Euskadi decide este domingo. De una población de 2.207.776 personas, tienen derecho a voto 1.794.313, aunque alrededor de 160 con una infección activa de coronavirus están obligados a quedarse en casa. Son 10.899 votantes más que en las autonómicas de 2016. De ellos, 69.158 eligen lehendakari por primera vez y 12.357 han cumplido 18 años entre noviembre -cuando se celebraron los últimos comicios- y este 12 de julio.
78.852 de esos electores viven en el extranjero, muchos más que los 43.712 del censo exterior (CERA) de 2009. Sin embargo, sumadas las dificultades habituales del sistema de voto rogado a las propias de la pandemia, se han reducido al mínimo las solicitudes desde otros países. Son 2.522 y se esperan un millar de votos, cuando en 2012 fueron 6.320 y en 2016 4.727. Los responsables del Departamento de Seguridad, encargado de los procesos electorales, asumen que ningún votante de zonas como Cuba o Venezuela podrá ejercer su derecho y se aluden también a dificultades en Argentina, Reino Unido y otros lugares.
El voto por correo ha adquirido una relevancia sustancial en estas autonómicas en medio del verano -desde el reinado de Isabel II no ocurría tal cosa en un mes de julio- y en medio de una pandemia, con sus brotes y sus rebrotes. Son 125.255 las solicitudes, un 7,29% del total del censo. En Bizkaia son muchas más en proporción (8,47%) que en Gipuzkoa (5,76%). En comparación, en 2016 hubo 52.365 vascos que pasaron por una oficina de Correos, el 3,05% del total. En 2020, además, cinco personas (cuatro vizcaínos y un guipuzoano) han pedido el voto en braille. Elección tras elección va cayendo este servicio: fueron 31 en 2009, 29 en 2012 y 14 en 2016. Por otra parte, por vez primera en cuatro elecciones, dos personas han solicitado un intérprete de signos como apoyo a su labor de miembros de una mesa electoral, ambas en Bizkaia.
Los colegios electorales son 761 y abrirán sus puertas desde las 9.00 hasta las 20.00 horas. Se espera un primer dato de escrutinio a las 21.00 y para las 22.30 podrían conocerse los datos finales del voto en urna y por correo. A lo largo del día la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, ofrecerá datos de incidencias y de participación. El escrutinio definitivo se cerrará el 17 de julio con las revisiones y el voto exterior. En 2016 ello alteró un escaño decisivo en Bizkaia que fue a EH Bildu y no al PNV y privó al Gobierno de mayoría absoluta. En las generales también ocurrió algo similar en Bizkaia. De nuevo el PNV perdió un representante en beneficio del PP.
Son 42 centros de votación adicionales para evitar aglomeraciones, aunque en 2012 hubo casi los mismos, 758. Las mesas electorales son 2.678, más que en 2016 (2.593) pero menos que en 2012 (2.778). Ello obliga a movilizar a 8.034 personas que las atienden. El dispositivo especial es de 3.500 personas entre técnicos, informáticos, policías o personal de emergencias. En 2016, por ejemplo, se ayudó a 141 personas enfermas o con movilidad reducida en el traslado al colegio. En cada turno habrá 300 patrullas de la Ertzaintza, que movilizará también a otras unidades como Brigada Móvil (antidisturbios), Intervención, Inteligencia, Investigación, Tráfico, Explosivos, Caninos o Rescate.
Concurren a las elecciones vascas 18 candidaturas, muchas de ellas coaliciones de varios partidos. En total, han presentado 41 listas en las tres circunscripciones, cada una de las cuales reparte 25 escaños. Por vez primera, son casi tantas las papeletas que están encabezadas por mujeres que por hombres -21 por 22- cuando en 2009 eran solamente 8 de 34 las listas con presencia femenina abriendo. Se han tenido que imprimir 17,2 millones de papeletas y 1,5 millones de sobres. Como novedad, en el 'kit' que se entrega a los miembros de mesa se incluye una mascarilla quirúrgica, una FFP2 para el recuento, gel para el lavado de manos y bolsas individuales para recoger los desechos.
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