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Chequeo a la Sanidad pública vasca: 1.737 jornadas sin pediatra en verano y 2.716 derivaciones a la privada para reducir listas de espera

La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, tomando notas en el Parlamento Vasco

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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La portavoz de EH Bildu en la comisión de Salud del Parlamento Vasco, Rebeka Ubera, ha realizado un chequeo al estado de Osakidetza a la vuelta de las vacaciones. Los datos en forma de informes enviados por la consejera, Gotzone Sagardui, muestran que, en la atención primaria, en al menos 1.737 turnos de junio a septiembre no ha habido ningún pediatra en los diferentes centros de salud y, en la hospitalaria, que en lo que va de 2023 se han derivado a la Sanidad privada 2.716 pacientes para reducir listas de espera, con un coste de 5,5 millones de euros.

1 - La situación de la pediatría

Aunque el grueso de los titulares y reflexiones sobre el estado de los ambulatorios los copan los médicos de familia, los últimos datos del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) indican que, al menos en verano, también ha habido una importante carencia de pediatras. EH Bildu pedía dos informes. Uno era el listado ambulatorio a ambulatorio con el detalle de las reducciones en el servicio y otro era, directamente, los casos en que los turnos se quedarían sin cubrir.

Según la estimación de este periódico a raíz de los calendarios de ese segundo informe, han sido -como mínimo- 1.737 los turnos que no se han cubierto. Como elemento comparativo, en Semana Santa fue polémico que once turnos completos y seis medias jornadas de los Puntos de Atención Continuada (PAC) estuvieran sin médico y solamente con enfermería. Son 217 turnos de junio, 474 de julio, 781 de agosto -el más con claramente más afección de vacaciones- y 265 todavía en septiembre. Los datos muestran que aún ahora, a 27 de septiembre, hay puntos de la red que no han recuperado la normalidad de mayo. Por territorios, en Álava se han perdido 271 turnos, en Bizkaia 825 y en Gipuzkoa 641.

Salvo la OSI Bidasoa, la comarca sanitaria de Irún u Hondarribia, entre otras localidades, el resto reportan incidencias casi sin excepciones. Algunos ejemplos concretos: los niños de Orduña han sido derivados a Amurrio desde el 1 de junio al 20 de septiembre (102 días), en el Casco Viejo de Bilbao no hubo pediatra en todo el mes de agosto, en Vitoria no ha habido ningún facultativo infantil durante 22 jornadas completas en Aranbizkarra I y en La Habana no ha habido servicio desde el 28 de julio al 4 de septiembre. ¿Cómo se cubren estas bajas? En algunos casos, particularmente en Donostia, son ausencias de horas. En otros, hay derivaciones al pueblo más cercano con pediatra. También hay casos de asignación de ese cupo al médico de familia del mismo ambulatorio. En muy pocos supuestos se habla de “refuerzos”. Y a todo ello se le suman las reducciones. Casi todos los consultorios de la comunidad autónoma reportan reducción de personal durante estos cuatro meses. Estos datos no están incluidos en los 1.737 turnos sin servicio de pediatría.

2 - Las listas de espera

Osakidetza, que ha visto crecer sus listas de espera después del tapón asistencial que supuso la COVID-19, informa de 2.716 derivaciones a centros privados para aligerar las estadísticas. La referencia comparativa son los 25.000 pacientes que esperaban una intervención quirúrgica en julio. Son todos pacientes de Bizkaia y de Gipuzkoa, ya que no consta ni uno solo de Álava. Los hospitales de Basurto y de Usansolo son los que más activamente recurren a esta fórmula. Las clínicas que reciben a los pacientes de la pública son San Juan de Dios, la Cruz Roja, Mutualia y la Policlínica de Gipuzkoa. No se menciona pero, como en la comarca de Tolosa no hay un hospital público, todo el servicio lo presta La Asunción en régimen de concierto. El coste de estas derivaciones es de unos 5,5 millones de euros, alrededor de 2.000 euros por persona. Abarcan varias especialidades como urología, traumatología, vascular o hemodinámica.

“Aún a falta de los datos correspondientes al tercer cuatrimestre del año, la respuesta de la consejera confirma la apuesta del PNV y del Gobierno por el desvío de pacientes de Osakidetza a la red privada, lo que no deja de ser una forma de privatización del sistema público de salud. El problema de las listas de espera no se soluciona derivando pacientes a clínicas privadas, sino reforzando Osakidetza. Cuando tengamos los datos de todo el año podremos comprobar a ciencia cierta si la solución que propone Salud es enviar a la gente fuera de Osakidetza o si toma medidas estructurales para reforzar el sistema público y garantizar en la forma y el tiempo debidos la atención a sus pacientes”, sostiene Ubera como valoración a estos números.

Y añade la representante de EH Bildu: “Algunos datos sí que llaman la atención. En Gipuzkoa, por ejemplo, cuesta entender que en hemodinámica se estén derivando pacientes a la privada cuando la unidad de hemodinámica del hospital Donostia ha estrenado este mismo año sus nuevas instalaciones tras una inversión millonaria para centralizar allí las intervenciones. Igual que tampoco se entiende que se deriven casos de cirugía cardíaca y que al mismo tiempo Osakidetza apueste por cerrar la unidad de esa especialidad en el hospital de Basurto. O sea, Osakidetza envía pacientes a la privada porque se le amontonan en la lista de espera pero en vez de reforzar su red, el sistema público, plantea eliminar la unidad que tiene en Basurto”.

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