Ciudadanos se aferra (de momento) a la coalición en Euskadi a pesar del salto de su exlíder al PP
El líder de Ciudadanos en Euskadi, José Manuel Gil, se ha quedado este jueves como único cargo público de todo el partido en las instituciones vascas. Su compañero parlamentario y anterior líder de la formación naranja, Luis Gordillo, ha saltado al PP con el argumento de que hay que unir al centro-derecha aunque PP y Ciudadanos forman parte de una misma coalición en el Parlamento Vasco y mantienen una línea de unidad de acción que, hasta hoy, ambas partes consideraban enteramente satisfactoria. Gil, públicamente, ha intentado en vano pedir el escaño de Gordillo para que en la Cámara sigan siendo cuatro 'populares' y dos naranjas. Y no ha descartado una ruptura con el PP ante unos hechos que ha calificado de “maniobra” o “ataque”.
Pero ese escenario se antoja inviable porque abocaría a Ciudadanos a ser irrelevante en el grupo mixto acompañando a Vox y porque pondría en riesgo otros acuerdos entre ambos partidos en el resto de España, como admiten en privado recordando el precedente de Murcia que les dejó fuera de la Asamblea de Madrid a modo de efecto mariposa. Incluso la opción de que Gordillo deje el escaño beneficia al PP, que copa los siguientes puestos en la lista electoral de Bizkaia fruto del pacto que en su día dio origen a PP+Cs.
La decisión, en todo caso, no se adoptará en caliente, aseguran en Ciudadanos. Gil se enteró de la noticia a última hora del miércoles y ya a las 7.00 horas del jueves Ciudadanos hizo público un comunicado crítico con la operación. A partir de ahí y hasta las 9.30, hora de arranque del pleno del Parlamento que ha reunido a todos los protagonistas, el ahora único parlamentario naranja se ha visto abrumado por los periodistas y un teléfono móvil que no dejaba de sonar. Ha recibido muchas preguntas y tenía pocas respuestas, ya que el personal de la sede de Ciudadanos en Madrid todavía no estaba en sus puestos cuando ha comenzado el pleno. Entretanto, el líder del PP, Carlos Iturgaiz, ha entrado al hemiciclo codo con codo con su flamante fichaje. Ha mostrado el cambio como lo más natural en política y ha abierto la puerta a que otras personas sigan el mismo camino. La sesión tenía siete puntos en el orden del día y, para añadir ingredientes a la receta, en el primero el portavoz era Gordillo y en tres más Gil tenía que defender los postulados de PP+Cs.
Ciudadanos ha sugerido que temía que algo así se produjera. Pero no por esperado ha dejado de ser doloroso. “Sabíamos que había células durmientes conservadoras pero seguimos creyendo que el espacio liberal tiene futuro, aquí y en toda Europa”, ha explicado gráficamente una fuente naranja en la Cámara vasca, que añade que la noticia no ha gustado en las filas de la formación en Euskadi y que reforzará la cohesión interna de quienes se mantienen. Una fuente del PP, por su parte, explica que era algo casi descontado “desde el inicio de la legislatura”. Lo esperaban tras la polémica de Murcia, cuando Iturgaiz ya hizo el llamamiento a dar el salto y Gil lo denunció en una entrevista con este periódico. De hecho, buena parte de la anterior cúpula en Álava optó por pasarse al PP. Pero el cambio ha llegado tras la convención de Valencia.
Gordillo ha apelado a Pablo Casado como el líder único del centro-derecha capaz de derrotar a Pedro Sánchez. Antes, cuando era representante de una fuerza extraparlamentaria, aseguraba que Ciudadanos se diferencia del PP por los “guiños importantes” al PNV. “España fue un partido bipartidista en la que se colmaba a los nacionalistas para que sólo dos partidos se intercambiaran en el poder y la sociedad española ha reaccionado ante eso. Hoy en día somos un sistema democrático multipartidista”, expresó en 2018 en una entrevista. El ahora parlamentario 'popular' accedió al escaño no en la noche electoral sino tras el recuento posterior, que incluye el voto emitido en el extranjero y los ajustes de los errores detectados. Desde entonces, ha sido uno de los cuadros más activos de PP+Cs en la Cámara como portavoz en debates de relevancia. Los cinco escaños que ahora pasa a tener el PP en el Parlamento, en todo caso, sigue siendo el número más bajo de toda la historia del partido desde que se refundó AP.
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