Ciberdelincuentes 'hackean' a Euskaltel y hacen públicos datos internos y de clientes

Datos de clientes, trabajadores y documentos internos de Euskaltel han empezado a circular por la red oscura, la 'dark web', en un intento de los ciberdelincuentes de chantajear a la empresa para exigir un rescata por la información que obra en poder de piratas informáticos. Según ha informado este miércoles la Cadena Ser, Euskaltel sufrió un ciberataque el pasado 15 de mayo y los ciberdelincuentes se hicieron con algo más de tres teras de información de la empresa vasca. Esa información sensible recoge datos sobre clientes, trabajadores y documentos internos de la propia empresa vasca y han comenzado a ser volcados en la 'dark web' para exigir un rescate.

Hasta ahora los 'hackers' han hecho públicos sólo una parte, 29 gigas. Son datos a los que cualquiera que navegue por esa red oscura puede tener acceso. Esa 'cara B' de Internet se suele emplear para actividades alegales o ilícitas. Según los datos de la Cadena Ser, la página donde han aparecido los datos de la telefónica vasca -ahora dentro del grupo Masmóvil- tiene más de cuatro mil visualizaciones.

Los documentos, muy extensos, están divididos por carpetas que hacen relación a recursos humanos, planificación, consultas, proyectos, jurídico y también una carpeta sobre usuarios. En estos ficheros se recoge una cantidad ingente de información, alguna sin demasiado valor aparente como planes de formación o de conciliación de la propia firma vasca, pero otras reflejan nombres propios de trabajadores o usuarios que podrían suponer material sensible para los ciberdelincuentes.

Los ciberdelincuentes habían dado de plazo a Euskaltel hasta el 5 de junio, aunque después este plazo se amplió hasta el 15 de junio, día en el que los 'hackers' han comenzado a volcar parte de la información robada en la 'dark web'. Este tipo de ataques se realizan a través de 'malware's que infectan los terminales de la empresa haciéndose con su control o con datos sensible. Una vez que el programa ha conseguido introducirse en alguno de los ordenadores va extendiéndose hasta contagiar al mayor número de terminales posible y accediendo a la información en función de los niveles de acceso que consiga superar. Después lo más habitual es que los 'hackers' soliciten un rescate a la empresa bajo la amenaza de hacer pública la información y otorgan un plazo máximo a la firma atacada para que haga efectivo el pago.