Infierno, expolio, dogmatismo, estigmatización, confiscación, atraco, robo... La terminología negativa utilizada por la derecha durante los últimos años contra los impuestos en España es extensa. Tanto PP como Vox han cargado contra el “infierno fiscal” en el que presuntamente vive el país durante el Gobierno de coalición. Sin embargo, este discurso reincidente que realiza la derecha en España parece no estar calando entre los ciudadanos.
Una reciente encuesta del CIS así lo constata. El organismo realiza un estudio anual en el que pregunta sobre las opiniones de los encuestados sobre el sistema fiscal español. La última oleada, publicada hace unos días, pone de relieve cómo ha ido bajando durante los últimos años –al tiempo que la derecha elevaba el tono contra los impuestos– la idea de que en España se paga mucho por los distintos tributos.
“¿Diría usted que los españoles pagamos en impuestos mucho, regular o poco?”, le pregunta el CIS a los encuestados. La respuesta a esta cuestión ha cambiado por completo en los últimos años. Solo respecto a 2022, el porcentaje de españoles que responden que mucho ha caído en tres puntos. Pero, además, si la comparación es con 2018, cinco años antes y cuando el PSOE llegó al Gobierno, el resultado es que ha caído 20 puntos el número de encuestados que responde de esa manera. En ese mismo periodo, se ha más que duplicado el número de personas que dicen que son pocos.
Esta evolución contrasta con el discurso de la derecha, que ha acusado al Gobierno durante los últimos años de realizar numerosas subidas de impuestos. En la práctica, estas subidas se han producido en tributos que no afectan a todos los españoles, sino a cuestiones como el ahorro elevado, a sectores específicos (energéticas y banca) o los planes de pensiones. Además, la fuerte subida de recaudación de los últimos años hasta récords históricos ha estado impulsada por aspectos como la subida de la actividad económica tras la pandemia.
Por supuesto, la respuesta a esta pregunta no es la misma si se pregunta a un votante u otro. Seis de cada 10 votantes del PP y casi nueve de cada 10 de Vox defienden que son muchos los impuestos que se pagan. Ni siquiera los votantes de otras formaciones conservadoras como PNV, Junts o UPN comparten la visión de los apoyos de los dos principales partidos de derechas del Congreso. En la izquierda, solo el 15% de los votantes del PSOE y el 12% de los de Sumar creen que en España se pagan muchos impuestos.
No es la única pregunta del CIS que ayuda a conocer la opinión de los españoles sobre los impuestos. El organismo ofrece tres frases sobre los tributos, siendo la más negativa que “los impuestos son algo que el Estado nos obliga a pagar sin saber muy bien a cambio de qué”. El apoyo a esta afirmación ha caído durante los últimos años, pasando del 27% de 2018 al 20% de este año. Ha subido, sin embargo, la idea de que “los impuestos son un medio para redistribuir mejor la riqueza en la sociedad”, en una época en la que PP y Vox se han afanado por recortar la tributación a los más ricos.
En el histórico de esta encuesta, que se realiza desde comienzos de los noventa, nunca antes las respuestas más positivas respecto a los impuestos habían alcanzado ese nivel. En la derecha, sin embargo, solo el 1,7% de los votantes de Vox y apenas el 9% de los del PP defienden que los impuestos tienen una función redistributiva.
Esto se está constatando en los acuerdos que PP y Vox han sellado a nivel autonómico. En todos ellos se ha hecho referencia a la eliminación o, al menos, reducción al máximo del impuesto sobre Sucesiones. Precisamente, este tributo ha sido defendido por organismos internacionales como la OCDE como una vía de redistribución de la riqueza y de reducción de las desigualdades. A ello se suma, además, la campaña contra el impuesto sobre Patrimonio, un tributo que pagan únicamente quienes más tienen, a la que se ha unido esta semana Extremadura.
Otra de las batallas discursivas de la derecha ha sido la comparación con otros países. Se trata de una comparación en la que España sale perdiendo ya que la medida de referencia para los organismos internacionales, la presión fiscal, es más baja en nuestro país que en la media europea o en la OCDE. Esta magnitud mide el peso de la recaudación fiscal y de cotizaciones sobre el PIB. Sin embargo, parte de la derecha, especialmente la empresarial, se ha abrazado a otro término, el de “esfuerzo fiscal”, con una metodología menos clara y que no reconoce ningún organismo. Es el que usa, por ejemplo, el IEE, el think tank de la patronal CEOE y en el que España tendría más impuestos que otros países.
En el pasado, este discurso ha llegado a calar y a apreciarse en la encuesta del CIS. La mayoría de españoles consideraba que aquí se pagan más impuestos que en el resto de Europa, pese a no ser lo cierto. Sin embargo, la tendencia se ha dado la vuelta. Como prueba de ello, en la pregunta que realiza el organismo se constata que el 41% de los españoles, más que nunca, consideran que en España se paga menos que en otros países.
De hecho, tanto los votantes del PP como los de Vox incurren en el mismo error que los discursos de la derecha y los think tanks empresariales. El 48,9% de los apoyos de Feijóo y el 71% de los de Abascal consideran que en España se pagan más impuestos que en otros países europeos, frente a menos del 15% de los votantes de la izquierda.
Sin embargo, la mejora de la opinión de los encuestados sobre los impuestos no esconde algunas tareas pendientes que dependen, en gran parte, de la información que reciben sobre el sistema fiscal. El CIS también pregunta a los encuestados si consideran que reciben del Estado más o menos de lo que pagan por impuestos y cotizaciones. Aquí, casi un 60% de los ciudadanos cree que paga más de lo que recibe de vuelta.
Esta respuesta se ha mantenido más o menos en los mismos niveles desde hace años. Sin embargo, choca con los estudios económicos que se han hecho sobre ello. El centro de estudios Fedea presentó a comienzos de año un informe en el que concluía que el 80% de la población tiene un saldo positivo con la administración entre lo que paga por impuestos y cotizaciones y lo que recibe en prestaciones. Solo el 20% más rico es el que tiene un balance negativo.
No es la única percepción negativa que muestra el CIS sobre cómo funciona el sistema fiscal. Casi ocho de cada 10 encuestados consideran que los impuestos no se recaudan con justicia. Es decir, no pagan más quienes más tienen. Vinculado a ello, mayoritariamente los españoles abogan por un sistema que prime la tributación de la renta (IRPF) y en función de la riqueza de las personas y empresas.
La otra percepción negativa que apunta el CIS es respecto al fraude fiscal. El estudio concluye que hay una mala imagen de este tipo de acciones para esquivar el pago de impuestos. Una amplia mayoría considera que este fraude provoca una pérdida de recursos para los servicios públicos y amplía problemas de injusticias. Sin embargo, consideran casi 9 de cada 10 encuestados que existe “mucho” o “bastante” fraude fiscal en España.