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La huelga de transporte pone en jaque a la economía vasca por la falta de suministros

Camiones parados en las inmediaciones del Puerto de Bilbao

Belén Ferreras

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En una especie de 'tormenta perfecta', el caos generado por la huelga de transporte amenaza con bloquear el funcionamiento de establecimientos de alimentación y de empresas poniendo en jaque la evolución de la economía vasca, que ya estaba cuestionada por los efectos de la guerra en Ucrania y por lo que todavía se arrastraba de la crisis de la pandemia. Cuando se cumple el sexto día de paro, que en Euskadi secunda el sindicato Hiru, como protesta por el elevado precio del gasóleo, cadenas de distribución como Eroski empiezan a reconocer “incidencias” en el aprovisionamiento de tiendas y plataformas. “Si se prolongan afectarán a los suministros”, dicen desde la empresa del grupo Mondragon.

Al inicio del conflicto el pasado lunes se daba por sentado que no habría problemas de desabastecimiento en las estanterías de los supermercados vascos porque habían sido previsores al llenar los almacenes ante la amenaza de huelga. Las cadenas de supermercados, los mercados centrales y empresas de diversos sectores al margen de la alimentación se lanzaron a hacer acopio de suministros en previsión del paro. Esto ha permitido que a lo largo de esta semana se hayan minimizado en cierto sentido los efectos del bloqueo del transporte y no se hayan producido desabastecimientos destacados, más allá de la falta de anchoas, por ejemplo, por el amarre de la flota de bajura al no tener transporte para dar salida al producto del puerto.

Pero el paro del transporte está durando más de lo previsto, y sin visos de solución rápida, por lo que desde diferentes sectores se da por sentado que a partir de la semana que viene empezarán a notarse más los problemas en las estanterías de los supermercados, en los puestos de los mercados y también en empresas de diferentes sectores industriales que, o bien tendrán que parar porque no pueden dar salida a su producción, por carecer de transporte, o bien por falta de los suministros que necesitan para la fabricación. Hay que tener en cuenta, además, que el paro está afectado al Puerto de Bilbao de forma especial, que este viernes reconocía que le está impidiendo tanto en “expedir con normalidad las mercancías descargadas de los barcos” como “recibir en los muelles las mercancías de exportación”. Pese a ello, insistían en que “el Puerto no cierra y como infraestructura crítica seguirá abierto”, con “las terminales marítimas plenamente operativas atendiendo a los buques en puerto y preparados para los que tienen prevista escala”, y con los muelles “con espacio suficiente para atender los buques anunciados y a sus mercancías”. El Puerto está siendo uno de los puntos más afectados por la acción de piquetes por la importancia que tiene para la distribución de las mercancías a todos los sectores.

“Estamos haciendo todo el esfuerzo junto con nuestros proveedores y trabajadores para seguir garantizando el suministro a las tiendas”, señalan fuentes de Mercadona, que destacan a continuación la “necesidad de que se produzca una solución para el paro de transportes con el fin de evitar mayores tensiones en la cadena de suministro”. De momento, no falta producto en los mercados. El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, hacía un llamamiento en este sentido a “ a actuar con racionalidad, a no hacer compras compulsivas, a no acaparar bienes de primera necesidad que hoy por hoy están disponibles en los centros comerciales y de distribución”.

Subidas de precio

Lo cierto es que salvo algunos puntuales, como las anchoas, que faltan en todas las pescaderías porque la flota de bajura ha decidido no salir a pescar, se encuentran prácticamente todos los productos. Pero lo que sí están notando ya los consumidores en su bolsillo es la subida de precio: “Lo que está subiendo son los portes”, dice Rosi, de la pescadería Tino’s en el Mercado de la Ribera de Bilbao y “acaba repercutiendo en el género, en general y en algunos productos en particular”. A modo de ejemplo, “el mejillón ha duplicado su precio”. En una semana ha pasado de algo más de 3 euros el kilo a superar los 8. Los puestos de verdura y fruta están acusando también los problemas teniendo en cuenta que muchos productos vienen de zonas de España como Almería o Murcia y está siendo casi imposible el transporte. Iñaki, de la frutería Bego, en la Ribera señala que Mercabilbao, que es desde donde se nutren la mayoría de los comercios de Bizkaia “empieza a estar mal y la próxima semana empezarán a notarse la falta de género sobre todo en pimientos, tomates… Las verduras también llevan una escalada de precios considerable, con subidas un euro en una semana como media y que se dejan notar sobre todo en los tomates o las vainas, que están ya en 4,98 euros. Llevo días ya acumulando mercancía sabiendo lo que venía, porque en Mercabilbao entró en vísperas de la huelga mucho más género del habitual, pero el problema lo tenemos para la semana que viene”, advierte Iñaki. “Aunque se arregle el problema del paro, ya nos han dicho que para traer el género del campo a los almacenes y mandarlo…igual hasta el miércoles no tenemos género para comprar. Y eso contando con que se arregle”, advierte.

Piquetes

Los ganaderos y el sector lácteo están notando también de forma muy acusada el bloqueo del transporte, teniendo en cuenta además que se trata en este caso de artículos perecederos como la leche o la atención a animales vivos. El sindicato ENBA Bizkaia denunciaba este viernes “los actos de sabotaje y las actitudes camorristas” de los huelguistas del transporte que “impiden la libre circulación” de los vehículos para cumplir los servicios mínimos de recogida de leche, de animales vivos, de pienso para los animales y de medicamentos, y ha denunciado “la falta de responsabilidad” de los convocantes de la huelga. Reclamaba por ello, al Departamento de Seguridad que actúe y adopte medidas contra ellos. Este viernes en la cooperativa Bizkaia Esnea los piquetes pincharon las ruedas de un camión cargado ya con 25.000 litros de leche. “La situación se nos está complicando por momentos”, señalaba Víctor Hernández, administrador de la cooperativa.

Bloqueo en la industria

El bloqueo en los transportes también está afectando de lleno a empresa industriales que, o bien no pueden conseguir los suministros necesarios para la fabricación -algunos están paralizados en el Puerto de Bilbao- o bien no pueden dar salida a lo que ya han producido.

“Algunas empresas están a punto de colapsar”, señala Adolfo Rey, gerente de la patronal del Metal de Bizkaia (FVEM). “Es difícil pensar en una situación más complicada que en la que nos encontramos en este momento, porque se están juntando todos los factores negativos. Teníamos la pandemia, la guerra, el precio de la energía, la inflación y ahora la huelga del transporte, que complica aún más la situación”. Recuerda que con la falta de un solo componente hay que paralizar la producción. Es el caso que se ha dado ya en las empresas de automoción, y que se repetirá la semana que viene. Por ejemplo, la planta de Mercedes Benz en Vitoria parará su producción, día 21, por el problema de suministro de piezas. “Las empresas habían intentado gestionar más o menos el paro con el que ya se contaban intentado prever y acumular suministros, pero se está alargando más de lo que se esperaba”.

Presión para que se aceleren las medidas

De momento, el conflicto no parece que vaya a solucionarse. El sindicato de transportistas autónomos Hiru, que capitanea en Euskadi el paro -el resto de las organizaciones vascas no se ha sumado- advertía este viernes de que el sector “no aguanta más” y exigía medidas rápidas por parte de los Gobiernos “o va a reventar”. El Gobierno de Pedro Sánchez, sin embargo, que ha prometido medidas para abaratar la luz y los carburantes, no parece que vaya a tomar ninguna decisión al respecto antes del día 29, a la espera de lo que se decida en el seno de la UE. Mientras tanto crece la presión desde diferentes ámbitos para que adelante la toma de decisiones.

La patronal vasca, Confebask, quiere que las medidas para atajar la crisis, desde el Gobierno central o desde el vasco se tomen “ya” para evitar el colapso económico e industrial. “Muchas empresas pueden verse obligadas a cerrar en pocos días”, señalan los empresarios porque su situación “empeora rápida y gravemente”, y se está llegando “a un punto de muy complicado retorno”. Los empresarios piden en este sentido a las partes de la huelga de transporte que “actúen con la máxima responsabilidad y lleguen a un acuerdo urgente que desbloquee el transporte de mercancías”. Si no se toman medidas, advierten de que “la industria vasca no va a poder mantener su actividad mucho más tiempo” y que, de persistir la situación actual, tendrá unas consecuencias “impredecibles y desconocidas para el tejido empresarial en Euskadi, así como también, para el empleo y la sociedad en general”.

 Mientras tanto desde el Gobierno vasco se insiste en que se aprobarán “inversiones adicionales” en los próximos meses, y aunque tendrá que revisar sus previsiones económicas a la baja por el impacto de la guerra de Ucrania, asegura que la economía vasca seguirá creciendo, e incluso se generará empleo. “No hablaría de crisis económica, al menos de momento”, señalaba el consejero de Economía y Hacienda Pedro Azpiazu este viernes en el Parlamento Vasco. “La economía está creciendo y se va a generar empleo, incluso en esta coyuntura”, añadía, aunque sí reconocía una “ralentización” del crecimiento. La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, por su parte, reconocía que el coste de las materias primas y la consiguiente subida en los precios que se están abonando y la inflación, el precio incontrolado de la electricidad, de los combustibles, la ruptura de cadenas de suministro y la situación financiera en general están abocando a algunas de nuestras empresas a paradas temporales“. Pero daba por sentado que ”el tejido empresarial vasco está preparado“ para solventar la crisis. ”Hay capacidad, hay tecnología y saldremos también de esta“, subrayaba.

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