Villar Mir renueva a su yerno en la multinacional Ferroglobe en pleno juicio de Bankia y tras la condena por las black
Ferroglobe, multinacional metalúrgica participada al 53,9% por el Grupo Villar Mir, del exministro Juan Miguel Villar Mir, ha propuesto renovar como consejero en su próxima junta de accionistas a su presidente ejecutivo, el poliimputado Francisco Javier López Madrid, yerno del octogenario empresario y, a su vez, consejero delegado del Grupo Villar Mir.
La reválida del compi yogui de los reyes de España llega en pleno juicio por la presunta estafa en la salida a Bolsa de Bankia, un macroproceso que se desarrolla desde hace meses en la Audiencia Nacional en el que el yerno de Villar Mir es uno de los 35 acusados y que se ha cobrado la cabeza de Ángel Acebes en Iberdrola (“He tenido que dejar un consejo de administración hace un mes”, lamentaba el exministro en marzo).
La reválida, recogida en la convocatoria de la asamblea anual que Ferroglobe celebrará el 27 de junio en Londres, es también la primera renovación como vocal del financiero desde que, en octubre, el Supremo ratificó la condena contra él por las tarjetas black.
López Madrid, que fue consejero de Bankia en representación de la patronal madrileña CEIM, fue condenado por el Alto Tribunal a seis meses menos un día por apropiación indebida por gastar 34.807 euros con su tarjeta black. En su último informe anual, al repasar los procedimientos judiciales que encara su primer ejecutivo, Ferroglobe despacha en un párrafo esa sentencia, que redujo en un día la condena previa de la Audiencia Nacional, al señalar que ha sido condenado con un papel secundario (utiliza el término inglés “accesory”) y “con una mínima sanción que abonó el 28 de febrero de 2019 con el pago de una multa de 7.160 euros. El caso está ahora cerrado”.
La convocatoria de la junta remitida esta semana a la SEC estadounidense incluye también la propuesta de renovar como vocal a, entre otros, Juan Villar-Mir de Fuentes, cuñado de López Madrid, presidente no ejecutivo de OHL y vicepresidente ejecutivo del Grupo Villar Mir; y la reelección como auditor de Deloitte, firma que audita las cuentas de OHL desde hace tres décadas.
Acumulación de procesos
A López Madrid, que el año pasado cobró como ejecutivo de Ferroglobe 3,29 millones de dólares (unos 2,91 millones de euros), se le acumulan los procesos judiciales relacionados con presuntos delitos económicos. Está imputado en la trama Púnica desde 2016 y, desde 2017, en el 'caso Lezo', por el presunto pago de una comisión de un millón y medio de euros en 2007 a cambio de la adjudicación a OHL (de la que entonces era consejero) del fallido tren de Cercanías a Navalcarnero.
Esta semana, El Español avanzaba que, según un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) incorporado al caso Púnica, López Madrid constituyó junto al exconsejero de Esperanza Aguirre Francisco Granados entre 2012 y 2014 una sociedad para vehiculizar presuntas comisiones de OHL a cambio de “favores políticos”. El objetivo de esa sociedad, según El País, habría sido blanquear una mordida de 800.000 euros por la citada adjudicación.
Surgida de la fusión a finales de 2015 entre FerroAtlántica y la estadounidense Globe Specialty Metals, Ferroglobe lleva tiempo inmersa en una grave crisis bursátil y de resultados. En el último año su cotización ha caído cerca del 85% y su valor ha quedado reducido a menos de 240 millones de euros. En 2018 abandonó los números rojos y ganó 83,5 millones de dólares (73,5 millones de euros), pero en el primer trimestre de este año perdió 28,6 millones de dólares y redujo sus ventas un 18%, hasta 457 millones de dólares.
La empresa, que según avanzó en abril El Confidencial prepara el traslado de su sede desde Londres hasta Madrid para cubrirse de los riesgos del Brexit, anunció hace unos días la venta al fondo TPG Sixth Street Partners de su filial Ferroatlántica por 170 millones de euros. La operación afecta a diez plantas hidroeléctricas con una potencia de 167 megavatios (MW) y la fábrica de ferroaleaciones Cee-Dumbría, activos todo ellos ubicados en Galicia. Y se enmarca en la política de desinversiones que la corporación empresarial de Villar Mir está llevando a cabo para recortar su deuda, incluida la de 119 millones que tiene con OHL.