Euskadi se aviene a retirar las mascarillas en los patios de los colegios desde este viernes
Desde este viernes, todos los escolares vascos podrán estar sin mascarilla en el patio del colegio. Finalmente, aunque con 24 horas de retraso, Euskadi se aviene también a la relajación general de las medidas en exteriores en vigor en toda España. Así lo han decidido este jueves los consejeros vascos de Educación y Salud en puertas de una relajación general de todas las restricciones pero solamente 72 horas después de considerar “prematura” esta decisión propuesta por el Ministerio de Sanidad. Para los estudiantes de Primaria es la primera vez en toda la pandemia que existirá esta posibilidad, mientras que los más pequeños no estaban obligados en ningún momento y los de Secundaria en adelante sí estuvieron sin ellas desde septiembre hasta Navidad en exteriores.
“Al menos nos podemos ver las caras y la sonrisa. Es una buena noticia”, ha solemnizado en el Parlamento Vasco el consejero del ramo, Jokin Bildarratz, que confía en que la evolución descendente de la incidencia de la COVID-19 permita más relajación de medidas en las próximas semanas, como el fin de las burbujas. “Vamos paso a paso. Ahora hemos dado un paso importante”, ha añadido el titular de Educación. Ha explicado que “todavía hay una situación seria e importante” pero ha subrayado que solamente hay dos aulas cerradas por brotes ahora mismo.
El nuevo protocolo educativo, según fuentes del Gobierno vasco, implica también una relajación de las burbujas en actividades extraescolares, deportivas o de otro tipo. De este modo, podrán mezclarse niños de varias aulas del mismo nivel. Eso sí, se queda como “recomendación” que “en la medida de lo posible” se mantenga “un grupo de convivencia estable” en esas actividades. Además, se incide en que, de producirse esa mezcla, haya una preferencia por espacios “al aire libre” o por zonas “muy ventiladas”. “En las actividades que así lo permitan se mantendrá una distancia de seguridad de 1,2 metros entre asistentes [...] y se escalonará la entrada y salida”, se plantea también. Se mantiene como necesidad limpiar el balón o las fichas de ajedrez para dar más salubridad a las actividades.
Todo ello se produce tras una primera jornada con cambios en la calle pero no en los patios. En el colegio público Juan Manuel Sánchez Marcos, ubicado en el centro de Bilbao, Ana vigilaba esta mañana el patio en el que unos 20 alumnos jugaban a la hora del recreo. La mayoría de ellos hablaban sentados o dibujan en el suelo con tizas: no hay canastas ni porterías en el patio. Un pequeño grupo miraba a la gente pasar y comentaba lo que iban viendo mientras hablaban de cuestiones como “ser famoso en Tik Tok” o tener muchos “likes”. Todos ellos estaban usando mascarilla. “Como ves, nadie se la puede quitar, al menos hasta que nos informen después de la reunión de hoy”, señalaba Ana antes de que se confirmara la noticia, de aplicación a partir de este viernes.
A unos metros de allí, en el colegio Nuestra Señora del Pilar, también se encontraban a la espera de la nueva normativa sobre el uso de las mascarillas. Natalia, la directora, y Yolanda, la jefa de estudios, lamentan “el revuelo” que causa que los medios de comunicación anuncien el fin de las mascarillas antes de que informe a los colegios de forma oficial. El patio de esta escuela es interior, pero no tiene techo. Cuenta con una cancha de fútbol y una canasta de baloncesto. Los niños de Primaria y Secundaria que estudian allí salen al patio en cuatro franjas horarias para no mezclarse unos con otros y que haya espacio suficiente para evitar posibles contagios de coronavirus. Los de Primaria, además, tan sólo salen al patio con los de su clase, sin mezclarse entre los grupos que componen el curso. “Hemos tenido que ir clase por clase esta mañana para avisar de que no se podían quitar la mascarilla, porque algunos lo habían visto en la tele y ya se pensaban que podían salir al patio sin ella. Ya les hemos dicho que cuando nos lo digan de forma oficial lo anunciaremos a todo el colegio por megafonia”, bromeaba la directora, quien también ha mandado un comunicado a las familias para que no hubiera dudas al respecto.
A las 11.30 es el turno del recreo de los de Secundaria. Algunos de ellos juegan a fútbol, otros a baloncesto y un pequeño grupo se sienta en una esquina con una manta para descansar y mirar al resto. Entre los que hacen deporte hay varios que llevan la mascarilla por debajo de la nariz, pero en general todos la llevan puesta. “A veces es complicado que hagan caso, sobre todo los mayores, que ya son adolescentes y se rebelan. Los pequeños, que los pobres salen al patio siempre juntos con el mismo grupo, son los que sin duda mejor se portan y más respetan las normas COVID-19”, cuenta la directora, que confiesa que lleva toda la mañana revisando la página del Departamento de Educación por si suben el documento esperado: el que de fin al uso de las mascarillas en los patios del colegio. Ha sido enviado hacia las 12.00 horas, según un portavoz de Educación.
En Eskoriatza, Gipuzkoa, Ione Blanco se encarga de acompañar a los alumnos de Infantil y Primaria al comedor. Les da la comida y vigila los recreos hasta que entran a la clase de las tardes o vienen sus padres o madres a recogerles. “Están obligados a usarla, pero lo cierto es que pasamos todo el patio del comedor diciéndoles que se suban la mascarilla. Hasta ahora ha sido así, no sé si con lo que digan hoy cambiará algo”, aseguraba. En Beasain, desde el colegio La Salle aseguran que la mascarilla “tan sólo se la quitan para comer”. De hecho, según confirman, los alumnos de Primaria, al igual que en el Nuestra Señora del Pilar de Bilbao, siguen en “grupos burbuja” y sin poder mezclarse con alumnos de otras clases ni cursos.
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