Primera jornada de la huelga en el sector del transporte de viajeros, de los conductores de autobuses urbanos e interurbanos y de grúas, de los varios paros previstos de aquí a que acabe el año para reclamar que los profesionales del sector puedan adelantar su jubilación por la peligrosidad de su trabajo.
Los paros de este lunes, de momento, están marcados por el cumplimiento de los servicios mínimos, la ausencia de incidentes y, también, por los retrasos y las colas de usuarios en las estaciones e intercambiadores de toda España.
“He tardado unos 15 minutos más en llegar a Madrid, es bastante pero asumible porque ya sabía que hoy podía pasar”, explica a elDiario.es Elvira, que acaba de llegar de Alcalá de Henares al intercambiador de Avenida de América. “Lo que no sé es por qué han convocado la huelga”, añade. “Tendrán sus razones”.
En este intercambiado madrileño se juntan los tres sectores de autobús que hoy viven paros, los urbanos, los interubanos y los de larga distancia. Mientras en los primeros, las colas de espera son algo más largas que lo habitual, en los de larga distancia son inexistentes, a la espera de los próximos autobuses que, a media mañana del lunes, partían a Bilbao y Aranda de Duero.
María del Mar, trabajadora de la EMT de Madrid, explica que lleva 20 años conduciendo autobuses. “Reivindicamos la penosidad que tenemos los conductores de autobús. Trabajamos muchas horas y llevamos viajeros. Pedimos poder jubilarnos antes porque, con 65 años, llevar un autobús, es duro. Se te cruzan coches y los reflejos bajan, ya no tienes la misma capacidad”, explica en la movilización ante la Delegación del Gobierno en Madrid. En total, varios centenares de profesionales del sector que corean cada autobús urbano que pasa y hace sonar su bocina. Uno de los manifestantes, que trabaja para empresa de autobuses interurbanos del sur de Madrid pone ejemplos a los problemas de salud que sufren. “Tenemos muchos problemas de espalda, de la vista o varices. Pasamos muchas horas sentados”.
En la protesta, Juan Carlos Gutiérrez, comité de huelga de Carreteras de UGT, asegura que reclaman una reivindicación histórica, para dar seguridad jurídica a las plantillas. “Los coeficientes deben decidirlos el Gobierno. Entendemos que un trabajador de más de 60 años no debe estar en el volante porque puede perjudicar a los viajeros”.
En esta jornada de paros se están cumpliendo los servicios mínimos, que los sindicatos han calificado como abusivos. “Son desproporcionados, pero hay que cumplirlos”, asume Francisco José Vegas, secretario general del sector de Carretera y Logísticade FSC-CCOO.
Sobre el acuerdo con las patronales, el representante de CCOO apunta que son estas las que se han levantado de la mesa. “Nuestro objetivo no es la convocatoria de una huelga. Lo que queremos es que se inicie un expediente para que se pueda poner en marcha la jubilación anticipada. Hasta ahora la patronal está anteponiendo el coste económico a la salud laboral y a la seguridad vial”.
Jornadas de huelga
La semana pasada, los sindicatos y las patronales del sector se reunieron para tratar de llegar a un acuerdo y suspender la huelga, prevista además de para este lunes, para el 11, el 28 y el 29 de noviembre. También para el 5 y el 9 de diciembre e indefinida a partir del 23 de diciembre, salvo que haya un acuerdo antes. Tanto los sindicatos como las principales patronales del sector han asegurado que las negociaciones van a continuar. En este tema contamos todas las claves de esta movilización.
A última hora del jueves pasado ya hubo un acuerdo entre las empresas del transporte de mercancías por carretera y los representantes de los trabajadores, que reclamaban las mismas medidas que los conductores de autobuses y grúas. En concreto, instan a abrir la puerta a la jubilación anticipada de las personas conductoras, que pasa por la aplicación de coeficientes reductores por la “penosidad y peligrosidad de la profesión”. Los trabajadores consideran que esa peligrosidad supone un problema para ellos mismos y para terceros. También, que ya “pagan seis veces más que otros trabajadores en su cotización en lo que se refiere a accidentes de trabajo y enfermedades profesionales”.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha denunciado este lunes, en relación a la huelga de conductores de autobuses convocada para este lunes por su sindicato y CCOO, que “no hay un país de la UE en el que los conductores deban arrastrar su vida laboral hasta los 67 años como ocurre en España”.
“La patronal tiene que ser consciente de que el sector necesita mejoras en el convenio colectivo. No se puede estar cada día llorando porque no encuentra gente para trabajar y luego en la negociación del convenio no hace ni una propuesta que nos permita avanzar”, ha criticado.
Álvarez ha afeado el “cinismo” de la patronal: “Esto se ha acabado. El sector del transporte en nuestro país tiene que encontrar un primer acomodo en el contrato relevo a partir de los 63 años y esto hay que llevarlo a los convenios colectivos”, ha defendido.
Hay que recordar que, hace unos meses, CCOO y UGT ya llegaron a un acuerdo con el Ministerio de Seguridad Social, en la última reforma de pensiones, que ya contempla un nuevo procedimiento para acceder a las jubilaciones anticipadas por penosidad, que se tiene que desarrollar en un reglamento, además de la modificación de la jubilación parcial y el contrato relevo.
La Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO apunta que son las patronales Confebus y ATUC, que suman 95.000 trabajadores, las que “podrían firmar conjuntamente con los sindicatos la solicitud de inicio de procedimiento de aplicación de coeficientes reductores y la jubilación parcial voluntaria para sus trabajadores” y que “a pesar de que estas medidas son el resultado de los acuerdos tripartitos del diálogo social, estas patronales bloquean que se puedan poner en marcha”.
La Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús) defiende que la jornada se está desarrollando “casi con total normalidad”, con un grado del 95% en el cumplimiento de los servicios mínimos, y con algunos incidentes provocados por los piquetes. “Hasta el momento se contabilizan una treintena de lunas rotas, lo que está impidiendo que estos vehículos realicen los correspondientes servicios”, asegura la patronal del sector.
En la Comunidad de Madrid, los servicios mínimos son de hasta el 75% en urbanos y 80% en interurbanos en horas punta, descendiendo al 50% y 45%, respectivamente, el resto de horas. En Cataluña, son del 40% en horas punta y del 20% en horas valle. En cuanto a los autobuses estatales de largo recorrido, son del 50% durante todo el día.