Mercadona enciende a una urbanización de lujo de Madrid con sus planes para una 'darkstore'
La urbanización de El Bosque, perteneciente a Villaviciosa de Odón (Madrid), tiene dos calles principales, de doble sentido y aceras estrechas. Una es la calle Miño, que sale del campus de la Universidad Europea y llega a las urbanizaciones vecinas de Boadilla del Monte, compuestas por casas individuales con piscina y jardín. La otra es la calle Duero, de paisaje similar. A un lado y a otro de la calzada hay grandes chalets —no adosados—, poco movimiento y mucha vegetación.
“Es la única urbanización de Madrid que está en medio del monte. Hay especies protegidas, nidos de águilas imperiales”, dicen orgullosos Ramiro y Javier, dos de sus vecinos. “Y hay gente que ha hecho un esfuerzo muy grande para venir a vivir aquí. Lo mires por donde lo mires, es un atropello”.
Ramiro y Javier residen en El Bosque. Hace un mes supieron que el Mercadona de la zona pretendía cerrar y reconvertirse a supermercado online. “Durante el verano empezamos a ver movimiento, hasta que alguien levantó la liebre y nos pusimos todos en contacto”, relatan. “El vecino que vive enfrente lleva protestando desde septiembre y está muy quemado, pero el resto no teníamos ni idea. A través del chat nos hemos organizado, movilizado y hecho ruido. Ha sido una explosión”.
El Mercadona en cuestión está cerca de la calle Duero, en una perpendicular. Es el único lugar de la urbanización en el que hay vida, porque a su lado está el colegio (un centro privado y bilingüe) y una pequeña galería comercial, con el veterinario, la farmacia, algún restaurante y un bar. La parcela tiene casi 6.000 metros cuadrados e incluye el aparcamiento y un pequeño almacén. Mercadona no es propietaria: la alquila. Aunque el supermercado sigue abierto con normalidad, los vecinos aseguran que el tráfico de furgonetas y tráileres ha aumentado en los últimos meses y que parte del aparcamiento, donde antes había plazas para clientes, ha quedado en exclusiva para esta actividad.
“Se nos ocurrió enviar cartas a la empresa. Nos llamaron de vuelta y se ofrecieron a venir”, añade Borja M., otro vecino movilizado. “Han estado aquí varias veces contándonos el plan y resolviendo dudas, pero es una labor de evangelización”. Con lo que les ha explicado la empresa, entienden que está haciendo pruebas antes de la reconversión total.
Por la información que manejan los residentes de El Bosque y la que ha dado el primer teniente de alcalde en el pleno, el proyecto consiste en montar una darkstore. Las darkstores (en español, tiendas oscuras) son pequeños almacenes, muchas veces ubicados en el interior de las ciudades, para servir pedidos a domicilio. Son el equivalente en el sector supermercados de las ghost kitchens (cocinas fantasma) en la restauración. En España hay cadenas que ya tienen sus propias darkstores, como el grupo DIA, que ha reconvertido varias tiendas.
Hasta la fecha, Mercadona ha abierto tres grandes almacenes en polígonos industriales para servir pedidos online. Son las llamadas 'colmenas', en la jerga de la compañía, optimizadas con tecnología propia. La primera abrió en Valencia (Vara de Quart), la segunda en Barcelona (Zona Franca) y la última en Getafe, en Madrid. Fue en pleno confinamiento, el pasado 20 de abril, y tras haber tenido cerrada la web durante semanas debido a la alta demanda. La cadena aceleró los planes de apertura de esta última 'colmena' “para dar respuesta a las necesidades de sus 'jefes' [clientes]” y empezó a repartir en varios distritos de la ciudad.
Mercadona mantiene dos webs distintas para el envío a domicilio. Los códigos postales a los que llegan las 'colmenas' hacen sus pedidos a través de la nueva web. Al resto se les redirecciona a la antigua, mucho menos intuitiva. En estos casos, la compra la hace un trabajador en un supermercado como si fuera un cliente normal. Es un sistema arcaico y poco rentable para Mercadona, que se está quedando atrás en la carrera de la venta online, según la última información compartida por la consultora Kantar (Amazon y El Corte Inglés destacan en este segmento). De ahí que esté explorando nuevas vías para acelerar su expansión digital.
“Supermercado sin clientes”
En el pleno del pasado 22 de febrero, el primer teniente de alcalde de Villaviciosa, Miguel Ramón Lucero (PP), dio detalles sobre los planes de la cadena en El Bosque. “Se ha solicitado licencia para realizar obras de ampliación y adecuación. Este proyecto aún no ha sido estudiado y para su aprobación es necesario aprobar el estudio de viabilidad (...) Se puede avanzar que la licencia solicitada contempla la ampliación de un espacio en planta baja, la creación de un muelle de carga y descarga con zona de exposición así como la reforma interior del supermercado”, dijo. “Se trata de una actividad del mismo uso que la anterior: uso comercial, con la mera diferencia de que se sustituye el público que accede al establecimiento por trabajadores que preparan los pedidos”.
Los trabajadores prepararán los pedidos “tal y como lo harían los clientes” y no como lo haría, por ejemplo, Amazon. La definición que dio Lucero sobre el plan de Mercadona fue la de “supermercado sin clientes”. De esta forma, explicó, no es necesario cambiar la calificación ni el uso de la parcela.
Los vecinos —que han creado cuentas de denuncia en las redes sociales y colocado pancartas de protesta frente al supermercado— accedieron al proyecto de Mercadona como pudieron. “El Ayuntamiento no lo comparte, ni a la asociación de vecinos ni a partidos políticos”, afirma Borja M. “Nos han dejado leer un proyecto, no sabemos si el mismo que han presentado, durante un máximo de una hora y sin poder hacerle fotos”. En este documento, del que hay una copia física en la sede de la entidad urbanística (una especie de “ayuntamiento” de la urbanización) han visto que la idea es techar el aparcamiento y que, entre otras cosas, está proyectada una “sala de coordinador de colmena”. “Preguntamos a Mercadona sobre esa sala y nos dijeron que la responsable de la colmena de Getafe iba a llevar esto”, añade.
Su principal preocupación es el tráfico. Si el supermercado va a ser exclusivamente online, de allí saldrán más furgonetas y llegarán más camiones tráiler, que tendrán que atravesar la urbanización por la calle Duero: para bajar a Villaviciosa y continuar a Madrid o para subir a Boadilla y coger la M-50.
“El arquitecto nos dijo que con dos furgonetas reparten a toda Villaviciosa. De inicio, según el proyecto, se habilita un espacio para hasta 32 furgonetas de reparto. Hemos preguntado varias veces a qué otros pueblos darán servicio, pero nos dicen que aún están probando y no nos los dan”, continúa Borja M. El argumento de la empresa es que no habrá más, sino menos ruido, porque ya no irá ningún cliente con su coche particular. En declaraciones a este medio, Mercadona asegura que “ha actuado desde el principio con total transparencia con los vecinos y la entidad urbanística que los representa compartiendo con todos la propuesta para recoger sus aportaciones”.
La oposición vecinal ha provocado que el Ayuntamiento de Villaviciosa pida a Mercadona que reconsidere su propuesta. En una nota publicada en la web, el consistorio explica que el alcalde mantuvo una reunión con los responsables de la empresa en la que expresó “el malestar y disconformidad de los vecinos de El Bosque. En la actualidad, la consulta trasladada al Ayuntamiento para el cambio de modelo de negocio está siendo estudiada por los técnicos municipales. No obstante, en su firme defensa de los intereses vecinales, el regidor les ha pedido que reconsideren esta intención y, en su caso, que contemplen su traslado a otra zona que se adecúe mejor a sus necesidades empresariales”.
Los vecinos temen que si Mercadona no reconsidera el proyecto y los técnicos dan el visto bueno, esta petición de reconsideración sirva solo para que el alcalde se lave las manos. “Lo que queremos es que no hagan esta actividad aquí porque nos perjudica a todos los niveles”, zanjan los tres vecinos, Ramiro, Javier y Borja. “Y que si tienen que cerrar, que cierren y venga el que tenga que venir”.
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