Caen los ingresos por COVID-19 en Euskadi pero los decesos en 2022 se acercan ya a los de todo 2021
La presión hospitalaria provocada por la COVID-19 en Euskadi ha caído en relación con los datos de la pasada semana. Del 23 al 29 de mayo han ingresado 334 personas a causa del Sars-Cov-2 por 338 del período anterior y las personas hospitalizadas totales han caído de 392 a 353, principalmente por el descenso de la incidencia en mayores de 84 años -aunque entre los mayores de 60 la prevalencia sigue siendo mucho más alta que la media, casi el triple-. Solamente empeora ligeramente la ocupación de la UCI, que ha pasado de tener 11 pacientes críticos el pasado lunes a 13, según el último reporte del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza).
Las estadísticas de fallecimientos, en cambio, siguen siendo muy altas. Del 20 al 26 de mayo, los últimos días actualizados, han muerto 53 personas que habían dado positivo en COVID-19 y se han notificado otras siete defunciones de semanas anteriores conocidas ahora. Osakidetza, eso sí, matiza que en 26 de esos 60 casos el coronavirus no ha sido la causa principal. En la pandemia son ya 6.887 las muertes totales confirmadas, casi el 1% de los 690.854 casos diagnosticados e incorporados al sistema. Son 3.517 varones y 3.370 mujeres. 5.964 de ellos tenían de 70 años en adelante.
En la última semana con datos ha habido entre tres y diez muertes diarias. No hay un día sin decesos desde el 17 de noviembre, hace ya más de medio año. Son ya 1.806 las muertes conocidas en 2022 sin llegar a medio año, muy cerca ya de las 1.975 de todo 2021. El último informe comparativo del Ministerio de Sanidad, publicado el pasado viernes, refrenda que Euskadi está por encima de la media española en mortalidad.
En cuanto a la incidencia, del 23 al 29 de mayo los positivos han caído a 4.996. Es un 18% menos que la semana anterior. Un dato: de 1.257 casos diarios máximos de hace dos semanas se ha bajado a 875. Ello reduce la incidencia global en la población a 482,77 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Es un nivel de alerta roja incluso aunque ya no se hagan tantas pruebas como en otras fases de la pandemia. Además, roza los 1.000 puntos en el caso del colectivo de riesgo, que son los mayores de 60 años. Eso sí, la tendencia epidemiológica se presenta descendente conforme a todos los indicadores disponibles. El R0, por ejemplo, marca 0,89. Este valor muestra cuántos casos genera cada infectado y es positivo siempre que sea inferior a 1. Eso sí, una de cada cinco personas que se somete a una prueba da positivo.
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