Euskadi también hace obligatorio el uso de las mascarillas en el día con más casos desde finales de abril
Euskadi se ha sumado desde este miércoles a la lista de comunidades autónomas que ha hecho obligatorio el uso de mascarillas en todo momento y lugar, también en la vía pública aunque se pueda mantener una distancia de más de 1,5 metros. Esta medida -que entrará en vigor en la medianoche del 15 al 16 de julio- ya se había adoptado en la mayoría de comunidades autónomas y responde a los nuevos focos de contagios de coronavirus que se han ido sucediendo. En el caso de Euskadi, los primeros fueron dos brotes hospitalarios en Txagorritxu (Vitoria) y Basurto (Bilbao) y a ellos le siguió un primer caso con transmisión comunitaria en Ordizia con una ramificación en Tolosa y se investiga uno más reciente en una zona de hostelería de Getaria, también en Gipuzkoa. El anuncio ha llegado en el día con más nuevos contagios desde finales de abril, 60 en 24 horas.
Precisamente en Ordizia ya se decretó la obligatoriedad de las protecciones ante el incremento de contagios. Ahora la medida se hace extensiva al resto de la comunidad autónoma, donde el uso de mascarillas era de los más bajos de España. Como en muchos ámbitos institucionales, en el Departamento de Salud vasco la posición respecto a esta medida ha variado 180 grados conforme han pasado los meses. Las mascarillas han pasado de ser innecesarias a ser imprescindibles. “Allá donde vayamos, mascarillas”, suele repetir la consejera, Nekane Murga, ahora en funciones tras las elecciones del domingo aunque confía en continuar al lado de Iñigo Urkullu en la próxima legislatura.
“Pido a las personas que que sean responsables”, ha enfatizado este miércoles Murga en una comparecencia extraordinaria, la primera de sus muchas ruedas de prensa durante la pandemia en la que ha hablado con la mascarilla puesta para dar ejemplo. “Creo que en este momento es muy importante que nos concienciemos todos. El virus está ganando terreno y las personas asintomáticas están en la calle y luego llevan el virus a casa”, ha argumentado Murga, que ha dejado claro que no le temblará el pulso si es necesario adoptar “otras” restricciones.
Murga ha matizado que en las playas y piscinas la protección podrá ser retirada si se está tumbado y con distancia suficiente, pero habrá que usarla en paseos y desplazamientos. En la hostelería, evidentemente, se exceptúa para la ingesta de comida y bebida pero no en el resto de momentos. En cuanto al deporte, no es obligatoria pero se recomienda no hacer 'running' en zonas concurridas. Si el uso de la bicicleta es por transporte y en zonas con gente, habrá que cubrirse la boca y la nariz. El Gobierno vasco ha recordado que hay máscaras que no son fiables, como las que tienen válvulas de ventilación, pero sí ha admitido que algunas caseras son útiles. Asimismo, a la orden para generalizar el uso de mascarillas le acompañarán otras medidas como que no más de 10 personas se puedan reunir en hostelería o la mayor vigilancia de botellones porque “el consumo de bebidas en la calle es insalubre”. De hecho, se prohíbe “toda actividad” en lonjas juveniles.
El día con más casos desde finales de abril
Esta decisión se ha adoptado en el día con más positivos detectados en Euskadi desde finales de abril. Son 60 casos, diez veces más que la media de hace unos pocos días. 41 de ellos se concentran en Gipuzkoa, el territorio con más rebrotes desde junio aunque, en el inicio de la pandemia, fue con diferencia el menos castigado. El gran foco de Ordizia, el primero con transmisión comunitaria en la desescalada, se da ya por “controlado” y, de hecho, no se han conocido nuevos contagios más allá de los 75 conocidos hasta ayer. Sí preocupan más las situaciones de Tolosa -un brote que ya acumula 17 positivos y que es derivado del de Ordizia- o de Getaria -de nuevo un foco en una zona de hostelería con cinco casos ya confirmados y previsión de realizar 600 test-. También han aparecido 10 casos en Donostia. En el resto de Euskadi, en Bizkaia hay 10 casos y en Álava 7, la gran mayoría en Vitoria.
Según Murga, esto no es la temida segunda oleada, pero sí aprecia algunos elementos que invitan a la preocupación. Por ejemplo, uno de los nuevos casos es el de un trabajador de una residencia de ancianos, aunque se cree que se le ha encontrado a tiempo y no ha llevado la enfermedad a su centro de trabajo. También se aprecia un incremento de personas mayores contagiadas que acuden a sus ambulatorios con síntomas, lo que indica que los más jóvenes que se infectan en el ámbito del ocio están contagiando a sus familiares de más edad y, por lo tanto, de más riesgo. Son seis las personas hospitalizadas con COVID-19 en el último día. El total de ingresados es de 168, cuatro de ellos graves en la UCI. Y la movilidad se constituye en el principal elemento de riesgo. Hay casos importados -de Madrid, de Lleida, de México o de Madagascar- y también exportados -un foco de Cantabria-. Se pueden consultar aquí más datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi.
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