En política casi nada es casual, cualquier acontecimiento es consecuencia de un proceso. Encaja en esa realidad la decisión del Consejo Ciudadano de Podemos Euskadi de convocar Asamblea Ciudadana, incluyendo primarias para su renovación, a la vez que la actual secretaria general, Nagua Alba, anuncia que no se presentará a la reelección. Conocer el desarrollo de los acontecimientos ayuda a entender el caso y evita sacar conclusiones erróneas.
Tampoco son casuales las inmediatas y abundantes reacciones que esas decisiones generan. Concretamente eldiarionorte.es, en el breve plazo de una semana, entre el 28 de agosto y el 3 de setiembre, publica 8 artículos relacionados con el tema. Leyéndolos se ve que la Asamblea Ciudadana se reclamaba antes de convocarla. Hay tal expectación, que el anuncio oficial de su celebración marca el inicio de una precampaña de primarias que va a durar cerca de 4 meses.
Veamos cómo se han desarrollado los hechos:
- A comienzos de 2017 la actual dirección de Podemos Euskadi impulsó una Asamblea Ciudadana propia, en paralelo a la de Vistalegre II. Dicho acto sólo tuvo alcance mediático. Las propuestas aprobadas no se aplicaron, hasta se mantuvo en el anonimato los nombres de quienes las habían elaborado. En abril, el Consejo Ciudadano de Euskadi notifica que se va a celebrar un congreso de adaptación territorial a los documentos aprobados en Vistalegre II. Consistiría en someter a debate textos elaborados por la propia dirección. El 15 de junio, desde Gipuzkoa, a través del Círculo de Ordizia se reclama, además de adaptación a Vistalegre II, la convocatoria de Asamblea Ciudadana con primarias para renovación de cargos. En Bizkaia, mediante una recogida de firmas realizada durante el mes de agosto, se plantea la necesidad de convocar Asamblea Ciudadana para redefinir la organización autonómica del partido.
El 28 de agosto eldiarionorte.es se hace eco de dos comunicados con estos titulares: “Una veintena de Círculos de Podemos Euskadi se suman a la petición de una Asamblea Ciudadana ordinaria”. “Más de 170 militantes reclaman la ”refundación“ de Podemos en Euskadi”. Es al día siguiente cuando la actual secretaria general anuncia por primera vez la celebración de Asamblea Ciudadana, con primarias al Consejo Ciudadano y a la Secretaría General.
Hasta el 29 de agosto en los planes de la dirección de Podemos Euskadi sólo estaba previsto adaptarse a los acuerdos de Vistalegre II. No cabía convocar Asamblea Ciudadana, menos aún renovar el Consejo Autonómico y la Secretaría General. Las razones dadas para cambiar de opinión son válidas, puede que haya más. La carga de un cargo puede resultar muy pesada. Se producen desencuentros en los equipos dirigentes. Los proyectos políticos no responden a las expectativas creadas. Sea como sea, la renovación de cargos es siempre una decisión acertada.
Hasta mediados de diciembre no conoceremos la composición del nuevo Consejo Ciudadano de Podemos Euskadi, ni el nombre de la persona que ocupará la Secretaría General, pero sí cabe adelantar algunas valoraciones:
Se dan condiciones propicias para que los documentos que se aprueben en la Asamblea Ciudadana de finales de año logren un alto grado de consenso, dado que en la redacción de las propuestas esenciales, la de paz y convivencia y la de autogobierno, han colaborado con la actual dirección miembros de la anterior. A nivel organizativo se comparte también un proyecto básico: dotar de mayor autonomía a los territorios, creando consejos ciudadanos provinciales o de herrialde.
Por otra parte, los controles establecidos en el sistema de votación telemática limitan el margen de intervenciones arbitrarias. A diferencia de lo ocurrido en la convocatoria anterior, no es previsible que vuelvan a surgir reclamaciones, ni que haya dudas sobre la transparencia del proceso y la legitimidad de los cargos. Esta vez tampoco cabe imaginar la intromisión de dirigentes estatales de Podemos en el proceso electoral. Se espera respeto y neutralidad. El sistema de asignación de puestos determina que será un órgano de gestión plural e integrador, más representativo. Es probable que todas las candidaturas que se presenten a las primarias tengan presencia en el futuro consejo. Eso implica que habrá más opciones e incluso necesidad de alcanzar consensos. Con el nuevo método puede ocurrir que quien ocupe la Secretaría General no tenga la mayoría en el consejo. En consecuencia, la voluntad de alcanzar acuerdos debería reemplazar a la confrontación interna.
El proceso de primarias para la renovación del Consejo Ciudadano y de la Secretaría General se presenta muy abierto. Los resultados, incluso la composición de las candidaturas, son todavía imprevisibles. En cualquier caso, acabar con el anterior modelo centralizador, disipar cualquier sospecha de actuación discriminatoria e irregular, son razones suficientes para celebrar una Asamblea Ciudadana y renovar la estructura organizativa.
Todo encaja para prever que será una Asamblea Ciudadana de renovación orgánica, con novedosos consensos y sólidos apoyos en los Círculos, posibilitando así la refundación de Podemos Euskadi. Están surgiendo nuevos liderazgos. Son necesarios para recuperar la ilusión de la gente y consolidar en Euskadi una alternativa política que, cuestionando la resignación ante el voto dual, sea capaz de promover una hegemonía transformadora de progreso social.
Luis Alejos, militante de Podemos Euskadi
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