Scottish Power (adquirida por Iberdrola en 2007), que obtuvo 2.065.567 dólares (1.164.866 dólares en acciones); y Sara J. Burns, presidenta y consejera delegada de Central Maine Power Company (CMP), adquirida en junio de 1999 por Energy East. Recibió 1.473.161 dólares, de los que 702.340 dólares fueron en acciones.

Paracaídas dorados

Burns es, no obstante, una de las que tiene un blindaje más elevado. La documentación remitida por Avangrid a la SEC (el regulador bursátil estadounidense) refleja que esas cinco personas suman indemnizaciones de hasta 29,427 millones de dólares en caso de despido, entre liquidación en efectivo, acciones y otros beneficios. Los mayores blindajes corresponden a Torgerson (hasta 9.134.326 dólares), Kump (hasta 8.534.139 dólares) y la presidenta de CMP (5.859.534 dólares).

Las cifras están muy lejos del paracaídas dorado de Sánchez Galán, que equivale a cinco años de sueldo: tres en concepto de indemnización y otros dos como compensación por no fichar por una empresa de la competencia. Es uno de los más elevados de la bolsa española.

La compra de UIL ha permitido a Iberdrola dar un salto cualitativo en EEUU, un país estratégico que, tras la llegada de Donald Trump a la presidencia, presenta importantes incertidumbres respecto al futuro de los incentivos a las energías renovables. Avangrid, que prevé invertir unos 8.000 millones de euros hasta 2020 y que el pasado 19 de julio anunció un beneficio de 314 millones de dólares en el primer semestre, un 14% más, es uno de los mayores operadores eólicos del país con 54 parques con 5.853 MW instalados (más de los que Iberdrola tiene en España).

Presente en 26 estados, cuenta con activos de más de 30.000 millones de dólares, 6.800 empleados, 2,2 millones de puntos de suministro de electricidad y un millón de usuarios de gas en New York, Maine, Connecticut y Massachusetts. Iberdrola tiene el 81,5% de las acciones y su capitalización actual ronda los 11.800 millones de euros.