La senadora de Podemos devuelve 5.000 euros, renuncia a su VPO y evita el desahucio
La senadora alavesa de Unidos Podemos Elvira García, conocida como Viruka, ha abonado esta semana una deuda próxima a 5.000 euros correspondiente a 22 mensualidades de alquiler de un piso protegido en Vitoria. No sólo no había pagado el arrendamiento durante casi dos años sino que no tenía ya derecho a disfrutar la casa al tener unos ingresos muy superiores a los máximos para acceder al parque público de viviendas. Tras este acuerdo económico, que incluye la entrega definitiva de las llaves de la vivienda, el Departamento de Vivienda del Gobierno vasco, a través de la sociedad pública Alokabide, procederá a retirar en los tribunales la orden de desahucio por impago, que se iba a ejecutar el próximo 6 de marzo.
El caso, conocido a principios de febrero, se ha cerrado sin que ni la aforada, la más votada en Álava en las últimas elecciones generales con 45.000 votos, ni su partido, Podemos, hayan ofrecido explicación pública alguna sobre estos hechos. Aunque se anunciaron medidas hace ya varios días, ni a nivel autonómico, ni en el Senado ni en la dirección central comandada por Pablo Iglesias se ha comunicado si García continuará o no como miembro de las Cortes Generales a pesar de que varias fuentes consultadas coinciden en lo poco ético de su comportamiento.
García, que era perceptora de ayudas sociales antes de entrar en política, accedió a una vivienda de alquiler del parque público del Gobierno vasco hace varios años. Sin embargo, desde hace casi dos no abonaba la cuota mensual, de apenas 200 euros. También tenía pendiente el pago de otras derramas de la comunidad de vecinos. Asimismo, cuando fue electa para el Senado primero en diciembre de 2015 y de nuevo en junio de 2016, no renunció al piso aunque su situación económica era ya ostensiblemente mejor y no reunía los requisitos para acceder a una VPO.
De hecho, Alokabide no tenía conocimiento de su condición de senadora hasta que ella misma lo hizo constar cuando se le pidieron por primera vez explicaciones por los impagos reiterados, hace ya varios meses. Con su nuevo sueldo superaba con holgura el máximo de 25.000 euros fijado para acceder a un alquiler de Alokabide. Es cierto que Podemos limita después las nóminas institucionales hasta que se queden en tres veces el Salario Mínimo Interprofesional, aunque también lo es que García cobra un plus por ser electa de fuera de la capital que cubre precisamente desplazamientos y alojamiento en Madrid.
García replicó a los técnicos de Vivienda que le demandaron explicaciones que la deuda no era responsabilidad exclusiva suya, ya que era una casa compartida con su expareja. Alegó, además, haber sido víctima de violencia de género. El Ejecutivo vasco, según ha explicado de manera reiterada, no ordena desahucios en viviendas protegidas excepto en situaciones muy extremas de impagos deliberados e injustificados. No consta tampoco denuncia alguna por maltrato, situación que activa automáticamente un protocolo que incluye alojamiento gratuito para la víctima en caso de necesidad. La propia plataforma Stop Desahucios, vinculada a Podemos, criticó a García por estos hechos y denunció que no era comprensible que con su salario no saldase la deuda.
Fuentes del propio partido en Euskadi han lamentado las explicaciones “confusas” que ha aportado internamente García durante estas semanas, en las que apenas ha acudido a un par de plenos y comisiones en el Senado y en las que ha desaparecido de las redes sociales. La formación en Euskadi ha entregado ya a la dirección estatal un documento en el que se constata que la aforada ha cometido una infracción disciplinaria, aunque la resolución del caso está en manos de la Ejecutiva de Pablo Iglesias y, en concreto, de la también senadora vasca Pilar Garrido.
Se había anunciado que en la primera reunión de este órgano después de Vistalegre II se analizará este asunto, pero no fue así. Podemos ha demorado las explicaciones públicas hasta hoy y no se conoce aún si propondrá formalmente que García abandone el Senado. De ser así, accedería a la Cámara Alta por Álava su suplente, María Gema Zubiaurre. Otra posibilidad es que la senadora se niegue a entregar el acta y pase al Grupo Mixto como independiente, con lo que vería incrementada su asignación económica al no tener que entregar nada al partido morado como marca su normativa interna.