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Estos seis gastos vinculados pueden encarecer tu hipoteca hasta un 30%
Ahora que los intereses de referencia, principalmente el Euribor, van a la baja, puede parecernos que ciertas hipotecas, referenciadas a ellos con un leve añadido porcentual -es decir con intereses tipo “Euribor+0,29”, por ejemplo- pueden resultar una gran oportunidad de conseguir un préstamo muy barato.
Nada más lejos de la realidad: estas ofertas de los bancos, que podríamos calificar de hipotecas 'low-cost', esconden siempre diversos gastos vinculados que las entidades financieras exigen como condición para acceder a ellas y que, según el comparador Rastreator, a la hora de calcular la hipoteca pueden llegar a encarecerla hasta un 27%.
Su objetivo es compensar los riesgos inherentes a la concesión de una hipoteca y la pérdida de margen de beneficio por los bajos tipos de interés actuales. Generalmente van a parar al monto total del préstamo, por lo que también se les aplica el interés acordado, incidiendo así sobre la cantidad de dinero final que deberemos pagar, muy superior a la inicial.
Para hacernos una idea de cuánto nos pueden encarecer la hipoteca los siguientes gastos vinculados, deberemos fijarnos en el interés TAE, que es el que se obtiene de sumar al Euribor los costes añadidos, es decir, es el que realmente refleja lo que pagamos de más sobre lo que hemos pedido. Por ley, debe figurar claramente en el folleto de promoción, y cuando lo veamos nos daremos cuenta de que tal vez la oferta no sea tan atractiva.
Otra cosa es que sin la aceptación de estos gastos no podamos acceder a este tipo de hipotecas. Tal vez la mejor lección es que a veces es mejor contratar hipotecas con intereses menos ventajosos, pero sin gastos vinculados.
1. Comisiones de apertura
Este gasto es casi inevitable tanto en hipotecas 'low-cost' como en otras sujetas a un interés menos favorable, pero pueden variar según el tipo de préstamo. En ellas se suele incluir el papeleo y estudios previos sobre nuestra solvencia, que pueden ser más estrictos en caso de hipotecas ventajosas y por tanto más caros. Ahora bien, ya no se incluyen los gastos notariales, pues desde la sentencia del Tribunal Supremo de 2015 estos corren por cuenta del banco.
2. Tarjetas asociadas a la cuenta de pago con gasto mínimo
Es inevitable que debamos abrir una cuenta en la entidad financiera que nos ofrece la hipoteca, pues deberemos devolver el préstamo en forma de mensualidades. Ahora bien, no tenemos por qué tener ninguna tarjeta vinculada a esta cuenta, y menos de crédito. De todos modos, puede que el banco nos ponga como requisito no solo contratarla, sino hacer un gasto mínimo anual o mensual para poder cobrar más comisiones.
3. Seguros PUF
Algunos bancos ofrecen para conceder hipotecas muy ventajosas un tipo de seguro de liquidez denominado Prima Única Financiada (PUF). Un seguro PUF garantiza a la entidad la devolución de una cantidad fija por un monto prestado. Dicho seguro no se paga en mensualidades, sino que se calcula sobre el total y se añade al mismo, de modo que aumenta la cifra prestada y se le aplica también el interés negociado. Los seguros PUF pueden encarecer mucho las hipotecas según las condiciones que se acuerden y debemos saber que no son obligatorios. Además, las compañías aseguradoras también los ofrecen y con condiciones mejores que las de las entidades.
4. Seguros multiriesgo hogar
Por ley, debemos contratar un seguro del hogar si tenemos una hipoteca, pero este puede limitarse a un seguro de incendios, aunque es lógico que nos interese uno más completo. Lo que es incuestionable es que no estamos obligados a contratarlo con el banco, sino que podemos hacerlo con la empresa de seguros que nos dé condiciones ventajosas. Con el comparador de seguros del hogar de Rastreator podremos encontrar el que mejor se adecue a nuestras necesidades.
5. Seguros de vida y planes de pensiones
Eventualmente, la entidad financiera que nos conceda la hipoteca puede exigirnos que contratemos con ella un seguro de vida o un plan de pensiones. Puede interesarnos o no y debemos tener en cuenta su fiscalidad tanto como los retornos que pueda tener en el futuro, pero debemos tener presente que la entidad nos los impone porque obtendrá un beneficio y no por que mire por el nuestro.
6. Domiciliación de pagos
No es infrecuente que también se nos imponga la domiciliación de pagos y facturas en la cuenta con la que pagamos la hipoteca, así como el pago de la nómina, para atarnos más como cliente. Debemos ponderar si nos interesa cambiar todas estas operaciones de cuenta o de banco.