Más del 60% de la población extranjera en Euskadi afirma haber sufrido racismo
El 61,7% del total de la población de origen extranjero que reside en Euskadi afirma haber sufrido situaciones o problemáticas de rechazo y discriminación, comentarios despectivos sobre su vestimenta, sobre delincuencia o abuso de ayudas sociales, así como conductas discriminatorias como la identificación por ser de origen extranjero, evitar el contacto en el transporte público, no tener en cuenta la opinión por ser inmigrante o sufrir insultos racistas. El el 34,5% de las personas que admiten haber sufrido este tipo de situaciones confiesan que las viven “con frecuencia”, mientras que el 27,2%, “alguna vez”.
En Euskadi, las mujeres extranjeras se sienten más discriminadas que los hombres. Es el caso de las mujeres provenientes de Senegal, que perciben el rechazo un 8,3% que los hombres, de Colombia, Ecuador y Perú de hasta un 6,1% más que ellos o de Rumanía con un 4,3% más. No obstante, las mujeres provenientes del Magreb se sienten un 3,5% menos discriminadas por su condición de extranjeras, raza o religión que los hombres.
La población extranjera en Euskadi que más estereotipos relacionados con la delincuencia escucha son las personas de origen venezolano, brasileño y dominicano. En el caso de África, aunque el porcentaje de personas que han escuchado comentarios que atribuyan a la población inmigrante la realización de actividades delictivas con frecuencia no sea muy elevado, la suma de personas que lo han escuchado en algún momento es una de las más altas.
En cuanto a ataques o insultos racistas y xenófobos, que es la situación discriminatoria más frecuente, Senegal es el origen con mayor porcentaje de personas que lo sufren con frecuencia (13,7%), mientras que el resto de personas procedentes de África cuenta con la tasa acumulada más elevada (47,7% de personas que dicen haber sufrido insultos racistas alguna vez y con frecuencia).
Estas son algunas de las aportaciones que realiza el documento 'Tendencias y retos de la integración inmigrante de Euskadi', un análisis publicado este jueves por el Observatorio Vasco de Inmigración (Ikuspegi) que estudia, tras los datos obtenidos en la encuesta de la población inmigrante extranjera (EPIE 2018) cuestiones como la discriminación, la precariedad, el acceso a los servicios de salud y la integración social de la población extranjera residente en Euskadi.
Múltiples formas de integrarse
El análisis, en el que participan una serie de expertos e investigadores coordinados por la directora de Ikuspegi Julia Shershneva y la investigadora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Maite Fouassier Zamalloa, concluye que la integración de las personas de origen extranjero en Euskadi es un proceso multidimensional, segmentado, asimétrico y múltiple. “Del mismo modo que hay muchas y variadas formas de ser y sentirse vasco o vasca entre la población autóctona, entendemos que pueden ser múltiples las formas finales que adopte la integración social de las personas de origen extranjero”, explica el documento.
“Debemos prestar atención a esas personas que tienen mayores dificultades, que tienen que vencer más obstáculos, que disponen de menos herramientas para avanzar, que necesitan algo más de ayuda. Estamos hablando de personas de procedencia africana, personas jóvenes, que llevan poco tiempo en nuestra sociedad, que no tienen recursos formativos propios, que muchas son mujeres, que no tienen ocupación ni facilidad para conseguirla, que se encuentran en la penalizante situación administrativa irregular”, destaca el informe que incide en “el diseño e implementación de políticas públicas que, dirigidas a estos colectivos en fase más temprana de su integración social, les permitan seguir avanzando a mejor ritmo en su proceso de integración social”.
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