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Expediente “grave” a la fábrica de helados alavesa de Araia por vertidos de hidrocarburos al río Arakil

Protesta de trabajadores de Froneri Iberia

Iker Rioja Andueza

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La Agencia Vasca del Agua (URA) ha abierto en lo que va de 2022 dos expedientes sancionadores por vertidos al río Arakil, afluente del Arga, a la empresa Froneri Iberia, la gran fábrica de helados Nestlé de la localidad alavesa de Araia y que surgió en 1977 bajo la marca ya extinta Miko. El primero de ellos es de marzo y tuvo la consideración de “leve”, pero el segundo ya ha pasado a ser “grave” por la reiteración de las afecciones a las aguas, según consta en la documentación enviada al Parlamento Vasco por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente a instancias de la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, que se hizo eco de denuncias de la plataforma Zadorra Bizirik.

Tal y como se explica en el informe, firmado por la consejera Arantxa Tapia, en el polígono industrial de los términos municipales de Asparrena y San Millán existe una “red separativa de las aguas residuales y pluviales generadas” y son conducidas a la depuradora de Araia, cabecera de Asparrena. Allí son tratadas “antes de su vertido al dominio público hidráulico”. Sin embargo, “existe una excepción”, que es la de Froneri Iberia, con medio millar de profesionales y gran carga de trabajo. “Dispone de un tratamiento propio de depuración” consistente en una instalación interna que al final acaba “en el río Ametzaga, tributario del Arakil”. Este procedimiento está autorizado por Medio Ambiente del Gobierno vasco (expediente AAI0176).

En este contexto, se detectaron “algunos episodios de presencia de hidrocarburos” en esta zona. El Ejecutivo entiende que para las gasolineras del entorno del polígono operan los “separadores” de derivados del petróleo, por lo que las sustancias aparecidas en las aguas o son “incontroladas” o bien se incorporan al río “sin pasar” por la depuradora general. El primer caso se detectó el 24 de enero tras un aviso al 112. Los inspectores de URA “pudieron constatar la presencia de espumas blancas ligeramente pardas” en un colector, así como “una ligera turbidez blanquecina en las aguas y un olor característico”. Los técnicos llegaron a Froneri Iberia y allí las aguas “presentaban las mismas características”, por lo que se recogieron muestras. El 9 de febrero la propia heladera comunicó un “problema de decantabilidad” en su depuradora que “generaba espumas y turbidez” en los vertidos. Eso dio lugar a que el 17 de marzo URA incoara el expediente sancionador leve SIN-2022-0027. Pero el problema no quedó zanjado ahí. Explica la agencia que “en las semanas siguientes se siguió comprobando que el efluente vertido por Froneri Iberia no había recuperado las características conforme a lo autorizado”. Por ello, “en fecha de 16 de junio se procedió a la apertura de un nuevo expediente sancionador de referencia SIN-2022-0057” y “con la calificación administrativa de grave”.

Debido a que la actividad de fabricación de helados está muy enfocado al verano, es de enero a agosto cuando mayor producción hay en la planta de Araia. El Gobierno entiende que esa “estacionalidad” es “uno de los principales retos” y factores de lo sucedido. “Esto debe permitir llevar a cabo las actuaciones preventivas y preparatorias de la planta de tratamiento de aguas residuales para su puesta a punto de cara a asimilar el incremento de carga”. Y añade: “Es imprescindible que la empresa adecúe las instalaciones de tratamiento de vertidos y asegure una correcta operación y mantenimiento para garantizar las características particulares del medio receptor, las normas de calidad ambiental y las figuras de protección medioambiental existentes”.

URA entiende que “a corto plazo” la compañía ha de “optimizar” el “tratamiento de aguas residuales” y “realizar el mantenimiento exhaustivo y suficiente”. De lo contrario, tendría que “estudiar alternativas para la gestión externa de los efluentes excedentarios” hasta llegar a los niveles “adecuados”. Desde la Administración, en todo caso, se ha incrementado “de manera notable” el número de “muestreos y controles” después de conocidos los “vertidos anómalos” y, sobre todo, “de que con el transcurso del tiempo no se mejoraban los rendimientos de depuración”. “Se prevé la inclusión de medición y reporte en tiempo real a URA de la medición en continuo de los parámetros en el efluente de la demanda química del oxígeno (o carbono orgánico total), sólidos suspendidos totales, conductividad y PH”. Este periódico se ha puesto en contacto con Froneri Iberia. La empresa de Araia ha derivado la llamada a Valencia, a sus oficinas centrales, pero allí no se ha atendido ninguna de las cuatro comunicaciones de este periódico.

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