Renfe es condenada a pagar 12.500 euros a un maquinista y a CGT por vulnerar su derecho a huelga
Condena a Renfe por vulnerar el derecho a huelga. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha estimado parcialmente el recurso de CGT y un maquinista, que reclamaban a la empresa pública una indemnización por haber vulnerado su derecho a la huelga en unos paros en julio de 2018. En primera instancia, la magistrada constató la violación del derecho fundamental, pero no reconoció ninguna compensación económica por ello. Ahora, el TSJ catalán impone a la operadora ferroviaria el pago de una indemnización por daños morales de 6.251 euros para el trabajador y otros 6.251 euros para el sindicato, convocante de la huelga. Fuentes de Renfe responden a este medio que recurrirán la sentencia ante el Supremo.
Los hechos se remontan a julio de 2018. El sindicato CGT había convocado paros parciales para el día 27: de 00.00 horas a las 2.00h, de 7 a 9 horas y de 16 a 18 horas. El maquinista tenía asignado para ese día un turno y la conducción de un tren, con el que finalizaba la jornada a las 8.05h, pero el tren fue suprimido de la circulación.
Sin embargo, Renfe entregó al trabajador el día 25 una carta de servicios mínimos por la que debía acudir a su puesto “para llevar a cabo los Servicios Esenciales previstos para ese día”. En concreto, el servicio mínimo que se le asignó fue desplazarse como “viajero” en un tren de Cervera a Lleida, con llegada a las 8.40 horas a esta ciudad, residencia del trabajador, que el día anterior terminó su jornada por la noche en Cervera. Además, Renfe mandó un maquinista en taxi desde Lleida a Cervera para conducir ese tren que estaba incluido en los servicios mínimos esenciales. “Movilizó a dos maquinistas en un mismo tren, uno para que solo viajara como pasajero, para cumplir servicios esenciales”, critican en CGT.
El maquinista, que tenía voluntad de secundar los paros, se quejó el 26 de julio a la persona que repartía los servicios de que se estaba vulnerando su derecho a la huelga, según recogen los hechos probados de la sentencia, a la que ha tenido acceso elDiario.es. El trabajador tuvo que cumplir con el desplazamiento como “viajero” en la mañana de huelga, dentro de uno de los paros convocados, por lo que denunció, junto con el sindicato CGT, la violación de este derecho fundamental.
La parte demandante expuso que los servicios mínimos no eran tales “sino ficticios o innecesarios, con la finalidad de que no pudiera ejercer el derecho de huelga ese día, vulnerando así el derecho fundamental”. Por su parte Renfe alegó que no se produjo ninguna conducta vulneradora de la empresa, ya que “no se le asignó ningún servicio”, solo el servicio mínimo de ir en tren como viajero hasta su residencia después de que el trabajador “disfrutara del descanso mínimo de 9 horas”.
La magistrada de primera instancia concluyó a la vista de los hechos que sí existió vulneración del derecho a huelga por parte de Renfe, pero no estimó la demanda de una indemnización. “No hay ningún razonamiento o exposición de circunstancias de las que se pueda derivar la existencia del daño moral cuya reparación se solicita, ni perjuicio para el trabajador o para el resultado de la huelga en un único día de huelga”, argumentó la jueza.
Indemnización para reparar daños y evitar que se repita
El trabajador y CGT recurrieron ante el TSJ de Catalunya para exigir la indemnización, que los magistrados han estimado. La sentencia recoge que, una vez probada la vulneración de este derecho fundamental, “debe establecerse la reparación de sus consecuencias negativas, incluido el daño moral mediante el abono de una indemnización”.
En el caso del trabajador, la demanda reclamaba 6.251 euros por daños morales derivados de no haber podido ejercer su derecho a huelga ese día, tras haberse quejado además de la imposición de esos servicios mínimos en su opinión innecesarios. Los magistrados estiman esa cantidad, equivalente a una infracción muy grave en su grado mínimo según la LISOS (Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social), que se utiliza en ocasiones como referencia para imponer estas compensaciones económicas.
CGT por su parte reclamaba 43.752 euros por daños morales, entre otros motivos, por un supuesto desprestigio del sindicato de cara a la plantilla, un perjuicio en la jornada de huelga convocada, que además estaba limitada solo a unos paros horarios y su denuncia de la reiteración de Renfe: “Es una actividad constante de la empresa”.
Conforme al relato de los hechos probados, los magistrados consideran que no queda probada “la significación de un porcentaje de seguimiento menor del que podía haber sido, pero tampoco de la producción de un desprestigio del sindicato que debiera restituirse”. Sin embargo, sí consideran que deba reconocerse una indemnización a la organización anarcosindicalista. “El sindicato convocante vio vulnerado el derecho a la libertad sindical en cuanto que integra la libertad a la actividad sindical y es manifestación de ello el derecho a la huelga”, recoge el fallo y los jueces apuntan que, según doctrina del Supremo, “no puede existir un acto lesivo que no lesione nada, y eso es una cuestión distinta de la cuantificación del mismo, que va a ser incluida por circunstancias como, por ejemplo, la intensidad o gravedad del acto que ha generado el daño moral”.
Dadas las circunstancias del caso, el TSJ impone la misma indemnización de 6.251 euros para CGT, ya que aunque no consta un “daño específico a su imagen y estima frente a los propios trabajadores convocados a la huelga”, los magistrados consideran que la compensación económica responde “a esa función preventiva y/o disuasoria”, encaminada a impedir la adopción de “medidas empresariales en el futuro idénticas o parecidas conductas ilícitas”.
Fuentes de CGT celebran la imposición de la indemnización, aunque aseguran que ya tuvieron una sentencia muy similar en el pasado en Barcelona, con las mismas cuantías de indemnización, “y Renfe sigue usando estas prácticas”. El sindicato tiene abiertos varios procedimientos judiciales “idénticos o casi” por supuestas vulneraciones del derecho de huelga en paros convocados en 2019. “Esperamos que esto sirva de disuasión, pero Renfe es una empresa muy grande y parece que por el momento no le ha importado mucho”, lamentan.
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