EA, forzada a celebrar un congreso extraordinario ante la fuerte división interna
Eusko Alkartasuna (EA), partido socialdemócrata integrado en la coalición EH Bildu, se ha visto forzado a convocar un congreso extraordinario que se celebrará en los días 19 y 20 de noviembre. Se trata de la fórmula hallada para lograr “estabilidad y gobernabilidad” en tanto que se están sucediendo resoluciones judiciales promovidas por el potente sector crítico, apoyado por el lehendakari y fundador Carlos Garaikoetxea, contra la dirección de Eva Blanco, a la que consideran secretaria general ilegítima. Esta pugna se retrotrae incluso a su primer nombramiento en 2019 cuando fue anulada la candidatura alternativa de Maiorga Ramírez, líder de los críticos y ahora expulsado.
La cita llegará solamente nueve meses después del congreso celebrado en febrero, en el que se escenificó la fuerte división interna con toda su crudeza. Los críticos idearon una suerte de asamblea paralela en la sede de EA en Vitoria mientras el congreso se celebraba a medias por plataformas telemáticas y en un palacio de congresos de la capital vasca. Votaron resoluciones políticas alternativas a la línea oficial -entre ellas la de pedir más autonomía dentro de EH Bildu, esto es, que sea una coalición electoral y no una formación unitaria- y eligieron un grupo de portavoces alternativos encabezados por la exconsejera Esther Larrañaga.
Según el portavoz de EA, Iker Ruiz de Egino, “de esta manera se vuelve dar voz a la afiliación, convocando el máximo órgano del partido, el Congreso Nacional, para que esta decida libre y democráticamente cuáles deben ser los estatutos, la línea política y las personas que dirijan el partido durante los próximos cuatro años”. Hasta ahora, el entorno de Blanco siempre había defendido la plena legitimidad del congreso de febrero y lo mantiene, aunque con matices: “Estamos convencidos, y así lo vamos a seguir defendiendo en los juzgados, que el congreso de febrero fue limpio y democrático; no obstante, como no tenemos miedo a las urnas, no tenemos ningún problema en que se vuelva a celebrar de manera presencial y demostrar así que las dudas que se pretendían sembrar sobre las votaciones telemáticas eran infundadas”, ha señalado Egino.
Los críticos, en cambio, no han considerado suficiente esta decisión y creen que Blanco “se vuelve a negar” a “convocar primarias”, ya que aspiran que se vote “directamente” al nuevo líder del partido y no mediante compromisarios. Es un “congreso express” para “tapar las irregularidades” que están “aflorando” en los tribunales. Solamente aprecian “excusas” y “ardides” para no regresar al escenario de 2019.
La pelea se había recrudecido en las últimas semanas. Los críticos han forzado que el partido salga de su sede histórica en Vitoria y que se haya trasladado a una nueva, precisamente donde este miércoles se celebrará la asamblea nacional que convocará formalmente el congreso. Por el momento, no podrán participar -salvo resolución judicial en contrario- los dirigentes críticos suspendidos de militancia, entre ellos Ramírez y los excoordinadores de Álava, Gipuzkoa y Navarra. Sin embargo, este sector entiende que cuando se celebró el congreso que ahora se repite Ramírez estaba en posesión de todos sus derechos como afiliado. Dan a entender, además, que buena parte de los apoyos de Blanco son de afiliados que no abonan sus cuotas, hasta un 40% del total.
El partido ha emitido un segundo comunicado para denunciar las “falsedades” de un grupo autodenominado como 'garaikoetxista'. Inciden en que no constan esas irregularidades en el censo y precisan que Ramírez y los demás no están “expulsados” sino “suspendidos” durante un tiempo. Precisamente tras el congreso de febrero que ahora se repetirá EA reforzó su área de Comunicación para contrarrestar la hiperactividad de los rivales internos y prácticamente a cada asalto se produce un cruce de acusaciones y comunicados.
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