Renfe prepara una subida del billete de Cercanías mientras más de 10 millones de viajeros al año sufren incidencias
El percance de Mariano Rajoy esta semana en la inauguración del AVE Madrid-Castellón, parado 22 minutos en un cambio de vía, es una manifestación palpable de las dificultades que afronta la red ferroviaria en España. Ni siquiera se libró de los problemas técnicos que asolan la infraestructura el flamante viaje inaugural del presidente del Gobierno en la joya de la corona ferroviaria. La alta velocidad se lleva el 70% de las inversiones pese a no suponer más de un 5% del total de los trayectos, según datos que ofrece la Coordinadora Estatal por un Tren Público, Social y Sostenible.
En el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2017 se destinaron 4.471 millones de euros al ferrocarril (sin diferenciar AVE y convenionales), de los cuales 334 fueron a Cercanías y proximidad (un 7,47% del total), según datos de Fomento. El Ministerio de Hacienda, que realiza un cómputo distinto, habló de 3.056 millones, un descenso del 29,2% respecto al año anterior. El departamento que dirige Íñigo de la Serna ha anunciado próximas inversiones en Cercanías.
Si hablamos de los trenes que realmente más utilizan los ciudadanos, la situación empeora. Según datos a los que ha tenido acceso eldiario.es, más de 10 millones de viajeros de cercanías sufren averías e incidencias cada año, la mayoría en Madrid y Catalunya (4,07 y 5,6 millones respectivamente en 2017).
Entre las causas, la mayoría tienen que ver con averías en material motor (49,9% en Madrid), aunque por ejemplo en el caso de Catalunya hay más incidencias relacionadas con la gestión de la circulación (38,5% del total). También se deben a causas externas como accionamientos del freno o, en menor medida, arrollamientos.
En los primeros días del año, 897 trenes de Cercanías en Madrid se han visto afectados por incidencias, según ha informado CCOO. Según este sindicato, los responsables son “la reducción y escasez de recursos y personas en el área de mantenimiento de Renfe Operadora, así como que el 50 por ciento de los mantenimientos habituales estén externalizados en diversas empresas”.
Según CCOO cada vez “aumentan más las roturas de carril”, además de que la misma vía se utiliza para la circulación de Cercanías, Regionales y Grandes Líneas, “por lo que cualquier incidencia en uno de ellos repercute gravemente en el resto”.
El presidente de Renfe, Juan Alfaro, afirmó el pasado 15 de enero que se revisarán las tarifas de Cercanías y media distancia en febrero, aunque está pendiente de la aprobación en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos.
Datos dispersos y poco sistematizados
Los datos están dispersos y poco sistematizados. Según explica el portavoz de la Coordinadora Estatal por un Tren Público, Social y Sostenible y miembro de IU José Luis Ordóñez “hay una total falta de transparencia en España en materia de infraestructuras, tanto en ferrocarril como en puertos, aeropuertos...procuran mantener los datos en la mayor oscuridad”. Es el Ministerio de Fomento el que gestiona las redes, en el caso del ferrocarril junto a Renfe (trenes) y ADIF (infraestructura ferroviaria).
Por su parte, el secretario general del sector ferroviario de CGT, Antonio Cantarero, recuerda cómo se potenció la red de Cercanías cuando en los ochenta se crea la de Madrid, para unir su cinturón urbano. “Pero ya no hay suficiente personal, todo va para el AVE, que está muy bien, pero no a costa de lo que usa la gente corriente, los trabajadores. Su compañero sindical encargado de coordinar la zona Sur, Diego Rodríguez, asegura contar con datos que demuestran que se están licitando trabajos que serían mucho más baratos de ser realizados por personal de ADIF.
“En Cercanías todo se nota más, al haber más concentración de trenes cualquier avería supone una acumulación de retrasos”, explica. Pero también destaca el “olvido” de la media distancia y de las inversiones en los trenes que unen las distintas regiones de Extremadura, en especial las conexiones norte-sur. “Se está trasvasando dinero público a las empresas y cada vez hay menos trenes”, lamenta este ferroviario.