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Análisis

¿Vuelve a ser de izquierdas bajar impuestos?

“Bajar los impuestos es de izquierdas”. La frase, con matices, la pronunció en 2003 José Luis Rodríguez Zapatero, un año antes de llegar a la presidencia del Gobierno. Y desde esa posición cumplió su promesa. Han pasado casi tres lustros y una crisis económica brutal en la que la presión tributaria se volvió a elevar –tanto por el PSOE como por el PP– en pleno déficit galopante de las arcas públicas.

Ahora, varios mandatarios autonómicos socialistas vuelven a subirse al carro de la bajada impositiva. Andalucía y Extremadura han anunciado con pocos días de diferencia que se disponen a reducir, hasta dejarlo en nada, el Impuesto de Sucesiones que gestionan las CCAA. Como curiosidad, también lo ha propuesto esta semana el presidente de EEUU, Donald Trump.

Para todo el país, lo que plantea el PSOE liderado por Pedro Sánchez es una “reforma integral” del sistema impositivo, partiendo de la base de que el problema del déficit en España no es de gasto excesivo, sino de ingresos insuficientes, mantiene Manuel Escudero, secretario de Economía y Empleo. España tiene una presión fiscal del 34,6% del PIB, siete puntos por debajo de la media de la eurozona (41,4%, según datos de Eurostat).

“Se impone ampliar las bases impositivas, pero con el principio sagrado de que las clases medias y trabajadoras ya tienen bastante carga de impuestos”, afirma Escudero a eldiario.es. De hecho, se plantean la introducción de un impuesto negativo sobre la renta para quienes no lleguen al umbral de la pobreza severa (en la actualidad en torno a 5.400 euros anuales), que se concretaría en una transferencia por parte del Estado hasta llegar a dicho umbral.

La propuesta, que por el momento prefieren no detallar más, incluiría además aumentar la carga impositiva de IRPF a rentas de más de 120.000-130.000 euros anuales, revisar Patrimonio y Sucesiones, una reforma del Impuesto de Sociedades, tender a homogeneizar las rentas de capital y de trabajo e introducir una imposición “verde” en España. También se plantean algunas “tributaciones novedosas” como la que podría afectar a las transacciones financieras, junto a medidas para mejorar la lucha contra el fraude.

“Los impuestos no son objetivo de la socialdemocracia”

Para el economista y profesor en la Universidad de Alcalá José Carlos Díez, lo que quería decir Zapatero con la frase “bajar impuestos es de izquierdas” es que “no es sólo de derechas”, como a su juicio ha demostrado Mariano Rajoy con sus subidas. Para Díez, “hay momentos en los que se pueden subir impuestos y en otros bajarlos”. Lo que le parece una “evidencia empírica” es que quienes bajan impuestos ganan votos y los que los suben los pierden.

Díez cree que “los impuestos en sí mismos no deben ser objetivo de la socialdemocracia, sino que haya un reparto más equitativo de los bienes”. Lo que se ha definido como “predistribución”, que las subidas de PIB se distribuyan mejor entre salarios y beneficios, frente a la “redistribución” posterior en forma de ayudas.

En todo caso, cree que si se pretende ampliar una base impositiva se debe admitir que esto no es solo posible con “los ricos”: “Si subes Patrimonio e IRPF para los que ganan más de 60.000 euros al año, no tienes ni para pipas”, opina.

“Lo importante es quién se le aplica”

Para el portavoz de Presupuestos de Unidos Podemos, Segundo González, es indispensable cerrar los ocho puntos de brecha fiscal entre España y el conjunto de la eurozona. Para ello, su grupo propone un sistema fiscal más progresivo y adoptar medidas contra el fraude fiscal. “Lo importante no es subir o bajar impuestos, sino a quién se le aplica”, defiende. Cree que es más progresista subir los impuestos de la Renta y del Patrimonio, vinculados a una situación personal concreta, que el IVA, un impuesto indirecto al consumo que afecta a todos por igual.

En cuanto al Impuesto de Sucesiones, se muestra de acuerdo con la posibilidad de establecer tipos mínimos, tal y como han planteado también el comité de expertos para la reforma de la financiación autonómica. “No puede ser que en Madrid se bonifique al 99% y que en Asturias la tributación sea mucho más alta”. Esta última comunidad y Cataluña se mantienen prácticamente como los últimos reductos del impuesto que grava las herencias.