Páginas de Cine: 'Rebelde sin pasta'
Para conseguir el dinero que le permitiese rodar su ansiado film, Rodríguez se prestó voluntario como cobaya humana en unos experimentos farmacéuticos. En ese lugar, conoció al canadiense Peter Marquardt que, a pesar de no ser actor, acabaría encarnando al malo de la historia que en aquellas especiales circunstancias Rodríguez estaba diseñando.
A continuación, relata el desarrollo del rodaje en un pueblo mexicano, junto a su amigo y protagonista Carlos Gallardo. Usaron una cámara de 16 mm prestada, que manejaba el propio director. Tras la fase del rodaje, da cuenta de las penosas condiciones en que se llevó a cabo la post-producción. En un principio, 'El Mariachi' iba a ser el primero de los tres films que Rodríguez planeaba comercializar en el mercado de vídeos latinoamericano; y que al mismo tiempo se los planteaba como medio de aprendizaje. Pero resultó que no conseguían colocar la cinta como tenían previsto. Entonces, se les ocurrió mostrar 'El Mariachi' a una de las agencias de representación artística más importante de Hollywood; lo que permitió que la película llegase a ser distribuida internacionalmente por Columbia Pictures. El libro incluye dos apéndices; uno dedicado a explicar su rompedor método de aprendizaje cinematográfico y otro que incluye el guión original de su ópera prima. La historia del cineasta es sorprendente e interesante, pero lo que la convierte en verdaderamente especial es cómo está contada.
El libro está compuesto por extractos del diario de rodaje escrito por Rodríguez durante la realización del film. Existen infinidad de libros sobre cineastas, y muchos de ellos son fascinantes, pero el del realizador tejano pertenece a ese grupo de libros singularmente atractivos: los que están escritos en primera persona por los propios creadores. Eso es exactamente lo que ocurre en 'Rebelde sin pasta'. Y sucede de una manera brillante, gracias al estilo directo, ingenioso y enérgico empleado por Rodríguez.
El texto transmite poderosamente la pasión por hacer cine, por pasar a la acción, y lo hace con un vigor tal que casi empuja al lector a conseguir una cámara y salir a rodar. Además, resulta revelador para conocer de forma privilegiada el funcionamiento del Hollywood de los primeros noventa. Rodríguez recibió numerosas críticas que ponían en duda que 'El Mariachi' se hubiera realizado con tan sólo 7.000 dólares. Álex de la Iglesia, en el libro-entrevista de Marcos Ordoñez 'La Bestia anda suelta' (Ediciones Glenat, 1997), también cuestionaba ese dato. Sin embargo, en 'Rebelde sin pasta' queda suficientemente claro que Rodríguez se refiere al máster en vídeo (que le sirvió para mostrarla y negociar su venta) y no a la película que finalmente se estrena en salas. En este punto conviene tener en cuenta que en 1991 no estaban al alcance del público los formatos digitales actuales.
Igualmente es necesario contemplar las peculiares condiciones en que se desarrolló el rodaje de 'El Mariachi', muy alejadas de los usos y costumbres profesionales. Rodríguez, por ejemplo, no usó equipo técnico (de hecho el título original del libro es 'Rebel without a crew') ni artístico, ni por lo tanto, existió el coste de la remuneración en esos significativos apartados; no tenía contratado un seguro de rodaje, y muchas otras circunstancias que explican el ínfimo coste final. Tanto es así, que es una de las películas más rentables de la historia del cine. A pesar de que 'El Mariachi' se exhibiera en casi todo el mundo; para poner luz en la controversia sobre su coste, debería observarse, no como un film profesional, sino como una película rodada de forma amateur que excepcionalmente -y con más dificultad en auqella época- logra colarse en el circuito profesional.
Tras la llamativa irrupción de Robert Rodríguez en el panorama cinematográfico, gracias a 'El Mariachi'; desde entonces ha desarrollado una carrera repleta de altibajos y no exenta de ataques y cuestionamientos desde diferentes sectores sobre su capacidad como realizador. También ha sido calificada de nefasta su influencia en la alianza con su amigo el director Quentin Tarantino. Robert Rodríguez es un director que no consigue en sus propuestas completar un relato sólido, tramar bien una historia pero, por otro lado, es meritorio la indudable fuerza que despliega en las escenas de acción y el sentido del humor con el que las suele acompañar. En 'Abierto Hasta el Amanecer' (1995) firma su película más equilibrada entre fondo y forma. Y en 'Machete' (2010), ya sin el soporte de Tarantino, obtiene un largometraje cien por cien Robert Rodríguez pero con una historia más vertebrada de lo que en él es habitual.
'Rebelde sin pasta' es un libro que en los países anglosajones es considerado todo un clásico en materia cinematográfica; y se puede encontrar con facilidad. En cambio, en nuestro país, es una rareza.