Por qué la luz dispara el IPC: el INE solo contabiliza los hogares con tarifa regulada, el 40% del total
El IPC está en máximos de 29 años en España (5,4% en octubre) por el encarecimiento de los productos energéticos, y en especial la electricidad, que, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el mes pasado se encareció un 62,8% interanual, una cifra sin precedentes. El problema es que la foto del organismo está incompleta y la subida solo tiene en cuenta a un porcentaje minoritario de hogares.
El INE prepara cambios en su metodología, que actualmente solo contabiliza los clientes acogidos a la tarifa regulada del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC). Con ello, está dejando fuera del foco de su análisis a la mayor parte de los consumidores domésticos de electricidad: los 16,2 millones de suministros que están en el llamado mercado libre. Estos suponen más del 60% del total, según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), correspondientes a mayo.
En el mercado libre, los precios se pactan entre las partes con periodos que normalmente son de un año. En muchos casos, a estos clientes todavía no se les ha trasladado la subida exponencial que ha registrado el mercado mayorista eléctrico desde el verano. Y además este segmento se está beneficiando (como todos los suministros domésticos) de una drástica bajada (96%) de la parte regulada del recibo que fija el Gobierno (los cargos), en vigor desde septiembre. Entonces, la factura de la luz, según el INE, se disparó un 44% interanual. Pero ese incremento corresponde a los que están en PVPC.
Por eso, el organismo estadístico va a cambiar a partir de enero su metodología, para incluir también los contratos en mercado libre. La bajada de cargos aprobada en septiembre puede hacer que para una parte importante de ese 60% en el mercado libre, aquellos con contratos firmados antes de la escalada del pool, el recibo esté bajando en estos meses de precios mayoristas récord.
En el PVPC, el coste de la energía está indexado a la cotización que marca cada hora el llamado pool. Y si los clientes acogidos a él se beneficiaron en 2020 del desplome que sufrió el mercado mayorista eléctrico por la pandemia, ahora están directamente expuestos a las subidas exponenciales de los últimos meses, impulsadas por el alza del gas natural y el diseño marginalista de ese mercado, que el Gobierno está intentando modificar en Bruselas, de momento sin éxito. En octubre, el pool pulverizó todos los récords al situarse, de media, por encima de 200 euros el megavatio hora (MWh).
Pese a los sobresaltos de estos meses, a la larga, según todos los expertos, el Gobierno y la propia CNMC, el PVPC ha sido siempre y es la opción más barata para el consumidor. Así lo reconocía el jueves el consejero delegado de Endesa, José Bogas, en una entrevista en RTVE en la que comparaba el mercado libre con un “seguro” porque garantiza precios más estables que el PVPC. Bogas vio factible que se cumpla la promesa de Pedro Sánchez de que el precio de la electricidad acabe el año en niveles similares a los de 2018. Pero “el objetivo ahora no es tanto que la tarifa sea como la de 2018, sino que todos los consumidores paguen una tarifa cercana” a ese año.
Algo que, dijo, será complicado para los consumidores acogidos al PVPC, mientras que en el mercado libre se están pagando “tarifas por debajo de 2018”.
Consulta pública
El PVPC lleva años en retroceso, en una tendencia que muy probablemente ha agudizado la actual coyuntura y la proliferación de ofertas a precio fijo que llevan semanas promocionando las eléctricas. Y el modelo actual puede tener fecha de caducidad. Este fue implantado tras otra crisis de precios en 2013 por el Gobierno del PP, que enterró la subasta trimestral que hasta entonces fijaba la tarifa regulada, la cual favorecía la especulación y se tradujo en sobrecostes millonarios para los consumidores.
Ahora, el Gobierno ha abierto una consulta pública para reformar el PVPC y hacerlo menos sensible a las oscilaciones del pool. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya ha advertido de que será a costa de una mayor prima de riesgo para el consumidor. Las eléctricas llevan años pidiendo esa reforma, que evitaría tener los récords del mercado mayorista en las portadas de los medios de comunicación. Han pedido fijarse en Portugal, con precios anuales y mucho más estables. El país vecino comparte mercado mayorista eléctrico con el español. Pero allí la inflación se situó en octubre en apenas el 1,8%, frente al 5,4% de España.
En cualquier caso, la reforma del PVPC no va a ser inmediata. Habrá que decidir qué modelo se adopta y someter a audiencia pública la norma que en su caso elabore. Además, como explica a elDiario.es el director de Regulación de Endesa, Juan José Alba, si se trata de introducir una señal de precio a plazo, “se tiene que hacer con tiempo” y ahora “no es el momento” porque los mercados están todavía muy altos, con futuros superiores a los 100 euros/MWh para todo 2022.
“El tema del PVPC es un arreglo que hay que hacer pero para el futuro”. “Lo de ahora no lo arreglamos mágicamente cambiando la forma de cálculo”, resume Alba.
A corto plazo, y para intentar proteger a los consumidores en PVPC, una de las opciones que baraja el Gobierno es que los productores de renovables que tienen una retribución garantizada (con una rentabilidad del 7,4%) puedan adelantar la devolución de los ingresos extra que deben reintegrar en el futuro como consecuencia de las subidas del pool. Pero hay muchos intereses en juego. El diálogo con el sector que Teresa Ribera anunció hace unas semanas no se ha traducido por ahora en medidas concretas.
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