Los críticos de EA piden también en los tribunales paralizar cautelarmente el congreso del partido
Si dos juicios en días consecutivos no eran suficientes, los dos sectores de Eusko Alkartasuna (EA, partido integrado en EH Bildu) se han enfrentado este jueves en una nueva vista judicial. Los críticos demandan la suspensión cautelar del congreso que se celebra este fin de semana y que es una repetición del ya organizado en febrero, cuyos acuerdos y nombramientos fueron paralizados provisionalmente precisamente a raíz de otra impugnación judicial. Fuentes de EA explican que, en caso de que la magistrada dé ahora la razón a los críticos, es “improbable” que la notificación llegue a tiempo para parar el acto político, que tendrá lugar en el Euskalduna de Bilbao.
Este tercer contencioso se ha ventilado en una vista previa celebrada a primera hora en el Palacio de Justicia y bajo la presidencia, nuevamente, de la magistrada Cristina Rodríguez Ruiz, que ya dirigió la sesión de este miércoles en la que los críticos pretenden revocar las expulsiones temporales de Maiorga Ramírez, Iratxe López de Aberasturi, Miren Aranoa, Mikel Goenaga y Esther Korres, sus principales referencias orgánicas. Ha durado apenas unos minutos e, instantes después, se ha celebrado otro juicio en otro juzgado, en este caso con la togada Susana Martínez de Lahidalga y para dirimir precisamente el fondo del pleito sobre el congreso de febrero. Desde hace unos meses la vida de EA depende, literalmente, de lo que decidan un puñado de jueces.
Fuentes de EA apuntan que la Fiscalía se ha opuesto a la paralización cautelar del nuevo congreso, en línea con lo defendido por la representación del partido, cuyo abogado es Ricardo Burutaran. El letrado de los críticos es José Luis Soldevilla. Al no ser unas cautelarísimas, una fórmula de urgencia que ni siquiera requiere escuchar los argumentos de la parte demandada (inaudita parte), la resolución podría no llegar a tiempo antes del congreso o, incluso si llega este mismo viernes y es favorable a los críticos, su aplicación práctica podría no ser posible por falta de tiempo para dar cumplimiento a todos los requisitos procesales.
En cuanto al segundo juicio, ha vuelto a declarar la secretaria general, Eva Blanco, así como la organizadora del congreso, Leire Pinedo, la presidenta de la mesa, Lohitzune Txarola, y otros cargos internos como Iker Ruiz de Egino o Mariano Álava. Ramírez, por el contrario, ha participado con normalidad en el pleno en el Parlamento navarro y no se ha desplazado esta vez a Vitoria. No estaba citado ni tenía ninguna obligación de acudir. Blanco y Pinedo, en cambio, no han ocupado sus escaños en el Cámara vasca.
Además de las diferencias personales irreconciliables, son dos los elementos comunes de todos los pleitos. Por un lado, los críticos cuestionan el formato de coalición en que se ha transformado EH Bildu y entiende que Sortu ha fagocitado a los socios minoritarios. Por otro lado, este sector entiende que la elección de la secretaría general ha de ser sometida a primarias y no a un voto por compromisarios en el congreso. De hecho, la batalla se desató en 2019 cuando quedó anulada en las elecciones internas que iban a celebrarse la candidatura alternativa de Ramírez y, automáticamente, proclamada Blanco al frente de EA. Este sector, en el que se encuadra el lehendakari y fundador, Carlos Garaikoetxea, ganó en los tribunales, que estimaron que se vulneraron sus derechos políticos en el partido con esa prohibición. El sector oficial, en cambio, mantiene recurrida esa decisión en el Tribunal Supremo.
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