El Azkena Rock celebra su mayoría de edad este año y se viste de gala con un cartel que incluye potencias mundiales. Este 21 y 22 de junio, grupos del calibre de Wilco, The B-52s, Stray Cats o The Cult, entre muchos otros, deleitarán con su rock, de una amplia variedad, a los vitorianos y todos aquellos que se acerquen a la ciudad. Mendizabala recibirá, como cada año, a verdaderos buques insignia de este popular género musical. De hecho, son varios los que tienen Vitoria como única parada a su paso por territorio nacional.
He aquí siete claves para sacarle el máximo partido posible al festival:
Wilco, la gran cabeza de cartel. Se dice de la texana Austin que es la capital mundial de la música en vivo y Wilco, que de esa ciudad procede, cumple con las expectativas. Su rock alternativo no rehúye la experimentación y la vanguardia, todo encaminado, según su icónico líder, Jeff Tweedy, siempre a la belleza. El grupo, uno de los mayores atractivos de este Azkena, surgió de las cenizas de otro que se había desintegrado, y este episodio ilustra a la perfección una historia alejada del glamur. Problemas en las relaciones personales entre los integrantes, cambios constantes en las filas, enfermedades, adicción… Han llevado siempre una vida alejada de los focos, que solo les iluminan cuando se suben al escenario para desplegar su deslumbrante música. Cuando les comunicaron que habían ganado dos premios Grammy, allá por 2005, estaban de gira: se limitaron a hacer un brindis y seguir con el espectáculo. Estos referentes del rock alternativo harán vibrar a los vitorianos el sábado.
Stray Cats, celebrando los cuarenta. Lo primero que se viene a la mente al pensar en estos veteranos del rock probablemente sea su “We’re gonna rock this town, rock it inside out”, pero cuatro décadas en primera línea han dado para mucho más. Son uno de los principales representantes del rockabilly, un género musical que combina, entre otros estilos, el rock y el folk. En esta gira, en la que soplan cuarenta velas, no actuarán en ningún otro lugar de España y, además, presentan un nuevo disco de estudio; de la publicación del último han transcurrido ya más de dos décadas. El tiempo hace mella, pero este grupo sigue desplegando su artillería pesada. Y Slim Jim Phantom, su batería, sigue tocando de pie. Por supuesto.
El adiós de B-52s. Otros que llevan cuarenta años recorriendo los escenarios del mundo son los B-52s. Empezaron a finales de la década de los setenta, cuando se llevaba el peinado de colmena que da nombre al grupo. Despegaron con ‘Rock Lobster’ y terminaron de asentarse con su gran éxito, ‘Love Shack’. Nunca tuvieron miedo a la innovación y no les intimidó ser diferentes: es más, guiados por el ritmo del teclado y una guitarra afinada de maneras inusuales, sorprendieron y se hicieron con un hueco destacado en la corriente ‘new wave’ que tanto éxito tuvo en los ochenta. También tuvieron un papel en la película de ‘Los Picapiedra’, en la que interpretaron una canción. Desde el 76 ha llovido mucho y los cuatro han decidido que es hora de despedirse. Antes, no obstante, harán una gira por el continente europeo, una gira que dará su pistoletazo de salida en Vitoria; el broche de oro a una carrera de platinos.
30 años de culto al rock duro. “Veo que el sol comienza a brillar. Soy el rey del sol”. Así sonaba la primera canción de ‘Sonic Temple’, el mítico álbum de The Cult. La suerte ya les sonreía de antes, pero su publicación en 1989 supuso su consagración como estrellas brillantes del universo del ‘hard rock’. Consiguieron el platino y ya no volvieron a bajarse del trono. Este año se cumplen treinta de la publicación de aquel éxito y los británicos, que siguen rebosando energía, lo celebran sobre los escenarios del Azkena. Como si su nombre hubiese sido la verbalización de un presagio, el cuarteto se ha convertido en un grupo de culto y los lugares que pisan se vuelven, mientras la música resuene, mecas de los amantes del rock duro. El sábado es, pues, una fecha marcada en rojo en el calendario.
Un collage de altura. Geezer Butler estaba al mando del bajo de Black Sabbath. Franky Perez brinda su voz a Apocalyptica. Matt Sorum golpeaba con fuerza los platillos de The Cult y Guns N’Roses. Y Steve Stevens toca la guitarra de Billy Idol. Estos cuatro músicos se han juntado ahora para conformar el supergrupo Deadland Ritual. Su música se engloba en el ‘hard rock’, aunque con tintes de ‘blues’. La del Azkena será su única parada en España y una magnífica ocasión para ver y escuchar los rituales a los que estos músicos —que han pasado sus carreras en la cima, codeándose con los más grandes— quieren dar vida. Se suele decir que la unión hace la fuerza, y lo de este supergrupo es paradigmático.
Los escenarios. La ciudad respirará música durante todo el fin de semana. La Virgen Blanca inaugura cada uno de los días ya desde la mañana: el viernes, Tami Neilson, y el sábado, Danny & The Champions of the World. Serán los encargados de hacer música para todos, gratuita. Luego, por la tarde, los acordes se trasladan a Mendizabala, que abre a las cinco. Cinco serán también los escenarios en los que, además de los ya mencionados, harán vibrar al público Tesla, que vuelve a España después de diez años; los legendarios Meat Puppets, Neko Case o Melvins. Música hay para todos los gustos, de eso que no quepa duda.
No todo es música. Ni siquiera en el Azkena. Habrá diferentes espectáculos para entretener a los asistentes entre el concierto gratuito de la mañana en la Virgen Blanca y la apertura de Mendizabala, a las cinco de la tarde. Rugirán las motos del Wall of Death y también habrá lucha extrema mexicana, en un espectáculo que incluye llaves y acrobacias. Los roqueros dispondrán también de ‘food trucks’ con ofertas variadas para recobrar energías, así como de un camping en el que poder descansar, con tiendas de campaña e incluso alojamientos cápsula.