La farmacéutica estadounidense Pfizer, fabricante de, entre otros medicamentos, la famosa Viagra, ha desvelado este lunes sus planes para comprar su rival irlandesa Allergan, que produce el Botox.
La operación, la mayor en la historia del sector, valora Allergan en cerca de 160.000 millones de dólares, deuda incluida (unos 150.000 millones de euros), al establecer una valoración de 363,63 euros para cada título de la compañía irlandesa, lo que representa una prima superior al 30% con respecto a su cotización del pasado 28 de octubre, cuando trascendió que ambas partes negociaban su fusión.
Los accionistas de Allergan recibirán 11,3 acciones del grupo resultante por cada uno de sus títulos, mientras que los de Pfizer recibirán una acción por cada una de sus acciones, según indicaron las compañías en un comunicado. Las partes prevén tener completada la integración para finales del año que viene. Según Pfizer, los ahorros de costes (sinergias) a lo largo de los tres primeros años tras la conclusión de la operación superarán los 2.000 millones de dólares.
La transacción, la mayor operación corporativa en lo que va de año, va acompañada de polémica en Estados Unidos porque Pfizer, que tiene su sede en Estados Unidos desde hace 165 años, planea trasladar la sede del grupo resultante a Irlanda, domicilio del grupo adquirido, donde la presión fiscal es muy inferior. La decisión coincide con un momento en el que el Tesoro estadounidense planea endurecer las medidas para disuadir este tipo de estrategias.
Según Financial Times, el grupo resultante soportará una tasa fiscal de entorno al 17-18% de sus beneficios en su primer año completo de existencia, frente al 26% que soporta Pfizer actualmente.