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Euskadi suspende la vacunación de sanitarios de Emergencias de primera línea por la “no disposición de stock”

Una ambulancia, en el centro de Vitoria

Iker Rioja Andueza

2 de febrero de 2021 17:44 h

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El director gerente de Emergencias del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), Óscar Aller García, ha enviado este martes una circular a todos los profesionales del servicio, considerado “uno de los prioritarios de destino de vacunas”, anunciándoles que queda suspendida “temporalmente” la vacunación contra la COVID-19 por falta de suministros y anuladas todas las citas para la primera dosis que estaban ya concertadas. “A pesar de la planificación realizada y la petición de vacunas emitida, el día 1 de febrero de 2021 hemos recibido la confirmación oficial de la no disposición de 'stock' de vacunas COVID-19 para continuar la vacunación activa de profesionales de Osakidetza”, plasma por escrito Aller. Por el contrario, Osakidetza asegura que “en absoluto se ha interrumpido la administración de primeras dosis entre profesionales”.

El servicio de Emergencias (ambulancias) tiene más de un millar de trabajadores en Euskadi, según fuentes internas. Este grupo denuncia que haya habido “hospitales enteros” vacunados, como el caso de Santa Marina en Bilbao, donde hubo dosis incluso para externos y directivos, y que ahora no queden viales para profesionales de primera línea. “Sobre todo los que trabajan en el 112 van al domicilio a por pacientes que no saben lo que tienen. Es la primera línea de fuego. Vamos a llevarlos a casa y los llevamos al hospital. No sabes a lo que te enfrentas”, indican estas fuentes. “Somos como de segunda siempre. Somos siempre los grandes olvidados. Como no pertenecemos a Osakidetza, nos tienen un poco olvidados”, añaden estas fuentes sobre los efectos de la privatización de este servicio de ambulancias.

La carta del director gerente de Emergencias atribuye este problema a “problemas de distribución a nivel global y a las limitadas existencias de 'stock'” y promete a su equipo que este servicio será considerado “prioritario de destino de vacunas en cuanto se disponga de existencias”. “En cuanto nos confirme [Osakidetza] la disposición de vacunas, continuaremos por la misma línea [...]. Seguiremos trabajando activamente para activar la campaña lo antes posibles”, cierra Aller.

La Sanidad vasca alega que toma esta decisión para destinar todo el material almacenado a garantizar la segunda dosis de quienes ya recibieron la primera y que por ello no puede dar nuevas citas. Sin embargo, ello no coincide con las explicaciones públicas ofrecidas por la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, quien precisamente ha hecho gala de que de todos las remesas recibidas se guardaba siempre el 50% por sistema para garantizar ambos pinchazos, por lo que las 2.200 dosis de Moderna y las 16.380 de Pfizer llegadas esta semana podrían permitir 9.290 nuevas inmunizaciones.

Salud asegura que “en absoluto se ha interrumpido” la vacunación

Fuentes oficiales de Salud remarcan que “en absoluto se ha interrumpido la administración de la primera dosis entre profesionales de Osakidetza” a pesar del contenido de la carta. “Lo que ha ocurrido en Emergencias -añaden estas fuentes- es que habían previsto disponer de más vacunas cuando realmente las asignadas esta semana a Emergencias han sido menos”. “Hay que tener en cuenta que la plantilla de Emergencias está cerca de la media de vacunación de Osakidetza (25%) y, por ello, esta semana se está vacunando en aquellas organizaciones en las que esa media es menor”, abundan desde el Servicio Vasco de Salud.

Las estadísticas muestran que Euskadi ha administrado ya a 45.883 personas la primera dosis y que 15.657 tienen ya la pauta de inmunización completa, el doble pinchazo. Son el 0,7% de la población total de la comunidad autónoma. En cuanto a los sanitarios, 15.657 tienen la primera dosis (el 27,67% del total) y 169 ya han recibido las dos. Se da la circunstancia de que la campaña en Osakidetza no arrancó oficialmente hasta el 15 de enero, por lo que estos 169 obtuvieron la vacuna con sobrantes de las remesas enviadas a las residencias de mayores, bien de manera registrada y pautada o bien de manera irregular, como ocurrió con el director gerente del hospital de Basurto, Eduardo Maíz. Precisamente este caso y el de José Luis Sabas en Santa Marina llevaron a toda la oposición a pedir la dimisión de la consejera de Salud. Gotzone Sagardui ha admitido errores y “descoordinación” en el reparto de dosis entre hospitales y servicios.

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